"Jeannette Jara es la candidata del Partido Comunista (PC) y Acción Humanista (AH), levantando posiciones desde la izquierda y el humanismo"

Chile: Jara cierra en un bastión de la izquierda y Kast trata de contener la competencia ultra

De cara a las elecciones del domingo, la candidata del oficialismo cerró su campaña en Valparaíso y su principal rival de extrema derecha en Concepción.

Por Mercedes López San Miguel (*)

Jeannette Jara, candidata de la izquierda y favorita en los sondeos, y José Antonio Kast, rival de ultraderecha que le sigue en intención de votos, cerraron sus campañas en ciudades que se ubican en las antípodas. En Valparaíso, a 120 km de Santiago, la dirigente comunista prometió “seguridad para combatir el crimen y para llegar a fin de mes”. En esa línea, exhortó a superar el discurso del miedo con el que machaca la oposición: “Enfrentemos el miedo y votemos con esperanza”.

Horas antes, desde Concepción, 450 kilómetros al sur de la capital, Kast habló a sus seguidores detrás de un vidrio. “No le tengo miedo a nadie”, aclaró con tono irónico y repitió su proclama de mano dura contra “la delincuencia y el terrorismo” en la competencia con otras derechas tan radicales como su espacio, el Partido Republicano.

Entre las dos ciudades se contaban fragmentos de la historia chilena. “Gracias Valparaíso, gracias Chile”, dijo Jara celebrando un final de campaña de cara al mar, mirando el puerto. “Vengo a ofrecer mi corazón. Llegamos aquí porque ustedes nos trajeron. Tengo 51 años y la misma porfía de siempre. Cuando la realidad no nos hace bien hay que trabajar duro para cambiarla. Lo digo recordando la niña que fui en Conchalí (comuna del norte de Santiago). Crecí con la certeza que servir a los demás es un orgullo. No hablo desde arriba, hablo al lado de ustedes. Hemos gozado y padecido las mismas alegrías y dificultades”.

Así, la candidata de la alianza de izquierda “Unidad por Chile” que incluye nueve fuerzas (entre ellas, el Partido Comunista, el Socialista, la Democracia Cristiana y el Frente Amplio), además de sectores de la izquierda extrapartidaria, se brindó al último ritual de masas, que tuvo como marca distintiva la cercanía con la gente. Se la compara con Michelle Bachelet, porque tiene una llegada directa, una simpatía natural.

“Se siente, se siente, Jara presidenta”, decía la multitud.

Con respecto al combate a la inseguridad, tema central en la preocupación de los chilenos al igual que la economía, Jara propone un abordaje integral, con control de fronteras y levantamiento del secreto bancario para seguir la ruta del dinero de la delincuencia. “Seguridad en la calle y seguridad en el hogar. Más que perseguir a los que se roben un Súper 8 (chocolate), tenemos que ir por los peces gordos, ir por la ruta de su dinero”.

“Sí se puede, sí se puede”
La exministra de Trabajo del gobierno de Gabriel Boric dijo conocer al Chile real, ella que proviene de una familia de origen humilde y promete un ingreso vital de 750 mil pesos chilenos (800 dólares, por encima del salario mínimo que equivale a 567 dólares), en parte subsidiado por el Estado; además de la reducción en un 20 por ciento de las tarifas de luz.

En la elección presidencial de este domingo 16 de noviembre la aspirante oficialista lidera las últimas encuestas con una intención de voto de entre 26 y 30 por ciento, ante un Kast que la sigue con un 20 y 25 por ciento en los sondeos. Peleando por un tercer puesto figuran el ultraderechista libertario Johannes Kaiser y Evelyn Matthei, rostro de la derecha tradicional pero que endureció su discurso en esta campaña: en el último debate prometió “cárcel o cementerio” para los delincuentes.

Atrás en intención de voto se ubican cuatro candidatos: Franco Parisi, Harold Mayne-Nicholls, Marco Enríquez-Ominami y Eduardo Artés. Si este domingo se confirman las predicciones de las encuestadoras, Jara ganaría la primera vuelta pero en un balotaje el escenario se torna más complejo: las tres (ultra) derechas podrían sumar fuerzas para impedir que llegue al poder una militante comunista.

Comunismo-anticomunismo
Cristian Pérez, historiador de la Universidad de Playa Ancha y autor del libro Con el fusil en la espalda, señala a PáginaI12 el perfil de Jara. “Es muy buena negociadora, es dura y al mismo tiempo cede cuando es necesario. La cuestión de que sea militante comunista es un desafío para su candidatura. El Partido Comunista chileno, distinto a lo que se cree, siempre fue una organización que luchó en los términos de la legalidad, no fomentó guerrillas. En 1980, durante la dictadura, cambió de política hacia lo que se llamó ´la rebelión popular de masas´ ,que contemplaba distintas formas de lucha, con algún componente armado, y duró seis años. Después recuperó su tradición política de lucha electoral. Por eso en el gobierno de Allende son los principales impulsores de la vía chilena al Socialismo”.

Para el historiador Pérez, persiste un fuerte anticomunismo aún en Chile. “Es un punto que el oficialismo tiene que contemplar, porque si gana, debe atender también a estos sectores, que involucran a tres segmentos sociales: el mundo popular, las élites provinciales, y el empresariado. Hay un porcentaje bien importante en la sociedad chilena que es anticomunista”.

La polarización que atraviesa el país andino se ve en el contraste de lugares y puestas en escena. Kast, quien va por el tercer intento por llegar al sillón presidencial de La Moneda, arengó a sus seguidores detrás de “una pecera” según sus propias palabras. “No le tengo miedo a nadie. Lo digo por el tema del vidrio que levantó polémica. A los delincuentes los vamos a ir a buscar y encerrar. Vamos a hacer respetar la ley y el orden”.

Kast calificó la Plaza de la Independencia de Concepción como una tierra de valientes. “Aquí se levantó por primera vez la bandera de Chile, la tricolor. Representa un Chile que no se rinde”. Le agradeció el apoyo al Partido Social Cristiano y prometió que su tercera postulación será la última: “la tercera es la vencida”.

Kast encarna una intensa lucha de las derechas corridas al extremo por alcanzar el balotaje. Compite con el libertario ultra Kaiser y Matthei, quien en 2013 perdió la segunda vuelta presidencial frente a Bachelet. Mattei, por Chile Vamos, cerró su campaña en Santiago y recordó a su mentor, el expresidente Sebastián Piñera.

El voto evangélico
Entre las banderas chilenas se veían otras con el nombre del alcalde de Concepción, el pastor Héctor Muñoz. El 20 por ciento de la población chilena se identifica como evangélica y su voto no es monolítico: según un sondeo de la Universidad Diego Portales un 30 por ciento vota por Kast.

Al respecto, Nicolás Panotto, director de la fundación Otros cruces, de análisis e incidencia sobre la religión y política en el estado de derechos humanos, señala a este diario: “Concepción además de ser un epicentro evangélico fuerte, es una de las ciudades como políticamente más conservadoras de Chile y de ahí se articula con lo evangélico. En las últimas elecciones presidenciales Kast sacó más votos en esa ciudad”.

La agenda moral es lo que más ha calado en este espacio, agrega el experto. “Kast ha sabido vincularse con presencia política en su agenda valórica, anti matrimonio igualitario, anti aborto, anti pastilla del día después. Hay sectores religiosos, como católicos reactivos, que desde lo moral quieren transformaciones más amplias, por ejemplo, cuál es el objetivo del Estado. En esa línea de ´más familia, menos Estado´ confluyen con los evangélicos”.

En un país más polarizado que nunca, los chilenos tendrán la decisión de seguir por la senda progresista o girar a la ultraderecha.

(*) Periodista. Pagina 12.ar

Compartí este artículo
Temas