Claudio Arbesún en el acto por el 103 aniversario del Partido Comunista del Uruguay (PCU) en la Plaza Mártires de Chicago. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

Claudio Arbesún asumió como senador de la República

Por Paola Beltrán

Claudio Arbesún prestó juramento como Senador y se convirtió en el ciudadano más joven en la historia del nuestro parlamento en asumir una banca en la cámara alta. Inició su militancia a los 15 años cuando se afilió a la UJC y a partir de ahí comenzó su militancia en el Comité de Base Cuaró. Militó en el gremio del IAVA, en la FEUU siendo estudiante de Ciencias Sociales, participó en las brigadas del SUNCA y del PIT-CNT, fue asesor del Instituto Cuesta Duarte y es el actual secretario general de la Juventud Comunista (UJC). En las últimas elecciones integró la lista 1001 siendo electo diputado suplente y senador suplente. El martes 7 de octubre, a casi un mes de haber cumplido los treinta años, edad mínima para asumir la titularidad, prestó juramento en el Senado. 

-¿Qué significa ese momento solemne pero también humano porque habla de una trayectoria y de un camino que has hecho?

No se si es contradictorio pero por un lado uno lo toma como una tarea más, con el compromiso con el que en general uno asume las distintas tareas que con los compañeros va definiendo de la militancia estudiantil y gremial etc, pero obviamente, al mismo tiempo, valorando la importancia que tiene por la repercusión que tiene participar ahí con los aciertos y con los errores desde el punto de vista político y social, entonces, hay un compromiso con tomarlo con la mayor seriedad posible, con la dedicación, con el estudio, con el respeto que tiene para la sociedad uruguaya aquellos que forman parte de los espacios de decisión que, en definitiva, impacta en la vida de todos. Hay el mismo compromiso de siempre pero también siendo consciente que no es cualquier tarea porque su impacto no es igual que todas las demás. 

-La discusión sobre la participación de los jóvenes en política siempre está en presente. Da la sensación de finalmente los jóvenes no solo discuten temas de los jóvenes y logran ocupar espacios de decisión.

Sí, nosotros ese tema lo venimos conversando con muchísimos compañeros de que nuestra presencia en esos espacios también sirva para colocar una desconfianza cuando nos quieren relegar a discutir «temas de jóvenes» que tienen que ver con una agenda que es importante, que nosotros promovemos y nos hemos puesto a la cabeza de ella, que tiene que ver con los derechos, muy asociada a la identidad propia, a tener reconocimiento social, libertades, pero que no se restringe nuestra vida a eso y que los jóvenes queremos y podemos discutir muchos otros temas que son temas de jóvenes. 

Hoy los jóvenes tienen especial dificultad para acceder a una vivienda y en el parlamento se están discutiendo un conjunto de proyectos que tienden a facilitar la capacidad que el Estado tiene de hacerse de las viviendas vacías o al mismo tiempo estimular que esas viviendas no estén vacías para tratar de bajar el precio del acceso de una vivienda en los lugares donde hay servicios. Eso tiene que ver con los jóvenes. 

Los jóvenes tenemos problemas para conseguir trabajo. Al cierre del gobierno anterior decíamos que uno de cada cuatro jóvenes no conseguía trabajo y uno de cada dos que conseguía trabajo ganaba menos de 25 mil pesos. Es un tema de jóvenes discutir el salario y discutir, como nosotros hemos planteado desde la 1001, una estrategia nacional de desarrollo que si se quiere apalanque sectores productivos que permitan generar puestos de trabajo de calidad, con  buenos salarios, por lo tanto tienen que ser procesos productivos que logren agregar valor a lo que producimos y comercializarlos a partir de ahí, que sean empleos estables, que no sean de 25 mil pesos, entonces, discutir el desarrollo nacional tiene que ver con los jóvenes.

Y así la violencia, cuando se discute la seguridad y la violencia en los barrios, en general son los varones, jóvenes pobres que, en esos barrios, fruto de sucesivas exclusiones, muchas vece para lograr acceder a los mismo que queremos todos, que es bienestar material, que es reconocimiento, que es identidad, que es pertenencia, son orillados a las economías ilegales e incluso quedan regalados al crimen organizado para poder lograr esas cosas que buscamos todos, fruto de esos procesos sucesivos de exclusiones de esos jóvenes en esos  barrios. 

(…) En general los que dicen «los temas de los jóvenes» no somos los jóvenes, son otros que quieren identificar cuáles son los temas de los que podemos hablar y de los que queremos hablar. 

-Hablabas al principio de las comisiones, de que aún se están organizando con la senadora Constanza. ¿Tenés una idea de dónde es importante que aportes el foco en esto del trabajo de las comisiones?

A nivel de diputados por ejemplo trato de apoyar y darle seguimiento a los temas que tienen que ver con seguridad, convivencia, con el INISA, los jóvenes que están institucionalizados, con fiscalía, con las cárceles, un tema que me interesa mucho y con la propia situación del lavado de activos como la contracara de un montón de fenómenos y procesos que impactan en nuestros barrios sobre todo y precarizar aún más la vida de gente que ya estaba precarizada con dificultades de acceso al trabajo, a la educación, a los servicios. Un poco por ahí van los tiros, nos iremos acomodando con Constanza, también conociéndonos, más allá de que nos conocíamos, pero conociéndonos más en el trabajo concreto y de mi parte toda la disposición de apoyar en lo que ella entienda pertinente. 

-¿Cómo es estar en el Parlamento? Sabemos que hay que estudiar mucho ¿cómo impacta pasar a ocupar esos espacios para un militante?

Te exige mucha capacidad de autoorganización, de identificación de temas de interés y de la capacidad que uno tenga de estudiarlos y de hacerle seguimiento. 

El Parlamento tiene tres roles, por un lado la representación política, los sectores que te eligieron, la visión de sectores sociales que querés representar. Por otro lado la labor legislativa que es la que es la que más se identifica en el parlamento, que es producir leyes y por otro lado el contralor, que también es muy importante. El parlamento tiene la tarea de hacerle el contralor a la ejecución de las políticas públicas, sobre todo el poder ejecutivo y entre esas tres vertientes de la tarea parlamentaria uno va equilibrándose. 

Hay mucho trabajo en equipo, tanto a la interna de la 1001, en donde está todo el equipo de diputados titulares pero todos ellos tratan de trabajar con la mayor cantidad de suplentes posibles y los asesores. Por un lado hay una primera distribución que tiene que ver con las comisiones que asume cada diputado, que es restringida, no pueden trabajar en todas las que quieran sino que tienen un número limitado y por otro lado una distribución que tiene que ver con la bancada de todo el FA. 

Hay un trabajo que creo que es muy bueno que se viene realizando en torno a la discusión del presupuesto nacional que empezó antes de que ingresara la ley de presupuesto al parlamento, en donde se juntaron todos los asesores de toda la bancada del FA, invitando incluso a aquellos del senado que quisieran sumarse y se armaron equipos por inciso. Un grupo de trabajo que va a trabajar todo lo que tiene que ver con el inciso ministerio del Interior, fiscalía e INISA, en ese estoy yo con otros compañeros de todo el FA y así sucesivamente con todos los incisos propendiendo a que se genere un trabajo transversal a toda la bancada. Que todos los asesores asesoren, de alguna manera, a toda la bancada y que todos los diputados del FA cuenten con la misma base de análisis del proyecto de ley presupuestal para discutir. 

Te permite especializarte mucho más en la temática, profundizar mucho más en el estudio de por qué viene cada propuesta, por qué se asigna cada peso que se asigna a determinado programa o a determinada institución y al mismo tiempo deja la base, y esa es un poco la idea que tenemos, de que estos equipos sigan trabajando hacia adelante durante todo el período de gobierno. 

(Ingresar al parlamento) es un trabajo colectivo, nadie llega ahí solo porque el trabajo de generación de organización, de generación de propuesta, de programa, todo el trabajo de la campaña electoral es siempre colectivo y por otro lado, como generación, tenemos cosas para decir porque los jóvenes en Uruguay se organizan y dicen muchas cosas y lo que está bueno, en todo caso, es que aquellos que nos toca entrar a estos espacios, podamos ser un vínculo para que esas opiniones que tenemos, esas demandas y propuestas lleguen a estos lugares que son de decisión. Pero gran parte del partido también se juega afuera y el rol que tiene también es ser el puente y que el parlamento no sea las decisiones de pocos entre cuatro paredes sino una caja de resonancia. 

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