UJC
El pasado fin de semana se desarrolló la VII Convención del Seccional de Educación Terciaria de la UJC, donde las jóvenes comunistas de la Universidad y Formación en Educación intercambiaron sobre la realidad de las instituciones educativas, la participación estudiantil y definieron los lineamientos para la etapa.
La instancia se dio con compromiso, fraternidad y también entusiasmo. Luego de un período de gobierno de espaldas a la Educación Pública, la llegada de un nuevo gobierno frenteamplista abre la esperanza de un nuevo ciclo de transformaciones para la ¨pública felicidad¨. Pero, los avances requieren lucha, organización y discusión política, con un pueblo organizado capaz de impulsar aquellos aspectos programáticos que lleven a una profundización democrática. Por ello, algunas demandas históricas tuvieron un lugar central en la discusión y las resoluciones de la Convención, como lo son el Presupuesto Nacional y la Universidad de la Educación.
El Presupuesto no como un fin en sí mismo, ni como la mera reivindicación de la cifra del 6+1%, sino como un eje transversal a los distintos avances que se hacen urgentes. Un aumento en la cantidad de becas tanto para formación en Educación como para la Udelar que permita el acceso y la permanencia de más jóvenes uruguayos en la educación terciaria, debe ser una prioridad. Un presupuesto justo para una mayor descentralización de la Universidad de la República hacia el interior, para ampliar las residencias estudiantiles, para mejorar las condiciones edilicias.
De igual manera la Universidad de la Educación constituye, tanto una demanda histórica, como una solución real para un salto cualitativo en la formación docente de nuestro país. Es necesario una Universidad que garantice la autonomía en sus definiciones, salvando la formación de los vaivenes que producen los cambios de administración, tal como sucedió con la última ¨transformación educativa¨. Una Universidad con cogobierno para democratizar las decisiones involucrando a la comunidad educativa, a quienes construyen día a día la formación docente. De igual manera una Universidad de la Educación permitiría un salto cualitativo en la capacidad de investigación y extensión, profundizando el conocimiento y las reflexiones sobre la enseñanza en nuestro país y acercándola al conjunto de la sociedad.
El desafío para impulsar estas transformaciones está en la organización popular. En ese sentido, se valoró positivamente el desarrollo de la FEUU en los últimos años, logrando reunir a su convención, definiendo con amplias mayorías una plataforma programática y tomando postura en la elección de rectorado, proceso que culmina con éxito tras la elección de Héctor Cancela, con participación y discusión por parte de los centros. Seguir construyendo una FEUU con centros más grandes, con capacidad de movilización, con vínculo fluido con la intergremial universitaria y con la unidad como principio, es la apuesta de la juventud comunista para los desafíos de la etapa.
También se valoró positivamente la revitalización de los centros de estudiantes de Formación en Educación en todo el país, proceso que culminó con el Congreso de Estudiantes de Formación en Educación hace solo unas semanas. Seguir fortaleciendo los centros y tender hacia aumentar la coordinación política y organizativa de los centros es un objetivo crucial para impulsar la concreción de la Universidad de la Educación y que este proceso sea con la participación de todos los institutos del país.
En un sistema que nos empuja al individualismo, donde el sentido común nos llama al ¨hace la tuya¨, las jóvenes comunistas de la Educación Terciaria se reunieron a discutir sobre qué educación pública queremos, resaltando los espacios colectivos necesarios para su construcción y reafirmando su compromiso con las causas populares. Para que la Educación Pública esté al servicio de las grandes mayorías y que las grandes mayorías puedan llegar a la Educación Terciaria. La discusión, la lucha y la organización no es sólo por los jóvenes que hoy en día estudian, sino también por los que vienen, y para que, quienes hoy en día no pueden llegar, puedan hacerlo mañana.