Entrevista con el director de El Siglo de Chile, Hugo Guzmán sobre el resultado de las elecciones y las perspectivas hacia la segunda vuelta.
El pasado domingo fueron las elecciones presidenciales en Chile, donde la candidata presidencial de Unidad por Chile, Jeannette Jara ganó con más del 26% de la votación, Jara se proclamó vencedora de estos comicios, seguida de José Antonio Kast del Partido Republicano, con el 24% de los votos. Ahora se viene la segunda vuelta el 14 de diciembre donde la pelea será intensa.
EL POPULAR entrevistó al periodista chileno,Hugo Guzmán.
– Cuéntenos sobre sus primeras impresiones, los primeros análisis que se están haciendo en Chile a partir de estos resultados.
Bueno, lo primero es que los resultados no marcan lo que hubiéramos esperado, no son del todo positivos. Jara tuvo un 26% a la fuerza socialdemócrata, progresista y de izquierda y de cara a la segunda vuelta lo más positivo era que estuviera arriba del 30%, pero obtuvo el 26% y solo aventaja por dos puntos al candidato a la extrema derecha José Antonio Kast.
Esto abre una segunda vuelta muy reñida, muy expectante y que va a requerir un gigantesco esfuerzo político, electoral y social. Después en el ámbito del Congreso, la derecha en la Cámara de Diputadas y Diputados está al borde de la mayoría simple, hasta estos momentos está ganando por un diputado esa mayoría simple.
La extrema derecha fue la que más avanzó y la derecha tradicional perdió mucho, hay que decir además que la derecha tradicional su candidata quedó quinta, cuando hace dos meses se la veía como que hasta podía ganar la elección presidencial y sin embargo quedó quinta, estamos hablando de Evelyn Matthei que representaba a los partidos más tradicionales post dictadura, a ella le ganaron los dos candidatos de extrema derecha, Kast y Johannes Kaiser, que es un hombre de un corte neofascista, reivindicador de la dictadura, que ha planteado el indulto a todos los violadores de los Derechos Humanos.
Volviendo al Congreso, se instala una fuerza mayoritaria de la derecha y la extrema derecha y en el campo de la izquierda y el progresismo los que tuvieron mejor resultado fueron el Frente Amplio, que no es una coalición como en Uruguay, sino que es un partido que tiene el nombre Frente Amplio y luego la segunda fuerza del oficialismo el Partido Comunista que aumentó de 10 a 11 diputadas y diputados y obtuvo un triunfo en el Senado, con lo cual pasa a tener tres senadores.
Entonces se abre un escenario complicado, de mucho desafío y hablando en términos muy globales de la social democracia, la izquierda y el progresismo, este es el peor resultado desde el fin de la dictadura.
– Boric en las elecciones anteriores, en primera vuelta, obtuvo un poquito menos que lo que está teniendo ahora Jara. Y sin embargo, hubo una segunda vuelta donde Boric terminó siendo presidente, ¿por qué eso no puede ocurrir ahora?
Primero, en esa elección veníamos saliendo del gobierno de Sebastián Piñera, donde estaba muy cercano lo que había sido el estallido social, había mucho descontento. Entonces, había una elección entre democracia y autoritarismo muy claro, muy definido. Y eso inclinó a que mucha gente prefiriera en la segunda vuelta votar por Boric, el segundo elemento es que en esa elección el voto no era obligatorio. Ahora sí y esos cinco millones que marcaron la diferencia son de sectores populares de regiones que están caracterizados como desinformados y despolitizados. El tercer elemento, es que ahora venimos saliendo de un gobierno donde hay mucho malestar por el alto costo de vida. El tema de la inseguridad que está inflado por los medios de derecha, pero existe.
El cuarto elemento, es que al igual que en otros países, aquí hay un avance de la extrema derecha, que está caracterizado por el populismo, por capitalizar el descontento, la frustración de la gente, por medidas facilistas, como, por ejemplo, atacar la migración de manera represiva, todo esto pone un tono desafiante hacia la segunda vuelta.
Es complicado, pero está abierta la ventana, en la segunda vuelta es una elección binaria. Son solo dos, entonces se piensa que se pueden captar votos en esa masa de cinco millones de electores. O sea, ahí hay gente que votó por los candidatos que no pasaron a la segunda vuelta y que podrían votar por Jara. Eso es lo primero, lo segundo es que el que ocupó el tercer lugar, Franco Parisi y el Partido de la Gente, tuvo el 19 % y ahí hay gente que no simpatiza con la extrema derecha.
Además, Jara dijo que la propuesta sobre el sistema de salud pública que hizo Parisi ella la va a incorporar en su programa, entonces ahí también hay un porcentaje de votos que pueden ir a Jara
Además, hubo gente del sector social demócrata liberal que votó por Mathei y que no va a votar por Kast. Algunos han dicho que van a anular o votar blanco, pero se espera que también haya de ahí un porcentaje que finalmente voten por Jara. No se puede hacer una sumatoria mecánica, incluso los expertos electorales más o menos serios de derecha, coinciden en que esto es una nueva elección.
– Con respecto a la candidata Jara, que la hemos podido seguir a través de las redes sociales y de los discursos que ha dado, tiene esa característica de ser una mujer que plantea todo el tiempo la posibilidad de articular, de construir acuerdos, de conversar…
Ella tiene que buscar acuerdos en relación a su programa. Y claro, lo que lo que usted señalaba es cierto, es un atributo de ella, porque logró el alza del salario mínimo, la reforma previsional y otros cambios legislativos que mejoraron las condiciones laborales de los trabajadores, lo logró negociando con la derecha y con los empresarios.
Jara ha puesto mucho énfasis en medidas muy concretas de mejora de la calidad de vida de la gente y ha demostrado que eso está financiado. Porque claro, a veces las candidaturas dicen voy a hacer tal plan, pero después resulta que el Estado no tenía el dinero para concretarlo.
Entonces ella está planteando cuestiones como un salario vital, que son 750 mil pesos, no sé cuántos dólares son esos, pero es algo importante para la clase trabajadora. La reducción del 20% de las cuentas de la luz. Un plan de ayuda para que los jóvenes trabajadores profesionales tengan acceso a la compra de vivienda. Cuestiones muy precisas en salud para mejorar la construcción de hospitales oncológicos en regiones donde no hay. Está poniendo mucho énfasis en esas medidas y también abordando con mucha fuerza el tema de medidas en cuanto a la migración ilegal y la seguridad pública.
– En Uruguay hay expresiones relativas a esta ola de las nuevas derechas, con algunos tintes medio fascistas, como la lógica de Milei, Bolsonaro, Trump, etc. Nosotros tenemos algunos chispazos, pero no lo tenemos tan instalado ¿Cómo vienen analizando este proceso y cómo se plantean enfrentarlo?
Es un tema controversial respecto al análisis del porqué ocurre esto, quizás nosotros mismos podemos tener alguna diferencia con ustedes. Yo le diría que, si ustedes todavía no lo tienen, lo importante es hacer cosas para que eso no ocurra. Porque mucho de lo que logra la extrema derecha es en base a los vacíos que deja la izquierda. O sea, en la medida que la izquierda no asume temas, problemas, demandas, necesidades de la gente, esto permite que ingrese el populismo, con las soluciones fáciles de la extrema derecha. Esa es una primera cuestión que aquí se ha planteado y lo han planteado intelectuales como Pablo Iglesias, por ejemplo.
Aquí en Chile ha habido críticas a Boric, porque había problemas para avanzar en la reforma en el Congreso, pero el gobierno pudo haber tomado medidas que no pasaban por el Congreso y no se hizo. No se tomaron ciertas medidas para abatir el alto costo de vida y eso genera frustración, que es una primera cuestión. La segunda cuestión que aquí se ha visto es que, como izquierda y pensamos que eso es válido para países como Uruguay, entrarle a la batalla cultural. Aquí hay un tema de fondo y es la cultura, alguna gente dice aquí que estamos comprobando que el mayor éxito de la dictadura no fue el económico, sino que fue cultural.
Hoy, por ejemplo, tenemos una generación joven que tú le dices que José Antonio Kats es fascista y te hacen una mueca. No saben ni lo que dice el fascismo o te contestan que él va a parar a los venezolanos que entran ilegales, va a poner mano dura, etc, etc.
Tenemos que contar que Kats fue a Hungría a ver el tema de la construcción que hicieron del muro con la frontera con Serbia,que fue a ver la cárcel de Bukele en El Salvador, que se contactó con la gente de Milei para ver lo de la reducción de las políticas públicas. Que está en contacto con el presidente ecuatoriano, para ver el tema del combate al narcotráfico. O sea, no sabemos tampoco qué va a hacer él, si va a empezar a promover la instalación de bases militares de Estados Unidos en Chile. Hay varias cosas que desde la izquierda y desde el progresismo podemos y debemos hacer en torno a cómo paramos, cómo frenamos esta oleada de extrema derecha, que está gravitando en nuestro continente y eso es esencial.





















