“Hay que reivindicar la militancia política”

Ana Olivera asume la presidencia de la Cámara de Diputados, es la primera comunista de la historia y la cuarta mujer en hacerlo.

GM

Ana Olivera milita en política desde muy joven, desde antes de cumplir los 18 en el movimiento estudiantil, fue perseguida por la represión y la dictadura y tuvo que exiliarse, en Cuba y en Francia. Retornó al país en plena lucha por la recuperación democrática y desde entonces ha militado sin pausa en el PCU y el Frente Amplio (FA). Tuvo responsabilidades a todo nivel, entre las más destacadas fue Intendenta de Montevideo, ministra de Desarrollo Social y diputada. Integra el Comité Central y el Comité Ejecutivo del PCU y la Mesa Política del FA. 

Ahora será la primera comunista de la historia, y la cuarta mujer, en presidir la Cámara de Diputados. Se niega que le hablen de “carrera política”, dice que nunca se imaginó tener esas responsabilidades y las asume como “una reivindicación de la militancia política”. Señala que el desafío es “seguir legislando para atender las necesidades de nuestro pueblo”

– ¿Qué significa asumir la Presidencia de la Cámara de Diputados? La pregunta es tanto desde el punto de vista de la trascendencia institucional que ello tiene, como para tu trayectoria personal como militante y las responsabilidades que ha tenido.

Creo que dijiste las dos palabras clave, responsabilidad y militante. Significa una enorme responsabilidad, porque es un año muy particular. Todos los años tienen sus características propias pero este año es electoral. Me dicen: Los legisladores están en otra, no va a haber mucha tarea; y en realidad la vida no se suspende porque haya elecciones y hay muchos temas que la Cámara debe resolver. Entonces, hay una responsabilidad institucional de quien preside la Cámara de buscar e impulsar y articular con todas las bancadas, porque ese es tu lugar para que, efectivamente, se traten los temas que deben ser tratados, porque tenemos muchas cosas que están a mitad de camino y quizás tenemos muchas otras que no han sido abordadas y tienen que serlo y que no implica lo que no se puede hacer este año desde el Parlamento que es generar gasto.

En segundo lugar, respecto a la enorme responsabilidad que siento en este año en particular, no creo en la carrera política, no existe eso. Ponelo bien grande, la carrera política no existe. Hoy estaba escribiendo lo que va a ser mi intervención, he tenido responsabilidades en mi vida que nunca me imaginé que iba a tener, desde que ingresé al Comité Central en realidad las asumo como responsabilidad militante. Reivindico la militancia política en el lugar que uno esté, soy la misma militante si voy al Comité Martín Fierro, si voy al Consejo Casavalle, si me reúno con las organizaciones sociales, si salgo de barriadas y golpeo puertas, esa es la tarea militante y hay que reivindicar la militancia. Por lo tanto, la asumo de esa forma. 

Me he dado cuenta de que hay muchas personas que no tienen idea de porque alguien que representa a la oposición, y encima es comunista, asume la Presidencia de la Cámara de Representantes. Pocas personas saben que es rotativa, es diferente a la Cámara de Senadores donde la presidencia la tiene la Vicepresidencia de la República.

En Diputados es distinto, el Frente Amplio, por primera vez, presidió la Cámara en 1997 y después ha ido alternando. Cuando fuimos gobierno no tuvimos la presidencia todo el tiempo tampoco, tiene una cosa de proporcionalidad que hace que en este período haya habido dos del Partido Nacional, uno del Partido Colorado y dos del Frente Amplio, en el segundo año lo fue el compañero Fratti por el MPP y en función de la votación le toca a la 1001 esta segunda presidencia del FA y por eso voy a estar ahí. O sea, tengo la misma responsabilidad que quienes me precedieron en la Cámara. Eso hace que yo no participe en las comisiones, eso hace que si quiero opinar tengo que dejar mi lugar de Presidencia para opinar de algún tema. Al mismo tiempo tiene una relevancia internacional que no me imaginaba. Una representación institucional que tiene relevancia.

-Está claro que asumís la Presidencia de la Cámara de Diputados por esa tradición democrática del Uruguay y por el FA, pero también sos la primera comunista en asumir esa posición en nuestro país. Tampoco es común en el continente, ni en el mundo, ¿eso significa un desafío adicional?

Siempre nos pasa a los comunistas, que nos sentimos responsables por todo (y culpables también), y en ese sentido el hecho de la representación reviste ese carácter. Desde el punto de vista de las mujeres, soy la cuarta mujer que está en la Presidencia desde que existen las Cámaras, y eso lo quiero destacar en marzo, mes de las mujeres. Nora Castro, también frenteamplista, fue la primera mujer en ser Presidenta de la Cámara. Y efectivamente el hecho de ser mujer, petisa y comunista, todo eso me pesa mucho más en cuanto a sentirme responsable por cada una de las cosas. Eso de la política y las mujeres y como se nos mide es importante, en estos días he tenido que referirme a otra discusión, vinculada a los dichos de Julio María Sanguinetti sobre Carolina Cosse, cuando dijo que era “conflictiva”, en todo caso puede ser confrontativa, pero ¿conflictiva? Hay algo bien interesante, a la mujer confrontativa no se la banca, se banca al hombre confrontativo. Es lo mismo cuando no importa si el hombre usa siempre el mismo traje, no es lo mismo para la mujer. Tiene muchas connotaciones respecto a lo cultural en todos los sentidos. En la cultura del ser mujer en política y todavía ser mujer y comunista. Esto tiene muchas puntas, vamos a estar como estuve cuando fui Intendenta de Montevideo, como cuando estuvimos con Marina al frente del MIDES, con la lupa siempre puesta en nosotros. Esto es así, pero quiero dejar claro que con esto no me victimizo. Ni por asomo. Solamente señalo las cosas como son.

-¿Cuáles son las prioridades que planteas que se pueden desarrollar en este período que vas a presidir la Cámara?

Es importante seguir legislando más allá de que sea un año electoral, seguir recibiendo los problemas y los planteos de las organizaciones sociales y que eso se traduzca en legislación. Tenemos proyectos de ley que vienen de larga data con reivindicaciones de las más variadas y otros, como en los temas de las regulaciones vinculadas a las plataformas, que no terminamos. Hay algunas regulaciones que están planteadas, pero desde la óptica del empresario. ¿Y los trabajadores de las plataformas? Lo que pasó con Pedidos Ya, ¿no amerita que pensemos en legislar? Tenemos algunas cosas que están en carpeta y deberíamos abordar y al mismo tiempo debemos seguir legislando sobre los temas que son acuciantes para la vida de nuestro pueblo. Esa es la primera prioridad. También está que, como me lo has escuchado decir muchas veces y ha salido muchas veces en El Popular, hay que salir de los mármoles del Palacio, lo hemos intentado, con la LUC, con la reforma jubilatoria, con el presupuesto, con la rendición de cuentas, etc., salir y al mismo tiempo que las organizaciones sientan que esta es su casa.

Foto de portada

La diputada de la 1001, Ana Olivera, asumirá este 1 de marzo la Presidencia de la Cámara de Representantes. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS.

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