El pasado sábado miles de personas protestaron en Tel Aviv contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Las protestas tuvieron como eje central el rechazo al reinicio de la guerra contra Gaza y en la misma los manifestantes exigieron que el gobierno alcance un acuerdo que permita el retorno de los restantes rehenes.
Según el portal insurgente.org, la manifestación “exigió al gobierno que revocara el despido del jefe de la agencia de seguridad Shin Bet, Ronen Bar”.
Los manifestantes, señala el medio de prensa ondearon banderas israelíes y centraron sus críticas en el Primer Ministro Netanyahu, a quien acusan de “socavar las instituciones políticas del país y de no importarle si los rehenes que aún retiene Hamás casi 18 meses después del ataque del 7 de octubre de 2023 viven o mueren”.
Según uno de los manifestantes, entrevistado por la agencia Reuters, “el enemigo más peligroso de Israel es Benjamin Netanyahu (…) porque no le importa el país, no le importan los ciudadanos”.
Parte de los manifestantes portaban un cartel donde se llamaba a detener la masacre en Gaza, al tiempo que coreaban que “la seguridad no se logrará bombardeando hospitales”.
