Por Walter Sosa (*)
A las 0 horas de este martes el Gobierno aumentó un 12 % el precio a los consumidores finales, de la nafta, el gas oil y el supergas.
Con los dos aumentos acumulados en menos de 6 meses, el gobierno subió las naftas un 19,14%; de $54,95 que costaba el litro antes de diciembre del 2020 ahora costará $U 65,47. El supergas subirá de $U 46,9 antes de diciembre, a $U 56,16, un aumento también de un 19,74%.
Además, en menos de un año subió dos veces el IMESI, disminuyendo los ingresos de ANCAP. Por el aumento de este impuesto, que grava los combustibles, se ha hecho una transferencia acumulada, con los dos aumentos, de casi 2.800 millones de pesos desde ANCAP a la DGI y por lo tanto al gobierno central.
Por otro lado, al aumentar el supergas en dos oportunidades y el gasoil ahora, aumenta la recaudación por IVA ya que este impuesto, en el caso del supergas, del gasoil y otros productos de ANCAP, es un porcentaje del precio.
En plena pandemia, en plena crisis económica, mientras baja el presupuesto, los salarios y las jubilaciones el Gobierno sube la recaudación impositiva y los precios de los combustibles, al contrario de lo que se prometió en campaña electoral.
Es falso que era imprescindible aumentar el precio final, es decir el que paga la gente, sostuvimos en el Directorio y reafirmamos que se puede reducir la ganancia de los privados y el peso impositivo y con eso no es necesario aumentarle a la gente.
Esto se explica con estos tres ejemplos sobre la composición del precio. Estos ejemplos toman los valores de antes del último aumento, pero los mantenemos porque demuestran que no era necesario aumentar una vez más el precio final de los combustibles y porque la estructura de precios se mantiene más allá de la variación de los valores.
1.En el Supergas, la garrafa de 13 kg sale $U 652 (sin costo de envío). De esos $U 652 a ANCAP le ingresan $U 114, a los distribuidores y envasadores en conjunto le ingresan en total $U 417 y a la Dirección General Impositiva (DGI) le ingresan $U 117 por IVA. Es decir, ANCAP recibe menos que los privados y la DGI. El resto es para pagar tasa de inflamable y tasa de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA).
2. La compra de 10 litros de nafta super sale $U 583,5. De esos $U 583,5 a ANCAP le ingresan $U 204, a los distribuidores y estaciones de servicio en conjunto les ingresan $U 89 y a la DGI le ingresan $U 281 por IMESI. Es decir, la DGI recibe el 48% de lo que paga el cliente. El resto es tasa inflamable, fletes y tasa URSEA.
3. La compra de 10 litros de gasoil 50-S sale $U 404. De esos $U 404 a ANCAP le ingresan $U 221, a las distribuidoras y estaciones de servicio en conjunto les ingresan $U 66,9 y a la DGI le ingresan $U 72,9 por IVA. El resto es Fideicomiso del Boleto, tasa inflamable, Fletes y tasa URSEA.
Por eso pienso que reduciendo los impuestos y las ganancias de los privados no es necesario aumentar los precios de los combustibles a la población.
En resumen: El gobierno no cumplió sus promesas; subió la recaudación impositiva en cuatro oportunidades, subió dos veces los precios de los combustibles y al mismo tiempo dañó la economía de ANCAP y de la población.
(*) Director de ANCAP por el Frente Amplio.
Esta nota es una ampliación de la publicada al momento de anunciarse el aumento en nuestro Portal https://elpopular.uy/otro-aumento-de-combustibles/