Desde este lunes y por orden directa del presidente de Estados Unidos ha sido desplegado en Los Ángeles un batallón de 700 infantes de Marina.
Los efectivos, informó El Diario NY, se unirán “a los más de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional enviados previamente con el objetivo de contener las protestas por las redadas migratorias”.
El envío de la nueva fuerza fue confirmado por el Departamento de Defensa a través de un comunicado donde se afirma que “el Comando Norte de EE.UU. ha activado el batallón de Infantería de Marina que se declaró en estado de alerta durante el fin de semana”.
Los 700 Marines, detalla la comunicación oficial, “pertenecen al 2.º Batallón, 7.º Regimiento de Marines, 1.ª División de Marines”.
A pesar de su movilización y envío a la zona, recuerda el medio de prensa estadounidense, “el personal del Cuerpo de Marines y de la Guardia Nacional (…) no están autorizados, “según la ley federal, a ejecutar arrestos”.
La noticia del envío de los marines fue rechazada por el gobernador demócrata Gavin Newsom quien señaló que “los marines estadounidenses han servido con honor en múltiples guerras en defensa de la democracia. Son héroes. No deberían ser desplegados en suelo estadounidense, enfrentándose a sus propios compatriotas, para cumplir la fantasía desquiciada de un presidente dictatorial. Esto es antiamericano”.
