8M: Juntas, unidas, más firmes que nunca

Miles de mujeres nuevamente en la calle defendiendo sus derechos y van por más.

La avenida 18 de julio se vio chica ante la marea violeta que inundó las calles de alegría y lucha. Las mujeres de las ollas populares la encabezaron y detrás de ellas las organizaciones sociales y sindicales completaron un panorama de alegría, coronado con consignas de unidad e igualdad.

Mas temprano, la Secretaría de Género, Equidad y Diversidad del PIT-CNT realizó un encuentro con numerosas militantes y distintos medios de comunicación, para presentar su proclama reivindicativa en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Gretel Artola, Carolina Bruni, Alejandra Otero, Lorena Luján y Flor de Liz Feijoo, leyeron el texto que repasó la historia y origen del 8M.

Proclama 8M

“Cada 8 de marzo nos convoca, nos interpela, genera debates, motiva consignas, plataformas, metodologías de lucha. Nos unifica en la marea violeta que inunda nuestras calles. En los últimos días nos han preguntado decenas de veces el porqué de nuestra consigna. Qué significa reivindicar un Feminismo de Clase, qué queremos decir con eso, hacia donde apuntamos. Para nosotras resulta tan natural y obvio que muchas veces nos sorprendió la pregunta. ¿De dónde surge el 8 de marzo? ¿Cuál fue su origen?

Una breve síntesis nos ubica en 1856 en EEUU, donde 15.000 mujeres se lanzan a las calles tras una plataforma que incluía la reducción de la jornada laboral, eliminación del trabajo infantil, capacitación, y el derecho al voto entre otros puntos. La consigna fue Pan y Rosas, en una brillante síntesis de lo que significa una vida digna.

Unos años después, lideradas por las Planchadoras de Cuello, pero convocando a más de 40.000 personas se inicia la llamada Huelga de la Blusa, que inunda las calles de Nueva York con la misma consigna y los mismos reclamos. Se extendió desde el 22 de noviembre de 1909 hasta el 15 de febrero de 1910. A poco de levantada la huelga el 28 de febrero del mismo año se conmemoró en todos los Estados norteamericanos el “Día Nacional de la Mujer Trabajadora”

Ese mismo año, al otro lado del Atlántico, durante la segunda Internacional de la Mujer Socialista, Clara Eissen, más conocida como Clara Zetkin propone un Día Internacional de la Mujer Trabajadora que es resuelto por unanimidad, sin definir una fecha precisa. El 19 de marzo de 1911 el mismo se conmemora en Dinamarca, Austria y Suiza.

A pocos días, el 25 de marzo se produjo un incendio en la fábrica Triangle Shirtsway en Nueva York, cerrada por fuera por sus propietarios para evitar que el personal se sumara al Sindicato y a la lucha. El saldo fue 146 personas fallecidas, 129 de ellas mujeres, muchas de entre 15 y 17 años. Unos años después, en 1917 en San Petersburgo miles de mujeres se lanzan a la huelga bajo la consigna de Pan y Paz. Era el 23 de febrero en el calendario Juliano ruso, 8 de marzo en el Gregoriano utilizado en Occidente.

Su origen es de lucha Obrera. De Clase. Debemos saber de dónde venimos para tener claro hacia dónde vamos.

Pan y rosas, pan y paz, hoy sigue habiendo guerras y muertes absurdas, guerras imperialistas y guerras en las calles donde muchas veces mueren nuestros jóvenes, producto del narcotráfico, seguimos diciendo Pan y Rosas, seguimos diciendo Pan y Paz.

La Asamblea Nacional de Las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo Día Internacional de la mujer, pero nosotras seguimos reivindicando este día como el Dia Internacional de la mujer trabajadora, porque no olvidamos la historia de las mujeres que desde su condición de clase lucharon fervorosamente por conquistar derechos que tenemos hoy y derechos que aún seguimos peleando.

Hoy en Uruguay convocamos por primera vez desde nuestra Convención y Plenario a parar a las mujeres, y esto marca un antes y un después, pero en ese después una enorme responsabilidad de todas, todos y todes en seguir construyendo perspectiva de género desde nuestra identidad de clase, pero también deconstruir la cultura patriarcal que transversaliza toda la sociedad y la cual no es ajena a los ámbitos mixtos en que las mujeres militamos todos los días del año.

Hoy hay quienes se deben llamar a silencio, las protagonistas somos las mujeres. Pero que se sepa que con la misma responsabilidad histórica que siempre ha actuado este movimiento sindical, paraguas de las y los más débiles, que lucha por todas las injusticias, si no se le pone el pienso en como generamos la condiciones para la participación de las compañeras, estamos fallando cuando hablamos de Vida Digna y de Igualdad.

Desde nuestra consigna, que también es histórica para nosotras, también nos definimos feministas. ¡¡Si el feminismo lucha por la igualdad claro que lo somos!! Dentro de la enorme diversidad de feminismos, nosotras estamos inmersas en la lucha de clases y la damos junto a nuestros pares y por eso apuntalamos a un feminismo de clase, porque la Memoria es nuestro tesoro. La Memoria resuena en el silencio cada 20 de mayo y estremece. Y cada 27 de junio, este año con más fuerza aún a 50 años de la Huelga General, como no pensar, no imaginar a aquellas mujeres, luchadoras, obreras, trabajadoras, estudiantas, dispuestas a entregar su vida por la democracia y por el afán de generar igualdad. Por eso nos definimos feministas de clase porque estamos de este lado de la historia, del lado de las causas populares, nunca del lado de la opresora.

Luchar por la igualdad también es luchar contra todo tipo de discriminación, y quien duda que quienes más la sufren son las mujeres afro. Si razonamos cuando nacieron nuestros abuelos, nuestros bisabuelos, cuan cerca queda ese 1842 año en que se declaró la abolición de la esclavitud en nuestro país. Es tan cercano en tiempos históricos que pesa en los hombros de las mujeres afro y pesa en el desarraigo cultural que les quisieron imponer más cercano aún en el tiempo, en la dictadura, pero que no pudieron, porque el amor a su ancestralidad y la solidaridad de su cultura las mantuvo y mantiene en pie de lucha. Por eso somos Antirracistas.

Y nombramos a todas, a las obreras y a las trabajadoras, a las migrantes y a las mujeres de los pueblos originarios, a nuestras mujeres rurales, a las” amas de casa”, a las mujeres que hoy no tienen techo y que seguramente ni siquiera escuchen esta proclama. A las mujeres de las ollas y merenderos, luchadoras por dignidad en nuestro campo popular. A las despedidas de sus empleos por causa de la represión por patronales como la de Radio La R.

A las jóvenes, a las adultas, a las adultas mayores, a las jubiladas y pensionistas que cobran miseria, a las que vivieron todo y hoy nos apapuchan cuando decaemos, porque son mujeres sabias.

Hoy el Capitalismo, el sistema económico imperante que en nuestro país tiene su fiel representante en el gobierno de derecha, arremete para seguir recortando nuestros derechos. Todas y todos sabemos que necesitamos una reforma de la seguridad social, pero lo que instala el gobierno no es una reforma, es un recorte. No es justa, ni solidaria, ni integral, y a quien perjudica más es a las mujeres. Con este recorte quieren que trabajemos más años, y que ganemos menos, nos quita derechos a la viudez y ni siquiera toma en cuenta el sistema integral de cuidados. Las mujeres más pobres serán las más perjudicadas y las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional, las AFAPs, serán las únicas beneficiadas.

La derecha conservadora se ensaña con las mujeres. Con la ley de adopciones favorece a las familias más ricas, el proyecto de Tenencia Compartida permite que un progenitor violento se haga cargo de sus hijos, el proyecto de Subrogación de vientres puede conducir a la mercantilización de nuestros úteros, el nuevo proyecto sobre el convenio 190 de OIT, Convenio que nos da herramientas en el ámbito del trabajo para combatir el acoso moral, la violencia e incluye la violencia basada en género, desvirtúa su esencia. Fuimos el primer país del mundo en ratificarlo y hoy el primer país del mundo en desvirtuar su concepción eliminando la “violencia basada en género” de su texto, entre otras y condicionando al acoso a ya a saber cuántas veces te tienen que acosar, para que lo reconozcan. Todo contra nosotras desde este sistema que utiliza a la cultura patriarcal para subyugarnos. Por eso somos Anticapitalistas.

Este 8 de marzo por los motivos antes dichos es histórico, pero dentro de nuestra plataforma también como un punto relevante queremos trasmitir, que este paro convoca a las mujeres asalariadas y a las no asalarias y convoca a la organización de todas.

El trabajo no remunerado que realizan miles de mujeres debe ser reconocido y se deben generar políticas públicas que subsanen esta desigualdad. Muy fuerte decimos, una cosa es el que hacer por amor, y otra cosa es la obligación del cuidado en un hogar. El sostén que hace a la reproducción de la vida y que el sistema capitalista usufructúa y no paga, es equivalente al 20 % de nuestro PIB.

Si hacemos la tarea en la casa para que la vida se desenvuelva fuera de la casa, las políticas públicas deben reconocerlo.

Una cosa es el amor, otra la obligación. Y otra la consecuencia que es la dependencia. Y la dependencia económica hace a la violencia por que termina en sometimiento.

En el día de hoy, 8 de marzo 2023, le solicitamos una reunión a la Mujer que dirige la economía de nuestro País, la ministra de Economía Azucena Arbeleche, que esperamos se concrete en el correr de este mes. Queremos acercarles nuestra plataforma junto a otras organizaciones y además preguntarle por qué los más de 40 femicidios el año pasado y los 5 de este año, más las miles y miles de denuncias por violencia basada en género no merecen un presupuesto para prevenir, para educar a nuestra niñez, para atender a las mujeres violadas, maltratadas, para que todas puedan contar con un hogar, para que este flagelo terrible de nuestra sociedad termine.

Hoy nos encontraremos y reencontraremos, marchando, nosotras y ese “Alerta” que resuena en cada marcha y en todas las calles, en esa voz que nos unifica siempre.

Saludamos a todas las mujeres trabajadoras, asalariadas y no asalariadas, y en particular al feminismo obrero y popular. Juntas, unidas, más firmes que nunca.

¡Marea violeta! ¡Marea Feminista! ¡Salud Mujeres!”

Proclama de organizaciones sociales

“Doble trabajo no remunerado y perseguido

Un nuevo 8M nos encuentra a las mujeres juntas en las calles, luchando contra la opresión patriarcal, denunciando la violencia y el abandono del Estado. Estamos en 2023, el primer año fuera de la pandemia, y a pesar de los anuncios del gobierno que indican mejoras en las condiciones económicas el hambre no ha cesado. Las mujeres venimos cubriendo todos los retrocesos a costa de más explotación y precarización. El retiro del Estado y el desmantelamiento de las políticas públicas llevadas adelante por el MIDES, implicó que las mujeres asumiéramos tareas de atención de mujeres e infancias que sufren violencias, que nos hiciéramos cargo de garantizar la comida a cientos de miles de familias que comen en ollas populares, pero no sólo nos ocupamos de la alimentación sino también de las múltiples demandas que crecen en la medida que se precariza y vulneran los derechos. Las mujeres de las ollas y merenderos sostienen barrios enteros a lo largo y ancho de todo el país. Esta respuesta popular y feminista expone escandalosamente la ausencia del Estado que ya retiró los apoyos a las ollas, precisamente en este mes de marzo.

El ataque a la solidaridad y a las acciones colectivas se profundiza en la medida que avanzan fuerzas conservadoras y fascistas en los territorios, en los medios de comunicación y en la política. El ataque a la solidaridad es también un ataque a las mujeres porque, como dijimos, estamos al frente de cientos de iniciativas de apoyo, sostén y cuidado de mujeres e infancias frente al terrible desamparo que sufren del Estado. Rechazamos enfáticamente las prácticas de espionaje a militantes sociales y la persecución a estudiantes de secundaria por ser “feministas” por parte de autoridades cercanas a presidencia.

Violentadas y asesinadas sin importancia

En los últimos años algunas respuestas estatales hacia las mujeres en situación de violencia se han debilitado; como son los subsidios de alquiler para mujeres que se atienden en servicios especializados, los refugios del MIDES, donde el último año falleció una mujer producto de un incendio por las malas condiciones edilicias. La falta de presupuesto a la Ley Integral contra la Violencia de Género hace que sigan sin existir los Juzgados Multimateria y que los anunciados nuevos Juzgados especializados en el Interior del país carezcan de condiciones mínimas de seguridad y no revictimización, como es el Juzgado de San Carlos. Exigimos, una vez más, la implementación de los Juzgados Multimateria en tanto solucionarán varios de los problemas de acceso a la justicia que nos afectan. En lo que va del año, 5 mujeres fueron asesinadas y 45 en 2022; 8 niños fueron asesinados por sus padres en el mismo año; aún esperamos justicia por las mujeres trans asesinadas; seguimos en Emergencia Nacional sin una estrategia del Estado y siendo constantemente revictimizadas. La Asociación de Defensores de Oficio denunció las condiciones edilicias del Juzgado Especializado de San Carlos, donde víctimas y victimarios se encuentran en la misma habitación. Repudiamos la cultura de la violación y exigimos educación sexual integral para enseñar a respetar los límites del consentimiento, a no explotar sexualmente de niños, niñas y adolescentes, a no acosar a las mujeres en ningún espacio y a no violar. Observamos cómo se instrumenta desde el gobierno una transformación educativa que nuevamente no incluye la educación sexual integral.

Gestación subrogada

Rechazamos el proyecto de ley votado en Diputados que amplía la gestación subrogada porque abre un mercado de vientres de alquiler que vulnera los derechos de las mujeres para satisfacer el deseo de algunas personas de ser padre o madre con sus propios genes pero sin poner el cuerpo. Rechazamos la utilización de los cuerpos de mujeres pobres como vasijas y la compraventa de bebés.

Más pobre de jubilada, trabajando mucho más

La reforma de la seguridad social nos afecta más a las mujeres, por el hecho de percibir el 78,4% del total de ingresos de los varones (Inmujeres, 2021). Por otra parte, la informalidad laboral es mayor en mujeres del interior del país. Las mujeres pobres tienen una tasa de empleo del 38% (ONU Mujeres, 2021). Y, si a esto le agregamos que las mujeres dedican ⅔ de su tiempo al trabajo no remunerado y sólo ⅓ al remunerado y sumamos el alargamiento de la vida laboral, se agudiza la tensión entre nuestra doble jornada laboral (trabajo remunerado y no remunerados), y por tanto la perpetuación de la precariedad de nuestras vidas.

Mujeres privadas de todo por pobres

Mientras el Parlamento no derogue el art. 74 de la LUC que criminaliza de manera brutalmente desproporcionada a quién ingrese unos gramos de droga a la cárcel, se destruyen familias y dejan a numerosos niños, niñas y adolescentes institucionalizados. Porque el microtráfico tiene cara de mujer, joven, con familia a cargo y vulnerada por múltiples violencias, quienes en su mayoría ingresan droga porque son manipuladas emocionalmente por sus parejas o por miedo a represalias a sus familiares privados de libertad. Más aun sabiendo que la realidad de las personas privadas de libertad es tortuosa y que la cárcel no es la mejor solución. La vida digna sí.

Racismo invisible y profundo

Las mujeres afro, siguen siendo víctimas del colonialismo, capitalismo y racismo imperante, que las somete a la pobreza, a la indigencia, las criminaliza, las mata y descarta como basura, a ellas y a sus hijos/as/es. Las condena a trabajos precarizados, mal pagos, a la informalidad y la precariedad laboral. El racismo las convierte en objetos sexuales permanentes, negando su capacidad intelectual y saberes, sus experiencias de vida. Su historia es de liberación y lucha de un esclavismo que continúa hoy sin cadenas.

Explotación extractivista de los cuerpos de las mujeres

El modelo productivo extractivista que instalan grandes empresas multinacionales para usufructuar nuestros bienes naturales, legitimando prácticas machistas y patriarcales, ubicando a las mujeres como moneda de cambio. Los casos de las trabajadoras sexuales violentadas en emprendimientos productivos del sector forestal es un claro y triste ejemplo, mujeres golpeadas dentro de los predios empresariales, mujeres asesinadas donde nadie investiga los hechos. Trata de mujeres con fines de explotación sexual totalmente naturalizadas y aceptadas por quienes deben velar por su inexistencia.

Crisis ambiental y sequía

Las mujeres hemos sido las que históricamente cultivamos la tierra y producimos alimentos, conservamos semillas, cuidamos el agua. En momentos donde el cambio climático no es un problema de futuro, sino que es una realidad que provoca pandemias, sequías, incendios, fríos extremos y que de continuar con este modelo de consumo, este sistema de explotación de las personas y de los recursos naturales el mundo como lo conocemos desaparecerá dejando por el camino un tendal de hambre y muerte.

Luchamos en todos los espacios, contra todas las opresiones

Desde una mirada que nos una a todas, desde un feminismo interseccional, que nos reconozca en nuestra diversidad, que no admita lo trans excluyente. Que amplifique nuestras voces, que reconozca las múltiples capas de opresión que cada una vive, en cada espacio que habitamos. Luchamos porque nuestras voces sean escuchadas, aún en un contexto donde se desprestigia nuestra voz con actos violentos y con descalificaciones e insultos”.

Foto de portada:

Gretel Artola, Carolina Bruni, Alejandra Otero, Lorena Luján y Flor de Liz Feijoo en la conferencia del PIT-CNT. Foto PIT-CNT.

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