Las protestas comenzadas en Ecuador el lunes 13 de junio van por su onceno día y desde su comienzo se han producido cuatro muertes.
Las masivas protestas convocadas por la CONAI en rechazo a los precios de los precios de los combustibles, el alto coste de los productos básicos, incluye además la demanda para “que se condonen deudas a familias campesinas” y en rechazo a las privatizaciones de las empresas públicas y la proliferación de la actividad minera y petrolera en la Amazonía.
Tras once jornadas el enojo de los manifestantes ha ido en ascenso y con ello, la violenta respuesta de las autoridades y sus fuerzas de seguridad, lo que ha traído como consecuencia la muerte de cuatro personas.
Según declaró el ministro del Interior ecuatoriano, Patricio Carrillo, las muertes reportadas son “daños colaterales».
«Existen cuatro personas que han perdido la vida en las manifestaciones», confirmó el ministro que agregó, «lamentamos todos los daños colaterales (…) la policía protege derechos, no ataca, pero tiene que defender las libertades del resto también» declaró Carrillo.
En sus declaraciones el ministro ha insistido en desvincular a las fuerzas de seguridad por las muertes ocurridas y para “demostrarlo”, señaló “que la primera de las víctimas, el lunes, se trataba de un joven que cayó desde una altura de 100 metros”.
El hecho, que el funcionario ecuatoriano minimiza, fue denunciado por varias organizaciones de derechos humanos en el país ya que la muerte se produjo cuando un contingente policial lanzaba gases lacrimógenos para impedir la entrada de los manifestantes a Quito, capital del país.