20230512/ Mauricio Zina - adhocFOTOS/ URUGUAY/ MONTEVIDEO/ SOCIEDAD/ Manifestación del Sindicato de Trabajadores de Acodike en la Planta de Acodike en Montevideo. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS En la foto: Manifestación del Sindicato de Trabajadores de Acodike en la Planta de Acodike en Montevideo. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS.

Conflicto Acodike: La solidaridad sigue en pie

A casi 120 días del conflicto en Acodike los trabajadores esperan una solución. 

El presidente de la Asociación Laboral de Funcionarios de Acodike y Supergas (ALFAS), Andrés Guichón, informó a EL POPULAR que el conflicto “está en una etapa definitoria”. 

“Hicimos algunas gestiones con el Ministerio de Trabajo y el PIT-CNT, como para que el Poder Ejecutivo sea parte de una salida, ya sea con ANCAP o quien el Poder Ejecutivo entienda mejor”, explicó el dirigente. 

“Para nosotros con ANCAP sería una de las posibilidades más fáciles, entendemos por los trabajos y empresas que se depende que justamente es ANCAP el rubro del que venimos nosotros”, agregó. 

“Estamos buscando una solución por ese lado, sabiendo que con Acodike es bastante complicado, pero por lo menos es necesario dar un cierre a la situación de los trabajadores”, agregó Guichón. 

“Que el conflicto de Acodike siga, pero ya con una situación diferente, o sea no tener trabajadores a la expectativa de que va a pasar con ellos. Es así que manifestamos esta postura en la mañana de hoy (por el martes) en el Ministerio de Trabajo y quedamos a la espera de una nueva comunicación”, explicó el dirigente.

Según informó Guichón el Ministerio de Trabajo iba a realizar algunas gestiones y “se iban a comunicar con nosotros, sabiendo que la situación en ANCAP esta justamente en una etapa media complicada de conflicto, pero esperemos que eso no impida que podamos avanzar en esta propuesta que pusimos sobre la mesa”, contó.

 La propuesta de carácter genérica implica que a los trabajadores que están a la espera de una solución laboral se les pueda hacer una extensión del Seguro y que se genere una bolsa de trabajo, “donde a medida que se vayan generando vacantes en las empresas que trabajan para ANCAP (así como hay supergas hay otras que trabajan para la misma), se puedan tomar trabajadores de dicha bolsa”, explicó Guichón. 

No están solos

El dirigente agregó que es necesario seguir llamando a la solidaridad del pueblo uruguayo, “para colaborar con estas familias. Hemos hecho un grandísimo esfuerzo desde el sindicato para poder sostener la olla y las cuentas de los compañeros, pero cada vez se nos hace más complicado”, advirtió. 

“Estamos a la puerta de los 120 días de conflicto y cualquier ayuda y momento que la gente se pueda tomar para conversar con los compañeros es muy bueno. Así los compañeros pueden seguir sintiendo el respaldo de que no están solos en este conflicto, que además ha sido larguísimo”, agregó el dirigente de ALFAS. 

La carpa sigue instalada frente a la planta de Acodike. Actualmente unos 14 trabajadores están a la espera de una solución laboral. El paso del tiempo también deja sus huellas. Y por supuesto el frío, las noches crudas, duras, producen un efecto erosivo contra los trabajadores que resisten una feroz embestida patronal. Los huelguistas resisten, están cansados, golpeados, pero resisten. Llevan varios días con temperaturas heladas durante las noches, apenas mitigadas por una estufa a gas. Nada más que eso. El viento impacta desde dos o incluso tres costados de la carpa, y también se cuela por debajo, levantando tierra y lo que encuentre a su paso.

Cuando cae el sol, el frío se hace sentir en la carpa. Y si bien los preparativos de la olla para la cena de los huelguistas brindan un calor distinto, solidario y con aroma a compañeros y compañeras, esa calidez de hermanos y hermanas de lucha, de sueños y futuro -acompañados casi siempre por un puñado de sus familiares- sostienen la esperanza.  

La carpa tiene unos 10 metros de largo, y está dividida en dos espacios diferenciados: el más amplio -en el que se pasa la mayor parte del día y de la noche- que cuenta con bancos de madera, sillas de plástico, un generador, una televisión con Chromecast, bolsos, mochilas, un par de alargues y unos cuantos cargadores desparramados por todas partes; una estufa a gas, algunas frazadas, unos pocos libros y un par de revistas. Del otro lado de la ‘pared de lona’, está la zona destinada a guardar los alimentos y los implementos de cocina. Allí se preparan almuerzo y cena, y se guaran las donaciones fundamentalmente de frutas, verduras, fideos, porotos, yerba y huevos, que se encuentran apiladas de manera sumamente ordenada, para llevar un cierto control de lo que se puede disponer y lo que comienza a escasear. «No hay palabras de agradecimiento por la solidaridad de todos los sindicatos. Es emocionante todo lo que nos han acompañado desde el primer día; viniendo a brindar su voz solidaria y con alimentos, donaciones y poniéndose a disposición para que no estemos solos».

Durante la charla de los trabajadores con el portal web del PIT-CNT, y, por cierto, en distintos momentos de los días y las noches desde que se instaló la carpa y se declaró la huelga, muchos camiones, camionetas, ómnibus y autos que pasan por Camino Lecocq tocan sus bocinas y gritan consignas de aliento a los huelguistas. El barrio late. «Es que durante la pandemia nuestro sindicato fue solidario con el barrio. Tratamos de ayudar mucho con las ollas, comedores, con clubes y organizaciones sociales. Todos los meses, desde el sindicato donábamos entre 30 y 40 garrafas de 13 kilos a ollas y merenderos. Creo que la gente tiene memoria y sabe de qué lado se para en este conflicto. Y ahora son ellos los que se arriman con un alimento para ayudar».

Muchos de los huelguistas son jóvenes. Esta es su primera huelga. Ya saben de conflictos y embates antisindicales, pero ahora están afrontando una huelga dura. En este contexto, el sindicato dispuso que se armen canastas de alimentos para que las familias que lo necesiten con mayor urgencia puedan llevar a sus hogares algo básico, mientras dura la huelga.

Agustín tiene 28 años, no tiene hijos y durante la charla con el presidente del sindicato, se mantuvo en silencio, atento, sin hacer ni un gesto. No quiere hablar, pero algo dice. Sus ingresos del Seguro de Paro se han achicado y su situación no está sencilla. De todos modos, dice que hay que pararse duros y resistir. Y agradecer la solidaridad sindical. Dice que las noches son muy frías en la carpa y que un poco con la estufa y otro poco con los partidos de truco y rondas de mate, se pueden sobrellevar esas horas largas hasta que sale el sol. «El aguante acá está, y estamos peleando todos los días».

Nicolás tiene 33 años, es padre de dos hijos y tiene la voz grave y metálica como un barítono del Coro del Sodre. Es de los que trata de «no contaminar» a sus hijos con la lucha y la huelga. A su lado, Miguel sonríe mientras escucha a sus compañeros. También es padre de dos hijos, de 3 y 14. El adolescente ya está informado por sus compañeros del liceo y el tema de la huelga ya se ha conversado en la familia, «aunque no es consciente de lo duro que es esto».

Ellos dicen que la única forma de levantarse todos los días y seguir adelante dando esta batalla es con voluntad, compromiso y confianza en la herramienta sindical. «Trataremos de salir parados de la mejor manera de este conflicto», aseguran.

Foto de portada:

Manifestación del Sindicato de Trabajadores de Acodike en la Planta de Acodike en Montevideo. Foto: Mauricio Zina / adhocFOTOS.

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