El jueves 9 de febrero la Asamblea General se reunió en una Sesión Extraordinaria, para, a solicitud de varios legisladores, considerar “los hechos políticos acaecidos en el mes de febrero de 1973”.
EL POPULAR trascribe la intervención del diputado de la 1001 y el Frente Amplio, Daniel Dalmao.
“Cada vez que se analizan determinados hechos históricos es muy tentador caer en algunas situaciones, que en realidad no ayudan, o pueden no ayudar, a interpretar cabalmente cosas que pasaron en un pasado no tan lejano. Uno de los peligros, una de las tentaciones, es intentar, y realmente acá ha estado en muchos casos, utilizar una interpretación determinada de unos hechos históricos para justificar posturas actuales, o para utilizarlo como parte de la discusión actual política que tenemos en nuestro país. Tampoco ayuda eso.
Otra de las tentaciones cuando se estudian, se analizan este tipo de hechos, es querer analizar lo que hicieron los protagonistas del momento con lo que conocemos hoy, lo que se dice vulgarmente: con el diario del lunes. Obviamente, que muchos de los elementos que tenemos hoy no los tuvieron los que le tocó actuar en el momento. De ahí que, obviamente, pueda haber errores de apreciación. Y una cosa son los errores, y otra es de qué lado se puso cada uno, y ahí no es un tema solo individual. Acá se ha resaltado mucho determinados protagonistas que, por importantes que sean, no sustituyen al conjunto del pueblo, no sustituyen a las masas. Y eso no está acá, es un tema transversal que lo discutían en aquel momento.
También es un hecho bastante trivial, una decisión política, los cortes que se hacen históricos ¿por qué se elige febrero? Ya varios legisladores, sobre todo de nuestra fuerza política, se han referido a eso.
Por supuesto que no pueden entenderse los hechos de febrero sin mirar antes, ¿por qué no nos paramos 10 años atrás, 12 años atrás? ¿Y para adelante? ¿No tiene que ver con febrero la crisis que se vivió durante la década de los 60? Aunque podemos ir un poco más atrás, ¿no tiene nada que ver eso con lo que se vivió?, ¿no tiene nada que ver la crisis que se vivió con las políticas que se llevaban adelante?
Acá parece ser un tema de algunos militares, y algunos civiles heroicos, sobre todo cuando se elige resaltar de una forma muy selectiva tanto a actores políticos como sectores sociales o partidos políticos. Cuando se hace de forma tan selectiva nos queda esa sensación de que hay un interés determinado en esa interpretación. No es que podamos extraernos de nuestra condición, de nuestra ideología, de nuestra concepción, de a qué pertenecemos, pero la historia ha avanzado muchísimo, desde el punto de vista científico, una cosa son las interpretaciones, pero hay una base muy importante, y en nuestro país vaya si la habrá, que nos permiten analizar, aunque mantengamos nuestra visión, nuestra concepción, pero analizar con elementos muchos mucho más ciertos. Algo que está demostrado, creemos que, por todos los historiadores actuales, es que es una falacia hablar de la famosa guerra o de los dos demonios, eso está demostrado hasta el cansancio que es una falacia, no tienen ningún sustento real. Sin embargo, algunos escriben sobre eso, popularizan la teoría, y hasta logran que se pretendan incorporar esos textos a los planes de estudio, sacando otros de historiadores de verdad.
Sin duda que hay que insistir mucho, si queremos de verdad conocer más. El aprender, el conocer que está incorporado a la razón de ser del ser humano, siempre quiere aprender. Tenemos que mirar todos esos años anteriores. Hoy un compañero que habló anteriormente decía lo de la guerra fría, el papel del imperialismo, el papel del imperio norteamericano en todo el contexto latinoamericano: ¿eso no tiene nada que ver? ¿Era solo tema de algunos militares? ¿Las políticas económicas y sociales que provocaron esa crisis, eran llevadas adelante por los militares? ¿No había partidos políticos atrás que gobernaban y decidían esas políticas económicas y sociales? A lo cual, el pueblo no asistía pasivamente, se movilizaba en contra de esa política económicas. Y vaya si la clase obrera tiene muchísimos ejemplos a resaltar, de porqué se movilizaban, y eran reprimidos y no tenían nada que ver con la guerrilla, y los llevaban presos, y los hacían hacer instrucciones militares. Había tortura en años anteriores, está más que demostrado que había tortura, y en ese momento ¿no gobernaban partidos políticos? ¿No hay responsabilidad ahí? ¿Basta con decir que todos tenemos culpa? Una cosa es haber cometido errores, otra cosa es haber tomado decisiones que llevaron a esa crisis y que a tanta gente hicieron pasar mal, y que deterioraron tanto la calidad de nuestra democracia. Y ahí había decisiones, había más que personas, había partidos políticos que tomaban esas decisiones, gobernantes que tomaban esas decisiones. Cuando gobernaban una y otra vez bajo las Medidas Prontas de Seguridad: ¿eso no tenía nada que ver con el deterioro de la democracia?, ¿quiénes decidían las Medidas Prontas de Seguridad?, ¿quiénes votaron la Ley de Seguridad del Estado?, ¿quiénes votaron el Estado de Guerra Interno?, ¿subidos a eso cuántos crímenes se cometieron?
Es mucho más que decir que todos tenemos algo, es tratar de ver el todo, hacer el mayor esfuerzo por ver todo el contexto y no quedarnos solo con aquellas cosas que pueden servirnos para justificar hoy una postura ideológica.
Mártires de la democracia, lamentablemente, se dieron antes de los hechos de febrero y antes de la dictadura. Hoy parece que esa reinterpretación de los hechos a alguno lleva a insistir con que el golpe de Estado fue en esa fecha y no el 27 de junio. Con el hecho de repetir eso parece que alcanzaría. No alcanza con repetirlo.
Es cierto que la cuestión no es en un día determinado, que es un proceso que hay que mirar, y que todo ese proceso llevó a la dictadura. Pero hay algunos tuvieron muy claro donde tienen que pararse. La clase obrera del Uruguay ya tenía desde antes del 64, cuando se da el golpe de Estado en Brasil, ya tenía definido que, si acá venía un golpe de Estado, una dictadura, se la iba a enfrentar desde el primer día. Y cumplió. No todos lo respaldaron. No todos los sectores políticos se jugaron de la manera que era necesaria, como la clase obrera lo hizo a partir del 27 de junio. Fueron 15 días heroicos de una huelga, que no pudo detener la dictadura, no la pudo parar, pero sí la hizo, como decían nuestros mayores, nacer herida de muerte, porque no pudo tener un contenido popular.
Entonces, también es cierto, acá se insiste, y se toman algunos editoriales de El Popular, ojalá esto sirviera para que ahora se lea más El Popular. Ahora es un semanario, en aquel momento era un diario, ahora sale los viernes. Se puede leer todo, todos los números de El Popular, hay archivos, y ya que en lugar de leer esos tres o cuatro posteriores al 9 de febrero, que además hay que leerlo y no decir lo que dicen que dijo, hay que leerlos. También hay que leer todos los anteriores, el respaldo a la democracia, a todas las luchas de los trabajadores, en general a la sociedad que quería vivir mejor, y la denuncia de esas políticas crueles que se llevaban adelante. Esa imposición. Y que la dictadura tuvo mucho que ver con eso, vaya casualidad.
Durante la dictadura, los trabajadores perdieron por lo menos la mitad del salario, no podían desplegar toda su lucha, era muy difícil, aunque militancia siempre hubo. Entonces la dictadura ¿no tuvo nada que ver con una concepción de política económica? Para nosotros, en ese sentido, fue una continuidad de la década anterior.
Se toma como pretexto la violencia ¿no había violencia antes de la guerrilla?, ¿no había violencia que no tenía nada que ver con la guerrilla?
Algunos compañeros acá enumeraron casos. Violencia muchas veces amparada, sino no podía existir de esa manera, amparada desde distintas esferas del Estado.
Decíamos que el leer todas esas editoriales puede ayudar también a ver todo el proceso. Nosotros no decimos, los comunistas, que no cometimos errores, nunca. Pero es un atropello, es una afrenta, primero a todos esos que nombró hoy Oscar Andrade, pero muchos más, a muchísimos militantes clandestinos durante todos los años de la dictadura, a muchísimos que se movilizaron antes, durante y después. Es una afrenta terrible que no podemos permitir, el inferir que, de algún error o alguna interpretación, que de ahí puede deducirse respaldo a la dictadura, eso es una barbaridad. La historia lo puede demostrar claramente, donde estuvieron nuestros militantes. Oscar nombró unos cuantos, muchísimos más podemos nombrar que transcurrieron y se sacrificaron de muchísimas maneras, para defender la democracia.
Y cuando hablamos de autocrítica, que acá dicen que todos se la hacen, ¿de dónde salieron los cuadros que gobernaron durante la dictadura?, ¿los que no eran militares, de qué partido político salieron? Los que formaron el Consejo de Estado, que ocupó acá este lugar, ¿de dónde venían? Sin duda que mucho de ellos venían de los partidos tradicionales, y que siguieron después, porque cuando hablamos de mea culpa, terminó la dictadura y muchos de esos integrantes del Consejo de Estado, participantes de la dictadura en muchos lugares de gobierno, continuaron, volvieron a integrar listas de esos partidos, y fueron electos democráticamente e integraron este cuerpo. ¿Dónde está el análisis de verdad de eso, de poder considerar todo y decir que todos hacemos autocrítica? No solo Consejeros de Estado, intendentes. Yo vengo de un departamento, donde había un intendente electo en democracia y cuando se da el golpe de Estado continúa siendo intendente durante la dictadura, hasta el 77, que fallece en un accidente. ¿Cuántos otros intendentes? Y otros que fueron intendentes durante la dictadura, y después de la dictadura. Entonces, la crítica vamos a hacerla de verdad, vamos a traer más elementos.
Nosotros estamos convencidos que hoy defender la democracia, es trabajar, aportar para profundizar esa democracia, que sea un lugar donde la gente pueda vivir cada vez mejor, que tenga derecho al trabajo, y que mejore cada vez más su calidad de vida, una democracia avanzando no estática, no solo con aquello que votamos cada cinco años, que tenga que ver con la vida de la gente. Eso es para nosotros defender la democracia. Y también es verdad y justicia. Montados sobre esos objetivos de una democracia cada vez más democracia, más avanzada, con verdad y justicia, con distribución de la riqueza que se genera, ahí sí, sobre eso podemos gritar bien fuerte: Viva la democracia y nunca más dictadura”.
Foto de portada:
Cámara de Diputados en el Palacio Legislativo. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS.