Denuncian en Consejo de Seguridad de la ONU dramáticas situaciones de violencia en Haití

La violencia en Haití ha ido creciendo de forma exponencial, afirmó ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, larepresentante especial de la ONU en dicho país, Maria Isabel Salvador.

La funcionaria señaló que desde comienzos del actual año “la violencia de las pandillas (…) se está extendiendo a un ritmo alarmante en zonas que antes se consideraban relativamente seguras en Puerto Príncipe y fuera de la capital”.

De acuerdo al portal de noticias del organismo internacioba, Salvador ejemplificó la situación señalando que, “de los 692 incidentes criminales sucedidos durante el primer trimestre del año pasado, que incluyen homicidios, violaciones, secuestros y linchamientos, se pasó a 1647 en el mismo periodo de 2023”.

Las bandas armadas, añadió, se han tornado más violentas en su accionar y ha pasando a disputar “el control de barrios de la capital”, todo ello “con escasa o nula presencia policial”, lo que ha conducido a que “algunos residentes han empezado a tomarse la justicia por su mano”, una dinámica que “conduce indefectiblemente a la ruptura del tejido social, con consecuencias imprevisibles para toda la región”, afirmó la alta funcionaria de la ONU.

En su descripción del cuerpo de policial local, Salvador destacó, las deficiencias de una institución que sufre, en primer lugar, del personal suficiente, además de estar “mal equipado para responder a los actos violentos y a la delincuencia”.

“Las muertes, los despidos y el aumento de las dimisiones entre los policías han reducido su dotación operativa de 14.772 a unos 13.200 efectivos, de los cuales sólo unos 9000 realizan tareas policiales. En todo el país, apenas unos 3500 están en servicio de seguridad pública constantemente”.

En contrapartida con esto, alertó, “el reclutamiento de nuevos policías se ha detenido debido al deterioro de la seguridad y a las limitaciones logísticas”.

Para Salvador es urgente avanzar “en la búsqueda de una solución de ámbito nacional para el prolongado estancamiento político” y afirmó que el mismo permitiría “restablecer la seguridad de forma sostenible y duradera”, permitiendo, además mayor “estabilidad social y económica”.

En el actual escenario, enfatizó, “los haitianos continúan padeciendo una de las peores crisis de derechos humanos en décadas”, algo que se hace visible en “las entrevistas realizadas por la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití”.

De ellas emerge, “que las bandas siguen utilizando la violencia sexual, incluida la violación múltiple, para aterrorizar e infligir dolor a las poblaciones que viven en zonas bajo el control de sus rivales”.

Las denuncias recibidas señalan ue dichas pandillas “utilizan otras formas de violencia sexual, como la explotación sexual, contra mujeres y niñas que viven en comunidades bajo su influencia”

“Estoy profundamente conmocionada por las informaciones de francotiradores que atacan indiscriminadamente a civiles”, reconoció y agregó que “en este contexto de alta vulnerabilidad, las bandas armadas reclutan a niños”

Pese a lo positivo del nombramiento de un Experto Independiente en Derechos Humanos, a petición del gobierno haitiano, Salvador subrayó que “la mitad de la población haitiana, alrededor de 5,2 millones de personas, precisa ayuda humanitaria” y que “el número de desplazamientos internos” experimentó un aumento del 50% en Puerto Príncipe con relación al año anterior.

Para la experta del organismo internacional se torna urgente la necesidad de una fuerza internacional especializada, bajo directiva del Consejo de Seguridad, tal y como fuera solicitada en octubre del pasao año por el Secretario General dee la ONU, Antonio Guterrres.

“El rápido deterioro de la situación de seguridad exige que el país permanezca en el centro de la atención y la acción internacionales”, por lo que “un mayor retraso a la hora de abordar la inseguridad sin precedentes en Haití podría provocar también un desbordamiento de la inseguridad en la región. El apoyo decisivo del Consejo de Seguridad sigue siendo crucial para garantizar la seguridad, el Estado de derecho, la estabilidad y la paz en Haití”, concluyó enfatizando.

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