Paola Beltrán
Juan Castillo, secretario general del PCU y futuro Ministro de Trabajo brindó la última entrevista del año a EL POPULAR en Radio realizando un balance del proceso de lucha que llevó al triunfo del Frente Amplio (FA) y un reconocimiento al esfuerzo militante que lo hizo posible.
Actitud militante
Termina un año de muchas jornadas militantes, a lo largo del año el conjunto de sectores, de militantes, de la lucha popular, hemos contribuido a una gesta histórica de nuestro pueblo y creo que hay que colocarla en la justa dimensión que esto tiene. Porque han sido horas largas, han sido días y semanas muy largas en las que hemos contribuido en la militancia, en la que hemos tratado de llevar nuestra opinión, nuestra propuesta, tratando de dar respuesta y de esclarecer a nuestra población al mismo tiempo que peleábamos y luchábamos, revirtiendo cuestiones no tan gratas, pero de todas formas poníamos en la práctica y en la calle eso de que a mal tiempo buena cara.
Y esa es la actitud militante que nosotros saludamos, es tal vez de las cosas más preciadas que a nosotros nos gustaría trasladar a cada compañero y a cada compañera en todos los rincones del país y aún fuera de fronteras, porque nos tocó estar este años tres veces con los compañeros y compañeras de Buenos Aires y otros lugares de Argentina y veíamos cómo fue, trabajosamente, elaborando el triunfo de nuestra fuerza política del FA y la contribución para tener un gobierno de signo de izquierda en los próximos cinco años.
Nosotros veníamos de una derrota bastante complicada después de quince años de gobierno, hubo que hacer, en todo este período, no solamente las giras y las recorridas dando la cara, asumiendo la derrota, haciendo auto crítica, haciendo que la gente, nuestra población, nos dijera a dónde estaban los errores cometidos, qué identificaban ellos como carencias, qué había que corregir, qué era lo que nosotros teníamos que, rápidamente, enmendar a los efectos de ganarnos la confianza de nuestra población.
Hubo que salir en las giras y las recorridas por todos los barrios y localidades con “El FA te escucha», para salir a conversar, a escuchar y a ponernos en contacto con la población. Trabajamos y participamos todos y todas en lo que fue la construcción de Programa, desde las Unidades Temáticas, las comisiones partidarias, las Coordinadoras, Departamentales, los debates en los Comité de base que hacíamos cada uno de nosotros y nosotras trasladando las ideas y los contenidos de lo que necesitábamos hacer.
Hubo que salir después a preparar el Congreso, en medio de la movilización popular, no ajeno a ella, en medio que levantábamos firmas contra la LUC, en medio de que apoyábamos la papeleta rosada y casi casi anduvimos arañando el triunfo en singulares condiciones. Porque hubo también debates en medio de la Reforma de la Seguridad Social en la cual no siempre todos y todas estuvimos de acuerdo y aparecían distintas concepciones en la raíz y en el seno de nuestra población en donde utilizando, capaz que herramientas o instrumentos distintos que obedecían a las preocupaciones de la clase obrera y los trabajadores, también allí poder colocar una opinión política, poder coordinar con el FA tratando de que nadie se sintiera postergado, marginado, sino que al revés, escuchado y comprendido.
Todo eso fue ocurriendo, eso fue lo que pasó sintéticamente también en este año 2024 que estamos despidiendo. Y a la luz de los acontecimientos, esa lucha, esa constancia, esa coherencia, esa porfiada forma que tenemos las y los frenteamplistas y los comunistas dentro del FA, nos dio la posibilidad de, en varias instancias distintas, con las elecciones internas del FA, con la primera vuelta de octubre y finalmente con esa jornada impecable del 24 de noviembre, derribar todas las encuestas, todas las estadísticas y devolverle a nuestra región, a nuestro continente y al mundo lo que significa la porfiada organización de unidad de nuestro pueblo, triunfando otra vez como FA.
No fue espontáneo
Todos comprenderán que ninguna cosa es automática, el pueblo uruguayo necesitaba un triunfo y esto era una cosa a la que nosotros teníamos que contribuir, generar las condiciones objetivas a los efectos de poder trabajar con un plan, planificando cada una de las situaciones y rendir cuentas después de esa planificación, de la pelea, de la movilización y de la lucha.
La clase dominante es implacable y además de tener un domino total de toda la sociedad, un control del aparato del Estado, recursos económicos con bastante disponibilidad y el aparato de los medios de comunicación a su servicio, mayoritariamente, no todos ni por unanimidad, pero mayoritariamente, a pesar de todo eso había que construir una fuerza de pueblo organizado.
Una clase dominante que increíblemente rodeaba y protegía a concepciones entreguistas, corruptas, de acomodo por doquier. Una cosa increíble que tiene varias expresiones, que tiene la expresión de haber instalado todo un piso de Torre Ejecutiva al servicio, prácticamente, del delito, que era lo que encabezaba Astesiano; porque tiene además la histórica, que va a quedar para toda la vida, que oficialmente el gobierno le propició un pasaporte a un narcotraficante que estaba en la cárcel en un país árabe. Es increíble, todo el continente buscándolo y desde el gobierno de Lacalle, le hicieron un pasaporte.
Porque hay denuncias concretas de integrantes del gobierno que por orden de la Torre Ejecutiva se rompieron el expediente. Es porque además cuando se fue a interpelar, cuando el Parlamento fue a actuar, cuando llegó la denuncia a niveles políticos y se convocaron a los ministros involucrados, se organizaron, integrantes del gobierno, con un saludo del Presidente que dice que pasó “solo a saludar”, a una reunión que se estaba organizando para mentirle al Parlamento. O sea, se organizaron para faltarle el respeto al Parlamento elegido por nuestra población.
Porque hubo situaciones de todo tipo que han ocurrido y que parece que alguien las quiere hacer olvidar, de utilizar organismos del Estado o instancias de gobierno de nuestro país para acomodar a todos sus amigos y familiares como sucedió en la Intendencia de Artigas o como sucedió en Salto Grande. Porque se tapaba también con organizaciones y estructuras del Estado lo que había sido la violación a menores, como ocurrió por parte de un exsenador que está purgando pena en la cárcel. Todo eso ocurrió en medio de la descripción que hacíamos de movilización y de lucha.
Y mientras tanto se rebajaron los salarios, caían las jubilaciones, se reducía el empleo, y en el medio de esa situación, no en otra, no en un escenario deseado, en este escenario tan adverso es que nuestro pueblo hizo conciencia política, venció todas estas adversidades, rompió además esa frontera que crea el miedo de las clases dominantes para optar por la opción del FA. Entonces, por delante también va a seguir quedando esa tarea de ir generando, gestando ese bloque social y político de los cambios en donde nosotros tenemos que valorar mucho cada milímetro de avance que tengamos en función de tanto retraso que generaron estos cinco años que prometían ser los cinco mejores de nuestras vidas y terminaron siendo, para la inmensa mayoría de los compatriotas, los peores momentos que no se quieren ya recordar.
La lucha sigue
Nosotros teníamos un primer gran mojón que era derrotar a la clase dominante que dejó el país en estas condiciones y recuperar para el pueblo un gobierno del FA.
Después del triunfo nos abrazamos y apenas hubo unas horas de festejo y luego ya, inmediatamente, a poner cabeza en lo que va a pasar a partir del 1 de marzo. Cómo es que nosotros vamos a llevar adelante ese Programa elaborado por la mayor parte de la población frenteamplista y votado por la mayor parte de la población del país y ahora transformarlo en medidas concretas. No es fácil porque cada cosa que estamos viendo y cada cosa que se destapa encontramos que el país está un poco peor de lo que imaginábamos. En cada una de las cosas y seguramente en su momento se rendirá cuenta a la población de cuál es el punto cero, como dice Yamandú Orsi, en su momento lo comentaremos.
Pero es mejor tener desafíos, siempre es mil veces mejor estar en una situación de desafío constante por tratar de recuperar lo perdido, por hacer un mundo más justo, que seguir teniendo un gobierno de estas características que ya se va.
Cada día que me levanto o que me acuesto soy consciente del desafío (por su nueva responsabilidad como ministro de Trabajo), porque aquí no hay, obviamente, ninguna cuestión personal, sobre nuestros hombros hay una mochila enorme que son las expectativas, que es la esperanza de nuestra gente. Yo dije la misma noche del 24 que tenemos casi margen de error cero. Yo diría que casi, casi, tenemos que cometer la menor cantidad de errores posibles y si lo cometemos, en función de la tarea que tenemos, que no perjudique a ningún compañero y a ninguna compañera. Yo reivindico que el error es humano, sí pero, hay errores y hay horrores.
Cuando uno está respaldado por un activo de militantes, cuando estás rodeado de compañeros y compañeras que te lo hace saber de distintas maneras, con cara más adusta, a veces con una sonrisa dibujada en su rostro, pero haciéndonos ver los errores que podemos llegar a cometer, corregir cualquier carencia que nosotros podamos tener y suplantarlo con ese respaldo a los colectivos, a nuestra Agrupación, a nuestros sectores, a nuestras estructuras orgánicas, a los Comité de Base, esa es una de esas tareas. Yo se que hay una parte formal más que importante, que es cómo conformás el equipo de la gestión, cómo nosotros delineamos estrategias, cómo nos ponemos metas y objetivos también y cómo vamos rindiendo cuentas.
Uno tiene que acostumbrarse que si el que nos coloca en esta responsabilidad es nuestro pueblo, al pueblo le debemos todas las explicaciones y tenemos que rendirle cuenta del por qué se hicieron unas cosas y por qué no se hicieron otras. Nuestra población lo entiende y ha demostrado la madurez de un pueblo que ha luchado y cada vez que se pone las pilas y lucha nadie ha podido con él.
Por tanto, sí, trabajando a full, sí dejando todo para armar un buen colectivo, una estrategia y estamos absolutamente convencidos, vuelvo a decir, de que no hay nada más lindo que pelear por los derechos de nuestra población.
Un gran abrazo a todos ustedes, un enorme abrazo a las estructuras orgánicas, ojalá, porque lo merecemos, que tengamos un buen año, mucho mejor que el año que estamos despidiendo.