De forma oficial el Tribunal Supremo Electoral (TSE de Bolivia anunció que el expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), quedaba oficialmente fuera de las elecciones presidenciales previstas para el próximo 17 de agosto.
La decisión fue anunciada por el secretario de Cámara Fernando Arteaga y en la misma se argumenta que la inhabilitación se produce debido a que Morales no logró inscribir su candidatura, dentro del plazo establecido, por la falta de personería jurídica del partido con el que intentó postularse.
Según la agencia EFE, “ni el nuevo instrumento político “Evo Pueblo” ni el Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), al que Morales había recurrido, están habilitados legalmente”.
La decisión del TSE es categórica: “Evo Pueblo no posee personería jurídica y Pan-Bol la perdió hace dos semanas”.
El Tribunal Constitucional Plurinacional reiteró, además, lo que establece la constitución sobre la reelección: que esta es posible solo una vez de forma continua, ratificación que, de acuerdo a la agencia de prensa, deja al expresidente Morales “sin sustento legal” para una nueva postulación, ya que ejerció la presidencia en tres mandatos consecutivos.
La exclusión de Morales impacta en el mapa electoral boliviano y abre espacios para nuevas alianzas, tanto dentro como fuera del MAS, al tiempo que despierta interrogantes sobre la capacidad del gobierno actual para asegurar la unidad en la próxima elección.