La impresión de pasaportes uruguayos por parte de la empresa lituana Garsu Pasaulis, ha sido objeto de fuertes críticas.
De acuerdo a la agencia de noticias MercoPress, el principal problema de dicha adjudicación realizada por el gobierno uruguayo radica en que la empresa lituana es propiedad del empresario bielorruso Viktor Shevtsov, quien está “sancionado por la Unión Europea”.
La adjudicación de la impresión de los pasaportes, añade la agencia de noticias, “ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad e integridad del sistema de identidad del país”.
A dicha empresa, el gobierno de Lituania le canceló un contrato en 2024, “por temor a que se comprometiera su seguridad nacional”.
Grasu Pasaulis, provocó además un escándalo en Kirguistán, tras ganar una “licitación de pasaportes biométricos por 12 millones de euros”, lo que derivó en una “investigación por corrupción”.
La empresa ha sido involucrada, además en Zimbabue en “prácticas irregulares en la obtención de contratos de documentos de identidad”.
En esa misma línea una investigación de periodistas lituanos destapó “una red de actividades controvertidas que vinculan a Garsu Pasaulis con el monopolio de la industria holográfica bielorrusa”.
Para ello, en 2011, dichas entidades crearon en Lituania, “la empresa GP Holographics, dedicada a la producción de hologramas que se han utilizado en documentos destinados a terceros países”, uno de los principales accionistas de esta empresa es Viktor Shevtsov, sobre quien se afirma es “la mano derecha del gobernante bielorruso Alexander Lukashenko”.
Aunque la directora de Garsų Pasaulis, Anna Janauskienė, ha insistido “en que todos los vínculos con GP Holographics se cortaron en 2022”, investigaciones recientes indican “que Garsų Pasaulis transfirió sus acciones de GP Holographics a Shevtsov a través de un intermediario”, siguiendo estando ambas empresas “registradas en Vilnius con la misma dirección” y compartiendo “el mismo administrador contable”.
De acuerdo al medio de prensa. “Shevtsov posee actualmente el 70% de las acciones de GP Holographics, mientras que el 10% pertenece a la empresa bielorrusa Holographic Industry, y el 15% restante está en manos del director general de esta última, Alexander Babarenko”.
La licitación adjudicada por el gobierno uruguayo ha despertado el temor de que con los antecedentes de la empresa elegida se abra un camino para “la producción de pasaportes falsos que podrían terminar en manos de redes criminales en Rusia y Bielorrusia”.
En Lituania, Garsų Pasaulis fue declarado por las autoridades como “poco fiable”, prohibiéndosele “firmar futuros contratos gubernamentales”.