La pasada semana dio inicio al segundo proceso judicial contra el excapitán de la Marina uruguaya Jorge Trócolli.
El represor uruguayo ya había sido condenado a cadena perpetua en un juicio anterior por crímenes de lesa humanidad y en esta ocasión el nuevo proceso en Italia es por los homicidios del ciudadano argentino, José Luis Potenza, de su esposa italiana Raffaella Filipazzi, y de la uruguaya Elena Quinteros.
En julio del pasado año Jorge Troccoli, fue condenado a cadena perpetua por la justicia italiana, quien lo juzgó junto a otros 13 militares y civiles latinoamericanos.
En esa ocasión, reseña el diario Página 12, “se los consideró responsables del homicidio de 43 ciudadanos de distintos países en el contexto del macabro Plan Cóndor, el plan que coordinaba la represión entre las distintas dictaduras sudamericanas de los años 1970-80”.
Tanto Potenza, como Filipazzi, añade el medio de prensa, “fueron secuestrados en Montevideo en 1977 y trasladados a Paraguay donde fueron asesinados”.
El ciudadano argentino era militante peronista y trabajaba en la Biblioteca del Congreso Nacional en Buenos Aires.
El secuestro del matrimonio Potenza Filipazzi se produjo en el Hotel Hermitage de Montevideo.
Luego del secuestro, Potenza fue conducido al centro de detención clandestino de Asunción del Paraguay, conocido como “La Emboscada”, mientras que su esposa en la cárcel “El Buen Pastor” de Asunción.
Los restos de la pareja fueron hallados años más tarde e identificados en 2016.
Por su parte, Elena Quinteros, quien trabajaba como maestra, era una activa militante del sindicato de trabajadores de la educación y de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) de Uruguay, militando, además, en la Federación Anarquista Uruguaya (FAU).
Quinteros fue arrestada el 26 de junio de 1976 y llevada al centro de detención clandestino llamado “300 Carlos”.
Dos días después de su secuestro y pretextando que delataría a un contacto, se hizo conducir cerca de la embajada de Venezuela, momento en que intentó escapar para solicitar sin éxito, asilo en la dependencia diplomática.
Recapturada fue conducida al batallón de Infantería 13 donde se la sometió a crueles y sistemáticas torturas de acuerdo a lo que denunciaron otros detenidos.
Hasta la fecha sus restos mortales siguen sin aparecer.
Integrante activo del Cuerpo de Fusileros Navales (FUSNA), Tróccoli llegó a ostentar los grados de capitán de la Armada.
Cuando la sede del FUSNA se transformó, en 1972 en una cárcel para los presos políticos al principio y luego en centro clandestino de detención y tortura después, Jorge Néstor Tróccoli, quien figuraba también como miembro de los Servicios de Inteligencia uruguayos, tuvo una activa participación en los secuestros y torturas aplicadas a cientos de personas de distintos países.
Cuando en el año 2007, la justicia uruguaya se disponía a iniciar el enjuiciamiento del represor, este huyó a Italia, donde finalmente fue descubierto, detenido, enjuiciado y condenado en julio de 2021 a cadena perpetua luego del proceso conocido como “Juicio Cóndor”, un proceso judicial contra los militares latinoamericanos.
Desde entonces el represor uruguayo se encuentra en la cárcel.