La investigación que se realiza en Estados Unidos contra el hijo del presidente Joe Biden ha tomado nuevo impulso a partir del conflicto entre Rusia y Ucrania.
Nuevamente, consigna Prensa Latina (PL) Hunter Biden ha vuelto a estar en los titulares de prensa, haciendo más complejo el “escenario interno que enfrenta el jefe de la Casa Blanca, cuyos índices de aprobación no suben”.
La investigación contra Hunter data de 2018 y durante los últimos meses, recuerda PL que cita fuentes de la CNN, “una oleada de testigos” han aportado testimonio a los investigadores federales, un proceso que aún no concluye toda vez que se espera que el número de testimonios se incremente en el correr de las próximas semanas.
Dirigida por el Departamento de Justicia, la investigación se ha centrado en “las actividades comerciales y transacciones financieras de Hunter Biden”, haciendo especial foco en los tratos que éste mantiene con Ucrania y otros países.
Cuando Hunter Biden reconoció la existencia de la indagación a la que estaba sometido, declaró, mediante un comunicado su confianza de que “una revisión profesional y objetiva”, daría cuenta de cómo el manejo de sus negocios se realizaba “de manera legal y adecuada, incluso con el beneficio de asesores fiscales profesionales”.
Tal y como recuerda la agencia de noticias, la indagatoria es dirigida por el fiscal federal en Wilmington, Delaware, David Weiss y en ella se busca “determinar si el hijo de Biden y sus socios violaron algunas leyes, como la del lavado de dinero, impuestos y cabildeo extranjero, así como regulaciones sobre armas de fuego”.
El proceso de investigación, señalan algunos observadores está lejos de llegar a su fin y se prevé que el mismo atice “el fuego en las campañas de cara a noviembre, cuando los demócratas tratarán de mantener su control en el Capitolio”.
La pasada semana, recuerda PL, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció tener en su poder la correspondencia de Hunter Biden, donde se documenta sus relaciones financieras con “los biolaboratorios para usos militares en Ucrania”.