Malvenida señora Richardson

Hoy llegó a nuestro país la general Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos. Según la información brindada por la embajada de EEUU y replicada en medios de prensa nacionales e internacionales, la visita se extenderá entre este lunes 5 de febrero y el jueves 8 de febrero.

La embajada de EEUU también informó que Richardson tiene previstas “varias reuniones de alto nivel con funcionarios del gobierno uruguayo y otros miembros destacados de las Fuerzas Armadas uruguayas”. El comunicado abunda en los supuestos objetivos de la visita: “aprender más sobre las Fuerzas Armadas de Uruguay y sus contribuciones duraderas a la seguridad nacional e internacional”.

Nos ilustran que “como parte de su duradera asociación en defensa, Estados Unidos y Uruguay centran su cooperación en seguridad en áreas de interés mutuo, como preparación para desastres, mantenimiento de la paz, derechos humanos, seguridad marítima, ciberseguridad, cooperación espacial, desarrollo de capacidades de defensa, educación y formación profesional, e integración de mujeres en misiones de paz, defensa y seguridad”.

Informan que “un objetivo clave de su visita es aprender más sobre las Fuerzas Armadas de Uruguay y sus contribuciones duraderas a la seguridad nacional e internacional. Durante su visita , la general tiene previsto asistir a eventos centrados en el apoyo de las Fuerzas Armadas uruguayas a la paz mundial y la estabilidad regional”.

En el comunicado se caracteriza a Uruguay como “un país reconocido por defender los valores de la democracia y la paz en América del Sur y un fuerte partidario de las operaciones de mantenimiento de la paz patrocinadas por la ONU”.

La bien preparada operación de relaciones públicas, de manual digamos, induce a pensar que nos visita una amable señora, en misión diplomática, interesada por la paz en el mundo.

El problema es que la realidad es bien diferente a esa presentación inocente. Hay un aspecto que es casi una obviedad, pero se pasa por alto tan olímpicamente que hay que señalarla: Richardson no es una diplomática, es una general, los objetivos de su visita son políticos y militares, es la jefa de la estructura militar más poderosa del continente, con una historia terrible para nuestros pueblos y un presente igual de preocupante, y es una calificada representante del imperialismo yanqui, el principal agresor de nuestros países a lo largo de la historia.

El Comando Sur

Empecemos por señalar de qué es jefa Richardson. El Comando Sur es uno de los 10 comandos de combate unificado del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y sus actividades se extienden a todos los países de América Latina y el Caribe, con excepción de México, que está referenciado al Comando Norte, y 12 islas bajo soberanía europea. Es decir, es jefa de la estructura militar que las Fuerzas Armadas más poderosas del mundo tienen para influir y actuar en nuestro continente.

Los antecedentes del Comando Sur se remontan a los primeros años del siglo XX, cuando miles de marines llegaron a Panamá, cuando se independizó de Colombia, a proteger el ferrocarril y luego el Canal. Su base estuvo durante mucho tiempo en el Canal de Panamá y compartió sede con la nefasta Escuela de las Américas, donde se formaron cientos de oficiales de las fuerzas armadas latinoamericanas, en la Doctrina de la Seguridad Nacional, tácticas contrainsurgentes y de las denominadas Guerras de Baja Intensidad, que incluyeron entrenamiento en torturas. Estos oficiales, en su mayoría, estuvieron implicados en golpes de Estado, dictaduras, Terrorismo de Estado y graves violaciones a los DDHH en todo nuestro continente.

El Comando Sur, cuya base está actualmente en el estado de Florida, tiene más de 1.200 efectivos permanentes, incluyendo civiles, son de varios cuerpos militares y agencias federales de Estados Unidos, como el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y el Cuerpo de Guardacostas. Este número de efectivos se puede ampliar mucho cuando se trata de operaciones específicas e incluir tropas especiales, de despliegue rápido y una poderosa logística adicional.

El Comando Sur opera en su área de influencia varias bases militares de EEUU, incluyendo la de Guantánamo en Cuba, la de Soto Cano en Honduras, y otros centros de operaciones, por ejemplo, en Aruba y Curazao. Igualmente opera una red de bases de radares, aproximadamente 17, número que varía según las fuentes que se consulten, supuestamente dedicados a la lucha contra el narcotráfico en Perú, Colombia y otros países andinos y del Caribe. En ese número a veces se incluyen otros dispositivos móviles o de ubicación secreta o reservado.

¿Qué piensa Richardson de América Latina?

Un segundo elemento para considerar es cuáles son las prioridades que la propia Richardson marcó para EEUU en América Latina y están bien lejos de la preocupación por la paz, los desastres naturales y la asistencia social.

Hace casi exactamente un año, en enero de 2023, Richardson fue una de las estrellas de un foro organizado por uno de los denominados “tanques de pensamiento” de EEUU, el OTAN Atlantic Council. Para ser más claros una de las tantas caras del poderoso lobby del complejo militar- industrial, uno de los factores más importantes del poder real en EEUU.

La ponencia de Richardson levantó una ola de condenas en el continente por la brutal sinceridad sobre los verdaderos objetivos de la acción de EEUU y del Comando Sur en nuestro continente. «¿Por qué esa región es importante? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras. El 60% del litio del mundo está en el triángulo del litio: Argentina, Bolivia, Chile. Tienes las reservas de petróleo más grandes, crudo ligero y dulce descubierto en Guyana hace más o menos un año. También tienes los recursos de Venezuela, con petróleo, cobre, oro. China recibe el 36% de su comida de esa región. Tenemos el Amazonas, el pulmón del mundo. Tenemos el 31% del agua dulce del mundo en esa región también. Es algo fuera de lo común. Tenemos mucho que hacer. Esta región importa, tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que mejorar nuestra estrategia», dijo Richardson. ¿Y la paz y los desastres naturales? Bien, gracias.

Por si eso no alcanzara, más cerca en el tiempo, en octubre del año pasado, Richardson, que parece muy dada a dar línea política, intervino en otro foro denominado «El reto chino de América Latina», esta vez organizado por la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD por sus siglas en inglés). ¿Habló del hambre, de la desigualdad? Ni por asomo. El problema de las democracias de América Latina para Richardson, además de la penetración china, comercial y financiera, es la malévola influencia de medios de comunicación rusos y de Telesur, si de Telesur.

«En América Latina tenemos más de 31 millones de seguidores con Sputnik Mundo, RT en Español y Telesur. No practican el periodismo de justificación o de verificación. Difunden desinformación», afirmó la general Richardson, según informó Página 12. Completita Richardson, se quiere quedar con nuestros recursos naturales y de paso censurar lo que podemos ver.

Tremenda afirmación para quien viene de un país cuyos medios de comunicación, hasta los más serios, mintieron al mundo entero hablando de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak para justificar la invasión. Para no recordar las campañas de desinformación y hostigamiento contra Jacobo Árbenz en Guatemala, Salvador Allende en Chile y hace más de seis décadas contra Cuba y su Revolución. Parece que la vergüenza no es un atributo de la general Richardson.

La historia

Es imprescindible agregar que Richardson viene en representación del imperialismo yanqui, el principal agresor de nuestro continente. La cantidad de intervenciones de EEUU contra nuestros pueblos varía según el listado que se analice, ninguno arroja menos de 80, pero las listas más exhaustivas, documentan 135 intervenciones, que van desde invasiones en toda la regla, hasta apoyos a golpes o participación en asesinatos de líderes latinoamericanos, discriminadas en 52 en el Siglo XIX, 79 en el Siglo XX y 4 en el Siglo XXI.

Richardson llega unos meses después del 200 aniversario de la Doctrina Monroe, elaborada en 1823 por John Quincy Adams asesor de James Monroe, recordada por su definición de que “América es para los americanos”, aclarando que para los yanquis los americanos son ellos, por supuesto.

Además, por si quedaran dudas, Richardson llega a Uruguay días después que se anunciara que EEUU va a enviar un portaviones a la Argentina. Según detalla Infobae, en lo que califica un “fuerte gesto de apoyo al gobierno de Milei”, en mayo llegará a Argentina el USS George Washington, llamado así en honor al primer presidente de los Estados Unidos, es el sexto portaaviones de propulsión nuclear de clase Nimitz.

Además, viene en representación de las Fuerzas Armadas de un país que acaba de bombardear objetivos militares en varios países de Oriente Medio, que le da una ayuda de miles de millones de dólares y también moviliza portaviones para apoyar a Israel y el genocidio que se está cometiendo en Gaza, donde ya van más de 25 mil palestinos asesinados.

Una mala visita

Finalmente hay que señalar a que gobierno viene a visitar la general Richardson. El gobierno de la coalición de derecha, encabezado por Luis Lacalle Pou, ha practicado un alineamiento casi absoluto con EEUU en su política exterior, votando la continuidad de Luis Almagro en la OEA, reintegrando a Uruguay al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, una rémora de la guerra fría y el panamericanismo, de la que nos había retirado los gobiernos del Frente Amplio.

El gobierno de Lacalle Pou también sacó a Uruguay de la UNASUR, única instancia donde había una coordinación de las Fuerzas Armadas de la región sin EEUU, entre otras cosas.

El gobierno de la coalición de derecha, por otra parte, se abstuvo en la ONU de pedir el cese al fuego inmediato en Gaza, acompañando la postura de EEUU e Israel.

Entonces, las cosas como son: nos visita una jefa militar del imperialismo yanqui, cuya preocupación central son los recursos naturales de nuestro continente y fortalecer la influencia de EEUU en la región y enfrentar el creciente peso de China.

Por todo eso: Malvenida señora Richardson, jefa militar de una fuerza con una historia de intervencionismo, golpes, torturas y apoyo a dictaduras y un presente de iguales pretensiones imperialistas, aunque las quiera disfrazar.

Algunas referencias

https://www.pagina12.com.ar/598143-la-jefa-del-comando-sur-quiere-acallar-a-rt-en-espanol-y-tel

https://www.infobae.com/politica/2024/02/02/el-portaaviones-uss-george-washington-de-estados-unidos-arribara-a-la-argentina/

Gabriel Mazzarovich

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