Bruno Giometti (*)
Hace pocos días, el Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT publicó un informe que da cuenta de los niveles salariales de los trabajadores uruguayos en el año 2022. El documento se basa en información oficial, proveniente de la Encuesta Continua de Hogares que realiza el Instituto Nacional de Estadística.
De acuerdo con el informe, en el año 2022 hubo unos 549.000 ocupados que percibieron ingresos laborales por debajo de los $25.000 líquidos mensuales, por 40 horas semanales de trabajo. Se trata del 33% del total de ocupados. Para los trabajadores dependientes en particular, la incidencia de los salarios sumergidos es algo inferior, pero igualmente alcanza al 28% del total de asalariados. Hay 322.000 asalariados que en 2022 ganaron menos de $25.000 por mes.
Tanto para el total de ocupados como para los asalariados, se constata un incremento de trabajadores con ingresos inferiores a $25.000 con respecto a 2019 (comparación realizada a valores reales). La cantidad de ocupados que en 2019 ganaba ingresos por debajo a una cifra equivalente a los $25.000 de 2022, era 452.000, es decir que tres años después pasó a haber casi 100.000 ocupados más con salarios sumergidos. En el caso de los asalariados, el aumento de personas con salarios por debajo de este umbral fue de 55.000 asalariados más respecto a 2019.
Al realizar algunos desgloses de los datos, se puede constatar que el problema de los salarios sumergidos tiene mayor incidencia en las trabajadores mujeres. Un 35% de las ocupadas mujeres ganan salarios por debajo de los $25.000 mientras que en el caso de los varones este porcentaje es del 32%. También es más alta la incidencia de los salarios sumergidos en los trabajadores jóvenes y en los que viven en el interior del país, respecto a los que viven en Montevideo. Asimismo, como resulta esperable, los salarios sumergidos tienen una mayor preponderancia en el sector de los trabajadores informales. De los asalariados que no cotizan a la seguridad social, dos tercios percibieron menos de $25.000 líquidos mensuales en 2022.
Si bien existen trabajadores con ingresos bajos en todas las ramas de actividad, hay algunas donde este problema tiene mayor impacto. En las actividades primarias, restaurantes y hoteles, el servicio doméstico y el comercio, entre un 40% y un 50% de los asalariados que trabajan en estas actividades, tuvieron ingresos por debajo de los $25.000 en el año 2022.
En síntesis, el informe deja claro que hay una parte importante de los trabajadores uruguayos que ganan salarios muy bajos y que dicho problema se agravó en comparación con el año 2019.
(*) Economista
Foto de portada;
Las mujeres son las más perjudicadas. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS.