Fernando Pereira durante un acto durante la pasada campaña electoral. Foto: Comunicación FA.

“Nos ganamos la oportunidad de cambiarle la vida a la gente”

Victoria Alfaro

EL POPULAR entrevistó al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira el día del aniversario de la fuerza política. En medio de una intensa actividad Pereira habló sobre la rica historia del FA, su presente y su futuro siendo gobierno nacional.

– ¿Cuál es la esencia del Frente Amplio?

Los fundadores, que son muchos hombres y mujeres, tal vez representados luego por Líber Seregni, pero que son muchos más, intelectuales y obreros de la izquierda, tuvieron la sapiencia de leer que lo que había pasado en el Congreso del Pueblo podía ser la pista para una herramienta política que llevara adelante un programa y desde ese momento nos une un programa que en su momento fue el Congreso del Pueblo, pero que luego el FA fue adecuando el programa a la discusión política de su gente. Este es un acuerdo fundacional de hacia dónde ir, una izquierda que no quería ser testimonial, sino una opción de gobierno y transformación, sabiendo que eso no era de corto plazo. El Frente Amplio es un partido de acción política permanente, pasa por ciclos electorales, pero no es un partido electorero. No vive su día a día pensando en las elecciones, sino en cambiar la vida de la gente. Ese cambio cultural es de las cosas más importantes que ha pasado en Uruguay en los siglos XX y XXI, porque nos permitió a los uruguayos tener una herramienta para cambiar, para modificar la vida de la gente, para poder tener esperanza. De alguna manera, que ese partido tuviera organismos de base que fueran el sustento de la creación y luego se transformara en decidores de la actividad política hace una cosa fantástica, que los sectores y las bases o el movimiento puedan interrelacionarse para tener la mayor capilaridad que un partido político puede tener en el Uruguay. Ningún otro partido puede tener nuestra capilaridad, porque trabajamos en eso, en que el FA esté cerca de la gente. Eso es lo que tiene vigencia, tiene vigencia el pensamiento de Rodney (Arismendi), de Alba Roballo, de Héctor Rodríguez, de Seregni de Zelmar (Michelini), de los anarcosindicalistas. Tiene vigencia la unidad en la diversidad de sectores tan distintos provenientes de los partidos tradicionales, de partidos de la izquierda históricos. Tiene vigencia pensar juntos como cambiar el Uruguay. Tiene vigencia que el militante vaya a su comité de base y milite en el territorio y que el parlamentario tenga la responsabilidad de atender un territorio para que haya comunión entre quienes les toca la tarea de legislar y la de militar en el territorio. Tiene vigencia que el gobierno esté cerca de la gente, un partido político pujante que es mayoría en el Uruguay desde hace 25 años. Todas esas cosas fantásticas la lograron los fundadores y luego tuvieron que pasar por tormentas y tormentos: desapariciones, asesinatos, exilios muy largos, dolores de todo tipo tamaño y color, pero ni bien terminó la dictadura todos sabíamos que existía el Frente Amplio y en el año 1989 conquistamos el gobierno de Montevideo y demostrar que podíamos gobernar con gente capaz, hombres y mujeres que cambiaron la realidad de una ciudad que era gris. Luego nos constituimos como la mayoría del Uruguay en el año 1999 y seguimos hasta el día de hoy. Todas estas cosas generaron hijos como Tabaré (Vázquez), (José) Mujica, Danilo (Astori), Mariano (Arana), Daysi Tourné y tantos hombres y mujeres que gobernaron el Uruguay, muchos de ellos están vivos hoy y nos aconsejan de mil maneras contribuyendo al fortalecimiento del FA. Esos hombres y mujeres a su vez construyeron nuevos hijos, nuevos compañeros, que hoy llegan a la Presidencia como Yamandú (Orsi) y Carolina (Cosse), como el “Pacha” (Alejandro Sánchez) que va a ser el secretario. O sea, hay esperanza en el FA porque se van generando sucesivas renovaciones que permiten pensar en ciclos de largo plazo. Por supuesto que siento la felicidad que un año después sigamos con las mismas ganas que teníamos el 5 de febrero pasado cuando íbamos a inaugurar la campaña electoral que nos llevó al gobierno, porque teníamos la esperanza que si hacíamos las cosas bien íbamos a ganar y finalmente eso se consagró. Además, desde que ganó el Frente Amplio para acá he visto a la gente feliz, a los que nos votaron y muchos que no nos votaron pero que esperan del FA un crecimiento del país. No tenemos solo esperanza porque llegamos al gobierno, porque eso puede ser un acto casual, ganar una elección y gobernar. Tenemos esperanza en que nuestro pueblo organizado y participando (más allá de lo que haya votado), logre ser parte del gobierno del cambio y sea parte de las transformaciones políticas sociales y culturales que precisa un país para desarrollarse y en esa esperanza va la suerte de los uruguayos y uruguayas.

-Justo hoy estábamos buscando en los archivos del diario El Popular, aquellas fotos del año 1971 cuando el FA se conformó y se realizó una de las primeras caravanas de la victoria. Veíamos a la gente con el mismo entusiasmo que hoy en día en carromatos, autos y camiones, allí había una palabra que estaba presente en varias imágenes y fue la palabra Unidad, ¿qué nos podés decir al respecto?

Que tenían razón, Pepe D’Elía que fue el padre de la unidad del movimiento sindical, pero también fundador del FA, planteaba que la unidad era una plantita que había que regar todos los días y que no era una decisión política y un acuerdo solamente. La unidad es un trabajo permanente de la búsqueda del acuerdo y consensos. La búsqueda del entendimiento y encontrar que el acuerdo siempre es más importante que pujar por las diferencias. Hay muchas más cosas que nos unen que las que nos separan y hay que poner un fuerte hincapié a las cosas que nos unen. A nosotros nos une el FA, nos unen los valores y principios que votamos en el Congreso Rodney Arismendi, nos unen los valores y principios fundacionales, nos une ese pacto político que significó la creación de FA. También nos une una larga historia, nos transformamos en el partido político más nacional del Uruguay y eso es un proceso de acumulaciones sucesivas de crecimiento sucesivo, de cuadros políticos de hombres y mujeres que fueron fortaleciendo la organización. También de mucha generosidad de quienes tuvieron en este tiempo la conducción del FA. De alguna manera reconocer que somos un cúmulo de percepciones compartidas es reconocer que la izquierda en Uruguay tiene la fortaleza de la unidad en la diversidad, que tiene la fortaleza y esa misma cara de alegría que tenían nuestros fundadores cuando estaban firmando un acta fundacional. Hoy estamos asumiendo (a veces no nos damos cuenta) el cuarto gobierno y tenemos que darnos un tiempo para poder disfrutar: ganamos, no es que le ganamos a la coalición, sino que nos ganamos la oportunidad de cambiarle la vida a la gente. Porque no podemos tener un objetivo contrapuesto a otro, sino tener un objetivo político claro y este fue un Frente Amplio de cercanía, que hablara con sus militantes, pero también con la sociedad uruguaya y la construcción y consolidación de un bloque político y social de los cambios, que logre la transformación a mediano y largo plazo y en ese camino nuestro gobierno nacional va a ir encaminado.

– ¿Cuáles han sido los principales desafíos que se te han planteado durante estos años al frente del Frente?

Que un presidente haya resuelto los problemas del Frente Amplio es una arrogancia que no tengo, además sería mentira. Nosotros armamos un equipo de presidencia muy potente con Verónica (Piñeiro) y Daniel Mariño, en el sentido de armar un colectivo que fuera la presidencia, después el presidente da la cara y puede salir públicamente a hablar, pero hay muchas de las cosas que dice el presidente que fueron pensadas colectivamente por grupos muy importantes de hombres y mujeres del FA, de la Mesa Política, del Secretariado, de las presidencias de las Comisiones, de las departamentales. Nos habíamos propuesto visitar mil organizaciones sociales en nuestro período y visitamos dos mil y este es un esfuerzo adicional de senadores y diputados, concejales, de toda la militancia orgánica. Mil hombres y mujeres salimos de gira siete veces en un período de tres años, esto es mucho para cualquier partido político y organización. Nos propusimos llegar a 500 comité y llegamos y esto puede ser un numero, pero no, significa capilaridad, son militantes del FA peinando cada lugar del Uruguay. Tenemos que seguir creciendo en organización y sobre todo estudiarnos a nosotros mismos, para ver cuáles son los cambios que necesitamos para seguir fortaleciendo la base frenteamplista. Nos propusimos fortalecer las departamentales y hoy 3 años después de ser electas, las mismas mesas políticas están funcionando en todo el país y esto nos llena de alegría, porque nos proponíamos darle estabilidad a la dirección del FA, no solo nacional sino también en cada departamental. Nos propusimos en la elección interna llegar a 400.000 votos, incluso algunos analistas nos criticaban planteando que era un número imposible de llegar y llegamos colectivamente a los 418.000 votos, porque tuvimos un plan para que en cada lugar se llegara a determinado número de votación y eso se cumplió. Nos propusimos ganar la elección nacional y ganamos en primera vuelta con la mayoría del Senado y muy cerca en Diputados. Nos propusimos ganar el balotaje y lo ganamos colectivamente. O sea, el FA cumplió sus metas y pudimos cumplir el plan todos y todas, no solo el presidente del FA, además esto no hubiera sido posible sin Daniel, sin Verónica, sin Aníbal Pereira, sin Manuel Ferrer, sin los compañeros de Finanzas, (Jorge) Gotta y Flavia. Todos y todas hicieron muchos esfuerzos, tampoco sería posible si los vecinos en cada punto del país no nos hubieran dado alojamiento, no hubo un solo departamento donde no nos pudiéramos quedar en la casa de algún compañero o compañera. Hubo finanzas, pero fue posible también porque hubo ahorros, ya que los compañeros tuvieron dispuestos a darnos un plato de comida y una cama. Son gestos de amor inconmensurables, no hay plata con qué pagar eso, además hace muy bien al estado del alma que siempre hay que cuidar. 

-Hablando del estado del alma ¿cómo ha sido el papel de las bases frenteamplistas en el FA de hoy y en la consecución de la victoria?

Conmovedor, a veces te quedan imágenes grabadas, la última barriada que hice el último día que se podía hacer barriadas fuimos la Coordinadora I en Piedras Blancas y éramos un enjambre. Recuerdo que golpee una puerta y me dicen: Ud. es la cuarta persona que me golpea la puerta, yo voy a votar al FA, pero no me golpee más la puerta-. O sea, nuestra capacidad de llegar, incidir y discutir la política para que cada compañero y compañera supiera qué quería decir y sintiera lo que quería decir, es de las cosas más preciosas que le pasan al FA. Cuando uno ve a la militante haciendo una torta para recoger unos mangos para poder pagar carteles, o la torta frita, o el chorizo al pan o la acumulación de compañeros para colgar pasacalles en forma muy artesanal es conmovedor. Haber cubierto todos los circuitos del Uruguay con militantes y que además hubiera otros que pasaran los datos al centro de cómputos. Haber tenido un centro de cómputos de militantes estadísticos que nos pudieran dar el resultado electoral 20 y 10 horas, ahí anda esa foto del festejo porque no nos dimos cuenta de que estábamos cerca de una ventana. Haber tenido la oportunidad de conocerlos en cada territorio es una de las cosas que más me han enriquecido en mi vida. Tenía una buena percepción de la base frenteamplista, de hecho, había sido presidente de un comité cerca de 10 años el “Unidos Venceremos” de la Coordinadora C, pero cuando comenzás a conocer toda la estructura militante del Frente Amplio, que no era un lugar donde yo había militado centralmente es conmovedor, nuestra militancia es conmovedora. Porque a veces colocar una bandera del FA en el interior supone no conseguir empleo entre otros problemas y esos hombres y mujeres están dispuestos a poner el alma, el corazón y las ganas para que el FA sea la fuerza más votada en 12 departamentos y la segunda en los restantes 7. Sin ellos no habría FA, para que exista el FA tiene que haber bases organizadas y discutiendo toda la política.

-¿Cómo se va a posicionar el Frente Amplio como fuerza política siendo gobierno?

Claramente no vamos a cambiar nuestro plan, en el sentido de que presentamos una hoja a la mesa que se aprobó, que es un bosquejo del plan 2025-2026, que es el tiempo que nos queda para ejercer la presidencia, en donde pretendemos fortalecer al FA en toda su estructura, continuar con la gira el FA te escucha para ahora escuchar, pero en el ejercicio del gobierno, con posibilidades de incidir en nuestro gobierno, de transmitir las preocupaciones que tiene la gente. Pretendemos crear un centro de estudios vinculados a los departamentos que tenga el nombre de Mariano Arana y que nos sirva para reflexionar con técnicos, con académicos, pero también con nuestros hombres y mujeres que fueron parte de los gobiernos municipales y que tienen enorme experiencia acumulada. Me consta porque hicimos tres reuniones con los ex intendentes del FA y eso fue de un enriquecimiento increíble. Dotar de mayores herramientas al FA es fundamental, fortalecer el programa Anexo, el software del FA para tener la mayor base de datos de la fuerza política para cumplir los distintos papeles que los cambios tecnológicos exigen desde lo financiero a lo organizativo. Fortalecer nuestro centro de estudios Líber Seregni para que sus investigaciones sirvan a nuestros dirigentes, pero también a nuestras bases para operar en el territorio. En este período se trata de que el FA sea sustento del gobierno, pero también transmisión de la sociedad hacia el gobierno sobre las carencias y angustias que nuestro pueblo esté viviendo y por suerte tenemos un presidente hiper sensible y una vicepresidenta del mismo tono. Ganamos con una gran fórmula, esa potencialidad hay que poder aprovecharla.

-¿Cuál es tu opinión sobre el estado del país que deja la derecha?

Tenemos un país que tiene organismos del Estado con fuertes deudas con proveedores que recién la vamos a tener claras cuando asumamos el gobierno. Hay un momento en que es necesario poner un punto cero, cómo lo encontramos, en qué condiciones económicas, en qué condiciones sociales. Veo con asombro como el gobierno actual celebra 2,7% de incremento en cinco años, 0,5% por año, vi convenios firmados de 23% para los trabajadores de la Educación, y en este período 2,7% y lo festejan como si fuera un gran logro. Hay que seguir avanzando sobre todo en los 25.000 pesistas. Hemos tenido retrocesos en las políticas sociales en los territorios. Lo cierto es que, así como encontremos al país se lo vamos a comunicar a la sociedad para que tengan en claro cuál es el punto de partida. A partir de eso vamos a cumplir con el programa del FA y con los compromisos que Yamandú propuso que fueron propuestas concretas de lo que el mismo denominó la revolución de las cosas simples, pero no por simples dejan de ser importantes porque le cambian la vida a la gente. Estamos muy esperanzados de que nuestro pueblo entienda nuestro punto de partida y que también nos mida luego por los puntos de partida y los cambios que van a haber en Uruguay durante este período aún con restricciones, con déficit fiscal y una deuda mayor de lo que Uruguay tenía hace cinco años. Aun así estamos convencidos de que vamos a hacer un gobierno de alta calidad.

– Un último mensaje para la militancia en este ciclo electoral que aún no terminó.

Un fuerte abrazo para todos y todas es bueno destacar que hace cuatro secretariados que venimos discutiendo la importancia de los municipios y las intendencias. Disputar los territorios también es disputar la calidad de vida de la gente allí donde vive. Hay muchas cosas que se resuelven en el territorio donde el uruguayo y la uruguaya vive. Esta es una prioridad absoluta para el FA y una de las razones de hacer el acto en Rocha, porque al mismo tiempo que celebrar nuestro aniversario es un lugar donde podemos ganar la intendencia y esa tarea el FA lo va a realizar de acá a fines de mayo en todos los departamentos. En todos va a haber mediciones de datos para saber en donde nos encontramos, va a haber presencia nacional para contribuir a que cada campaña departamental este reforzada por la dirección nacional del FA y nos jugamos a disputar las 19 intendencias. Algunas se ganarán y otras no, pero la intención es que en todas haya un crecimiento y ojalá que esto se vea reflejado por el apoyo de uruguayos y uruguayas que entiendan que no solo es importante que el FA gobierne a nivel nacional, sino también en los territorios para cambiar la vida de la gente. Cuando el gobierno nacional y el departamental tienen objetivos compartidos seguramente la vida para la gente de ese lugar será mejor.

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