Las conversaciones sobre tema migratorios entre Cuba y Estados Unidos incluyen como punto central, la forma en que el vecino del Norte continúa con su política de estimulación a la migración irregular por parte de los cubanos.
La reunión que dió comienzo este miércoles 12 en Washington, D.C, está encabezada por el viceministro cubano de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío y constituyen la continuación de las rondas de conversaciones iniciadas en abril del pasado año, primero en Estados Unidos aquí y luego en noviembre en La Habana, informó Prensa Latina.
De acuerdo al medio de prensa y según lo declarado por la subdirectora general para Estados Unidos de la cancillería de Cuba, Johana Tablada, “otro asunto importante para esta ronda de conversaciones será la denuncia al asilo político otorgado al secuestrador de una nave aérea”.
Con relacción a las políticas de estímulo a la migración irregular, el vicecanciller Fernández de Cossío declaró en entrevista concedida a Prensa Latina, “que mientras el Gobierno de Estados Unidos otorgue asilo a secuestradores de naves no se podrá decir que su propósito real sea terminar la emigración irregular”.
Este posicionamiento de Estados Unidos, afirmó, convirte al gobierno de Estados Unidos “en cómplice y participante de un acto extremadamente serio que viola los acuerdos establecidos entre los dos países, así como leyes cubanas, el derecho internacional y de la aeronáutica civil”.
En ese mismo sentido, el alto funcionario de la Cancillería recordó “que la historia demuestra que Estados Unidos, lejos de responder a sus prioridades nacionales en materia migratoria”, confiere más importancia a las “prioridades de la subversión política contra Cuba”.
Es por ello que el gobierno de la isla insiste en denunciar “que las causas fundamentales para esta emigración tan pronunciada de cubanos a Estados Unidos incluyendo los que sobre todo se van por vía irregular se debe a motivos conocidos”, haciendo así directa referencia al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace más de seis décadas.
Una política cuyo objetivo central ha sido “deprimir el nivel de vida de la población cubana”, intentando con ello “erosionar la capacidad de funcionamiento de su economía”.
“Unos 300 mil cubanos abandonaron la isla caribeña desde octubre de 2021”, informó el vicecanciller que enfatizó que “mientras Estados Unidos mantenga una política de guerra económica contra Cuba es muy difícil pensar que el potencial migratorio disminuya”.
La otra evidencia de dicha política de estímulo a la migración irregular, recordó Fernández es que aún continúa vigente “la Ley de Ajuste, un privilegio único para los cubanos que pronto tendrá 60 años” de su puesta en práctica.