Pinceladas de una charla con Marcel García en Cultura en casa

Marcel García, teatrista, músico, docente, jurado de carnaval y ganador de varios Florencios y premios como autor nacional, estuvo invitado al programa “Cultura en casa”.

Durante el intercambio sostenido, Marcel remarcó lo lindo que es estar con gente querida, contó que siempre tuvo una inquietud creativa, desde niño, y por todas las ramas del arte, narró, por ejemplo, que donde hubiera un fascículo de historia de la pintura se interesaba.

Otra de sus pasiones contó fue el cine, al que durante su infancia le dedicaba horas y horas.   

“Desde niño juego con los discos, con numeritos, letras y me sorteaba y hacía una audición repetida, podía salir Zitarrosa o el Club de Clan, también escribía críticas con siete u ocho años, me gustaba ver qué estructura tienen las obras, etc.”

La historia del arte aporta para todas las disciplinas siempre

El interés que siempre tuve no es solo el de espectador, sino el ensayístico de la teoría del arte.

Las historias de Teatro del Hambre al cual pertenezco surgen desde el ensayo, por eso lleva un año y medio o dos su elaboración.

Teatro del hambre

Es un desafío hacer una obra de ciencia ficción en el teatro desde la pura actuación no con artilugios efectos especiales, Stanley Kubrick fue el que nos permitió ir al detalle de la actuación.

Hablar del amor desde la ciencia ficción

En esta obra se habla del amor desde esta especie de frigidez que puede tener una máquina, hablar de los sentimientos con un texto sentimental desde la frialdad supuesta de los robots.

La obra surge después de ver una actriz japonesa androide, en una representación de Chejov de Las tres hermanas que desde la butaca parecía una actriz de carne y hueso, entonces esa impresión del mimesis, me llevó a trabajar con dos personajes que son dos androides en un observatorio de conducta y trabajar en esto de lo sospechosamente humano.

Los robots se van humanizando y nosotros deshumanizando

Dentro de algunos años vamos a empezar a convivir con máquinas que son muy parecidas a nosotros, de hecho, hoy ya hay ciudadanos legales, hay gente que se casa con muñecas, con las inflables que ahora estas mejor, como va a ser esa convivencia con algo que se parece tanto a nosotros, de robots que se van humanizando y nosotros deshumanizando ese cruce de la mimética.

Empezamos a investigar qué pasaría con una pareja, una historia de dormitorio donde aparece el amor y los sentimientos y ahí dijimos un observatorio de conducta es el teatro, siempre es un observatorio de conducta el teatro viendo las conductas de los personajes y los espectadores.

En cuanto a Fahrenheit

Un mundo apocalíptico que en la inquisición destruyen libros, entonces los tipos se memorizan las historias universales cuando muere una persona, que pasa con los sentimientos van a morir o se van a robotizar.

Es un desafío la futura convivencia, pero va a potenciar, le veo el lado positivo. 

La pandemia desnudó otra endemia

Nunca fue fácil vivir de lo artístico y se hizo muy visible con la prohibición de la dictadura, esto de la pandemia fue otra prohibición, acá el tema es la apertura al diálogo, nosotros SUA (Sindicato Uruguayo de Actores) reclamamos ámbitos de diálogo, ni siquiera hay posibilidad de reunirse, así nunca va a haber una síntesis.

También está congelada una Ley que fue votada por unanimidad, hoy en día la SUA solo se reunió con el Instituto Nacional de Artes Escénicos, si ni siquiera uno se puede agendar para intercambiar ideas, es difícil que se pueda sintetizar algo, aun respetando el gobierno de turno. 

La no representatividad de los trabajadores

Esto ha pasado en la música se ha recibido a los productores grandes, pero no AUDEN, desde mi humilde posición lo que reclamo es diálogo, ventanilla abierta y dramaturga es algo bueno, pero no se puede tapar el sol con la mano.

Por suerte persiste el fondo Fortalecimiento de las Artes, pero también hay que presentarse en lo del MEC en lo que hay.

Otras propuestas

Posiblemente supongamos robótica sentimental, como obtuvo florencios e hicimos más de 30 funciones, el equipo Alem Blanco,Karina Molinaro,  Flor Guerra, Karen Suarez.

Ya estamos en un nuevo proyecto, empezar por un juego que voy planteando por WhatsApp para generar materiales para ir acercándonos a un tema e improvisar, meternos en ese mundo, usar la tecnología, juego que van apareciendo en un grupo, con lo que se puede hacer desde allí.

Después estoy escribiendo una versión de obra de Florencio Sánchez

Los derechos de la salud, voy a versionar, con la esencia, pero con otros espejos donde mirarse hoy.

Después tengo 90 horas de entrevista a una subcomandante del MLN, una amiga que me abrió su historia, una mujer de la guerrilla que muchas veces no aparece, reconstruimos hechos, anduvimos por casas, donde fue capturada, tengo encomendado en el futuro dar esas grabaciones, de allí nace esa novela y estoy terminando un texto donde nace una obra de teatro de ahí también que se llama “Los días de agosto”, sería un monologo pero no un unipersonal, estaría rodeado de otras cosas.

Zitarrosa intimo

Diferentes zitarrosas, eso ganó un fondo Iberescena con lo que me fui solo a España por un mes, empecé a recorrer la huella y los lugares donde había estado, en el medio de Madrid un viejo que había conocido a Zitarrosa, a su hija, a Nancy, a amigos, a Eduardo

Hice una gran investigación, la fui compartiendo con su familia, inventé un concepto que es la bio-poética, que son momentos de la vida de alguien que puede generar una poética, o qué poesía escribir. Mi mano guiada con la forma de Alfredo de escribir, a su última novia, es Zitarrosa íntimo Marcel Garcia, allí la pueden encontrar, eso requiere una producción con aspectos de la vida de Alfredo.

Es muy importante en la obra de Alfredo el desarraigo, en España tuvo el mayor pozo del exilio, allí se desvinculó de su familia, estaba en el destape, salía del franquismo, entonces quise estar solo en Madrid y meterme en ese mundo de Alfredo.

Pacheco tanto hizo para intervenir en sus actuaciones, él no quería transar en muchas cosas, él tenía su propuesta estética que era muy fuerte.

Yo buscaba el restaurante Los Rodríguez que era donde iba a comer, lo encuentro, cabezas de toro, botas de vino, fui hasta ahí y encuentro en esa dirección un restaurante italiano, con murales de Victorio Gaspar, decepcionado de no encontrar el lugar.

Ahí pasa el anciano del perrito que lo conocía, era su amigo

No es un homenaje sino de dónde vino esa belleza, y estoy muy feliz de haberme metido con Alfredo, convivir con Alfredo, sentía que me agarraba la mano al escribir y que caminaba conmigo.

El señor del perrito que conocía a Zitarrosa contaba que andaba de juerga con Alfredo en las noches, luego me pasa el teléfono del cocinero, pude hablar con los hijos del dueño, con su hermano que era el dueño de la zapatería, una de las escenas de mi obra estaba planteada con muchos zapatos, y ahí termino, hablando en una zapatería del amigo de Alfredo Zitarrosa.

María José Pedraja 

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