Tatiana Antúnez. ©Ricardo Antunez, adhocFotos.

“Representamos los intereses de los oprimidos”

Paola Beltrán

Tatiana Antúnez tiene una larga trayectoria de militancia sindical y feminista. Es una mujer joven y también es madre de una niña pequeña. Tatiana es parte de la propuesta que hace la 1001 de cara a la Cámara de Diputados de Montevideo, generando espacios de participación e incidencia a una nueva generación que no por ser joven carece de trayectoria militante, experiencia y gran compromiso.

La campaña

“Como madre y mujer de una niña pequeña es todo un desafío que se puedan conjugar ambas cosas y que además la sociedad no te juzgue. Porque también es fácil decir “la mala madre» porque está metida en política. Obviamente el amor siempre es lo que va a estar presente pero es un desafío que vamos a tener que afrontar. Tiene que haber espacio para que las mujeres, en este tipo de etapas de la vida, podamos también participar activamente de la política, sino quedamos totalmente por fuera. Esto implica una posición política ya de por sí. Hay que politizar esta parte de la vida y eso es un desafío”, sostuvo.

Sobre la campaña, destacó que “la forma de militar a nivel del FA y también de nuestros sectores es muy desde el pie. Son muchas campañas en muchos territorios que parten de iniciativas, en general, a nivel del FA desde las bases, también los sectores se comprometen a recorrer diversos territorios. Trato de participar de nuestro espacios como 1001 pero también, en esto de que somos una fuerza constructora de la unidad, ser parte también de las instancias que el FA genera en los diferentes barrios, en lo que serían las Coordinadoras, formalmente hablando”.

En la recta final de la campaña, en particular, la apuesta es a ir al encuentro de la gente. “Nuestra característica principal es que vamos uno a uno, al mano a mano y no vamos con las manos vacías. Cualquier compañero o compañera frenteamplista que milita cotidianamente tiene muy claro el Programa del FA, porque tenemos un Programa que además contempla todas las necesidades que hacen a nuestro pueblo; un Programa que se construyó entre miles, que se laudo en forma unitaria también, eso no lo pueden decir otros partidos políticos”, resaltó.

De donde vienes…

“En mi caso provengo de los movimientos sociales, que ahora parece que es mala palabra estar en una lista y pertenecer a un movimiento social pero podés ser asesor de una gran empresa y aparecer en una lista, nadie va a decir nada”, dijo en relación al cuestionamiento de la derecha de que dirigentes sindicales integren listas para integrar el Parlamento.

“Históricamente los dirigentes y las dirigentas sindicales han estado en las listas, eso no está prohibido por la Ley. Quiero brindar el respaldo y la solidaridad a todos los compañeros y compañeras que hoy van a cumplir un rol distinto, en este caso, en las listas y posiblemente en el Parlamento. La 1001 es un espacio político que va a representar los intereses de los más oprimidos, que representa, ya de por sí, los intereses de los más oprimidos, de los que sufren más desigualdades y, por lo tanto, ¡vaya si nuestros compañeros y compañeras van a provenir de diversos espacios! como el movimimiento feminista, la defensa del ambiente, las cooperativas de viviendas, no solo del movimiento sindical”, afirmó.

“Lo que pasa – aclaró – es que estamos viviendo un momento de demonización de las organizaciones sociales de izquierda porque estamos dando batallas; con el Sí por la seguridad social, venimos de la LUC, le metimos 800 mil firmas, ahora le metimos 400 mil… obviamente es el miedo a la organización del pueblo y también el miedo a tocar privilegios”.

Prioridades programáticas

Antunez destacó que “están las prioridades para gobernar pero hay un Programa y nosotros hemos hecho énfasis en diversas áreas”.

Entre estas prioridades mencionó “la salud como un derecho humano fundamental, atravesado por los temas de salud mental que hay una Ley de Salud Mental que no se cumple, bueno, cómo hacemos para fortalecer el Sistema Integrado de Salud. Con respecto a la educación, hablamos del 6+1 para ciencia y tecnología y este compromiso que asume el FA para llegar a este cometido; también obviamente en lo que respecta en los temas de violencia de género en relación a los recursos necesarios para implementar políticas que de alguna manera ayudan a prevenir, atender, sostener a las mujeres en situaciones de violencia”.

Sobre pobreza infantil expiró que a pesar de que la economía creció tenemos “160 mil gurises y gurisas en situaciones de pobreza; nos debería llamar a una reflexión muy profunda, ya hemos vivido algunas crisis, capaz que no se parecen a esta, pero sabemos lo que esto genera a la larga en las sociedad; la fractura de las infancias luego va a repercutir inevitablemente en la vida de la sociedad. Para nosotros es una línea estratégica erradicar la pobreza infantil”.

Luego de destacar la aprobación de la Ley de violencia basada en género y la creación de iMujeres en los gobiernos del FA destacó que “para que esa Ley efectivamente cumpla su función, entendemos que hemos avanzado a nivel de nuestro Programa en poner las exigencias que hacen que esto se pueda cumplir, a que iMujeres tenga la jerarquía que corresponde, que se le de esa entidad jerárquica que es necesaria que tenga”, afirmó.

Conectada a estas prioridades resaltó también la necesidad de un Plan Nacional de Desarrollo. “Porque cuando hablamos de qué país necesitamos, qué modelo de país para enfrentar este modelo de desigualdad, necesitamos una presencia donde el Estado sea protagonista y el generar un diálogo permanente de las políticas de desarrollo. Acá entra la industria, en sus más diversas expresiones, esto tiene que ver también con la soberanía, sobre inserción internacional, sobre qué papel juegan los sectores industriales, cuáles son nuestros principales sectores a nivel de lo que es la producción, en qué situación se encuentran estos sectores, cómo hacemos para promoverlos para generar empleo, trabajo de calidad. Entendemos que la transformación de la matriz productiva está entrelazada con la justicia social, por lo tanto, si nosotros tenemos un desarrollo productivo acorde a las necesidades de la gente y no acorde sólo a acrecentar los bolsillos de los grandes empresarios, es que vamos a poder vivir en un país más justo. Y esto se vuelve a la educación, al trabajo, a la vida de las infancias, de las mujeres, de todas las personas que hoy están padeciendo este modelo de desigualdad”.

Agregó que también se impulsa, desde la 1001 “algo que el movimiento social, en particular el movimiento sindical, ha traído y nosotros y nosotras creemos que es una necesidad. Después de cien años de la Ley de 8 horas tenemos que pensar una Ley que reduzca la jornada laboral en esta misma línea que cuando hablamos de la seguridad social, pararnos sobre la defensa de la vida, defender la vida aunque la Constitución defiende más a la propiedad que a la vida”.

“Nosotros y nosotras, las organizaciones de trabajadores y trabajadoras, pero también nuestro compromiso como espacio político, en este caso en la 1001, también impulsamos esa propuesta porque entendemo que tiene que ver con defender la vida, con generar espacios de posibilidad de una distribución más igualitaria de los tiempos del cuidado, de poder pensar en la productividad pero no para trabajar más y que te intensifiquen el trabajo sino en cómo juegan las nuevas tecnologías en todo esto y cómo cambia la vida para bien de los trabajadores y trabajadoras cuando la jornada laboral se reduzca. Consideramos que es posible generar una Ley y tenemos ese compromiso”, aseguró.

La reforma de la gente

Antunez destacó el trabajo militante que se viene llevando adelante en apoyo a la aprobación del plebiscito sobre tres puntos “que instalen una seguridad social solidaria, al servicio de los intereses de las grandes mayorías populares y nacionales y no este proceso al cual nos ha llevado este gobierno instalando una reforma regresiva que solo beneficia a unos pocos y que sigue fortaleciendo los bolsillos de las AFAP”.

Informó que se están realizando barriadas semanales en todo el país en la que participan la militancia de base, pero al mismo nivel las y los dirigentes. “Acá nadie está haciendo menos que nadie ni más que el resto. Hay un trabajo sistemático y la población es muy receptiva con todo lo que refiere a esto porque son sus derechos”, concluyó.

Compartí este artículo
Temas