Marcelo Abdala hablando durante la inauguración del congreso. Foto UNTMRA.

84 Aniversario de la UNTMRA

Durante la semana se realizó la inauguración del 23 Congreso de la Unión Nacional de los Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA), así como la celebración del Aniversario 84 cuyo espectáculo artístico se realizará hoy viernes frente el local sindical a partir de las 18.00 horas. 

En la apertura el pasado miércoles estuvieron presente el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, quien saludó a los presentes, así como la candidata a la Intendencia de Montevideo, Verónica Piñeiro, entre otras y otros invitados a la ceremonia.

El presidente del PIT-CNT y secretario general de la UNTMRA, Marcelo Abdala, realizó un informe sobre la situación actual del gremio, del movimiento sindical en general y de la industria en particular en un país que cuenta con un nuevo gobierno. Compartimos parte de sus palabras.

Unión libre y voluntaria

Comentar en primer lugar con todos los compañeros la importancia del congreso nacional ordinario en la vida democrática de nuestra clase. Porque en definitiva los componentes los escalones las formas de organización colectiva que están presente en nuestro estatuto no nacen en abstracto sino que capturan la experiencia acumulada por el movimiento obrero en muchas décadas de lucha y nuestra organización como siempre nos enseñaba Rosario Pietraroia cuando definía este sindicato y lo caracterizaba  como la unión libre y voluntaria de las trabajadoras y los trabajadores para la defensa integral de su interés de clase abriga nuestra forma de organización de toda una tradición de combate que obviamente nos trasciende. Involucra las luchas contra el capital de generaciones completas de la clase obrera que llegamos a este punto histórico y nosotros estamos parados en una condición que también vamos desenvolviendo las condiciones para futuras generaciones de la clase obrera que van a continuar con la brega de la organización sindical.

Unión libre y voluntaria, ustedes lo saben perfectamente, no hay obligación de afiliarse al sindicato es una decisión consciente de la trabajadora y el trabajador. Para superar el mercado de trabajo, si allí los trabajadores nos enfrentamos al capital en la compraventa de nuestra fuerza de trabajo pero de a uno y cuando vamos a buscar trabajo estamos en una situación de una asimetría, de un desequilibrio enorme del poder y de la fuerza entre el capital y el trabajo, porque uno cuando va a conseguir laburo se entera dónde queda el lugar de trabajo, cual es el horario, cuáles son las características, cual es el salario pero básicamente no tiene forma de incidir de a uno en la transformación de esas situaciones. A lo sumo (y esto también es falso) ese trabajador y esa trabajadora que va a buscar ser contratado por el capital, a lo sumo, en apariencia, esto es un fetiche, tiene la libertad de decidir si entra a trabajar o no, en realidad ni eso, porque si la superpoblación relativa o la masa de desocupados es demasiado grande, muchas veces nos vemos obligados a trabajar en condiciones que no son adecuadas. 

Por lo tanto, lo de unión libre y voluntaria, es que en Uruguay no hay afiliación obligatoria al movimiento sindical. Es un proceso consciente, es para superar el mercado de trabajo donde nosotros nos enfrentamos de a uno a la patronal, superando o tratando de atemperar o atenuar esa asimetría en el trabajador individual frente al capital en la compraventa de la fuerza de trabajo por la organización colectiva. porque efectivamente todos juntos en la empresa, en la rama de actividad, todos juntos como clase en el país, si se pudiera todos juntos desde el punto de vista internacional, obviamente que pensamos diferente frente al capital, por eso lo de unión libre y voluntaria.

Pero tiene un predicado, que es la defensa integral del interés de clase de las trabajadoras y trabajadores. Esto naturalmente es el salario, el trabajo, el pan, las categorías, los derechos en materia de salud laboral, a la formación profesional. Lo que desarrollamos nosotros en nuestras luchas por leyes o en los consejos de salarios en la negociación colectiva sea con la empresa y con la rama. Pero este es el interés inmediato del trabajador y la trabajadora.

En virtud de una larga tradición también, aunque no nos animamos a generalizar estas condiciones se han desenvuelto en Uruguay. El movimiento sindical uruguayo no se dedica exclusivamente a la reivindicación inmediata, también empuja un programa de transformaciones que objetivamente beneficia a las grandes mayorías de nuestro pueblo en función de determinado análisis de la formación económico social latinoamericana y uruguaya, en función de los antagonismos que se expresan en la sociedad entre las fuerzas motrices de las transformaciones, versus el bloque de poder y las clases dominantes. No nos dedicamos tan siquiera a la reivindicación nos dedicamos al programa.

Cuando nace la CNT cuyo congreso de unificación es en el año 1966, no aprueba un programa especial, sino que hace suyo el programa resuelto en el Congreso del Pueblo, donde confluyo la clase obrera con múltiples sectores anti oligárquicos, antiimperialistas para levantar una perspectiva democrático-avanzada superadora de la situación en que vivíamos. 

Y no alcanza tampoco con el programa, tu no defiendes de manera integral el interés de clase de los trabajadores solamente peleando por la reivindicación y por el programa. Es central que síntesis en la unidad, en la organización, en la consciencia, en la solidaridad nosotros como trabajadores vamos capturando en los procesos de lucha del que somos parte. Es decir, apuntamos a que nuestras experiencias y realizaciones sean el tránsito hacia una sociedad sin explotados ni explotadores, donde quede efectivamente de manera positiva superada la explotación capitalista, a partir de la siguiente contradicción principal, nuestro trabajo cada vez es más social y colectivo. Mas interdependiente, no obstante, ello la apropiación de la riqueza, la apropiación de los frutos del trabajo es cada vez más privado capitalista. 

Por tanto, en nuestro horizonte está la reivindicación, está el programa, pero está un camino de acumulación de fuerza para que un día la clase trabajadora sea el poder democrático de nuestro país junto al pueblo y podamos transformar la sociedad. Por eso siempre nos ocupa que síntesis política ideológica de consciencia unidad y organización conquista el sindicato desde el punto de vista de la fortaleza de la organización y su conciencia.

Unidad de acción

Si se diera la hipótesis de un conflicto en donde sacamos el 100% de las reivindicaciones, pero paradójicamente nos queda una organización hecha trizas como la única garantía que tenemos para defender nuestro interés de clase es nuestra organización no es un conflicto victorioso. Hasta sus últimas consecuencias si simultáneamente fortalecemos la organización.

En ese cuadro me interesaba detenerme un poco aquí, porque nuestra organización teniendo los principios que ha aprendido a veces con sangre, con confrontaciones pesadas, con huelga, ocupaciones, acciones democráticas, recolecciones de firmas, cuando no insurrecciones porque este es un pequeño, modesto pero combativo destacamento de la clase obrera internacional, también en insurrecciones, nuestra clase fue aprendiendo que la unidad de acción es central.

Que, en la fábrica, en el taller en la rama en el país para enfrentar en condiciones adecuadas al capital no disponemos de otra herramienta que la organización y esta se guía por determinados principios con una naturaleza de clase absolutamente claro y que está amparado en el centralismo democrático. 

¿Qué es esto? Todas las posibilidades de debatir, de polemizar, de que circulen las ideas, de que se enriquezca la discusión democrática entre nosotros, como pasa en la fábrica, hay una reestructura salvaje y el comité de base plantea: citemos a la empresa al ministerio, esto no puede ser y otros compañeros plantean, bueno fenómeno pero mientras citamos en el ministerio vamos a repartir un volante en el barrio para que se sepa lo que está pasando y otros compañeros dicen, no ocupemos de una la fábrica, todas las ideas son válidas en el organismo superior en la empresa que es la asamblea general, pero resuelta la orientación todos a una y este es el organismo superior que manda en el sindicato. Porque nace de las discusiones y de la experiencia de vida de las trabajadoras y los trabajadores en la lucha y el congreso no empieza hoy, casi que empezó cuando terminó el congreso anterior en setiembre del 2022. Es toda la experiencia del gremio en combate que hoy se sintetiza para montar las orientaciones generales con las que nosotros nos vamos a mover en el futuro.

La democracia en acción

El organismo superior nuestro es el de mayor amplitud, el más democrático, las clases dominantes hablan de la cúpula del PIT-CNT, de la cúpula de los sindicatos. La nuestra es una pirámide al revés, invertida, mandan más los organismos de mayor jerarquía y amplitud y por debajo, como dice el estatuto de nuestra organización, entre 30 y 60 días votaremos por voto secreto y directo de todos los afiliados y afiliadas, el Consejo Directivo Nacional, la Comisión Fiscal, la Comisión Electoral y por tanto montaremos nuestros organismos de dirección, pero son organismos de una jerarquía inferior a esta que es la del congreso, por eso saludar a todas las delegadas y delegados presentes en la enorme responsabilidad que tenemos porque aquí lo que está en discusión es la conducción  del sindicato, su orientación más general y a que vamos a dedicarnos en la lucha durante todo un período de dos o tres años.

El primer aspecto central que nosotros queremos incluir en la reflexión del propio congreso es lo que decía Juan (Castillo), efectivamente vivimos en un momento sumamente peligroso para la humanidad. lamentablemente nos golpean y lastiman nuestra sensibilidad el genocidio del pueblo palestino por el estado conducido por la extrema derecha en Israel, lo cual implica que nosotros no avalamos métodos y formas terroristas ni tenemos fundamentalismo religioso de tipo alguno, pero condenamos una ocupación ilegítima y el terrorismo con que se ataca al pueblo palestino.

Y lamentablemente nos golpea día a día el fenómeno de la guerra, en particular la guerra de Ucrania contra Rusia, que hoy efectivamente está siendo comandada directamente por el gobierno de Donald Trump porque es EEUU el jefe de la OTAN que parece se va a encargar de la negociación con Vladimir Putin para encontrar algún pacto de solución en las contradicciones Inter imperialistas que se están desarrollando en esa zona.

Pero nosotros desde el punto de vista de una clase que objetivamente es internacional y sino lo tenemos claro fíjense lo que decía Danilo (Dárdano), lo que comentaba Juan también la experiencia que acabamos de vivir, defendiendo los intereses de los trabajadores y trabajadoras en Yazaki, no fue una dirección criolla la que resolvió el cierre de esta empresa trasnacional, se resolvió en Tokio, en una oficina que queda en las antípodas del Uruguay. En definitiva, estos fenómenos nos hablan de una situación que debemos tener presente a los efectos de construir nuestra alternativa y podemos afirmar que las tesis que estuvieron en discusión tanto en el 22 Congreso de la UNTMRA como en el Congreso del PIT-CNT, que subrayaban una serie de características de esta época en la que transcurre nuestra lucha, han sido confirmada por la evidencia histórica.

Democracia vs capital

¿Qué decíamos en aquella tesis? en primer lugar, que el capitalismo global es mucho más una economía de carácter mundializada y trasnacional que la suma de economías nacionales. En segundo lugar, que los aspectos de la especulación financiera pesan mucho más en el régimen capitalista actual que los aspectos directamente involucrados en la producción de bienes y servicios. En tercer lugar, que atravesamos una revolución tecnológica profunda que está trastocando todas las formas de trabajar y vivir en el planeta y que está concebida no para la satisfacción de las necesidades humanas, sino para acelerar la acumulación de capital y en cuarto lugar y esto remite directamente al fenómeno de las guerras actuales, estamos en un momento de grieta geopolítica.

El imperialismo dominante durante gran parte del siglo 20 que ha sido el imperialismo de los EEUU enfrenta una lenta pero inexorable decadencia económica, lo cual hace que no pierda su peligrosidad, muy por el contrario, y se ve siendo aun la principal potencia económica, política, ideológica, cultural y militar del planeta, contestada su hegemonía por un conjunto de países que los podemos agrupar en torno a los BRICS: Brasil, Rusia, India, China, especialmente China que en definitiva hace de que vivamos en un mundo de contradicciones, probablemente Inter imperialistas hacia un mundo más multipolar y en donde no haya un solo capitán de la economía y la política internacional sino que haya una geometría bastante distinta del mundo del siglo 21 a como fue efectivamente el mundo del siglo 20.

Durante el año 2015 China sobrepasó industrialmente a EEUU, en este momento el PBI industrial de China es mayor al PBI de todos los países del G7 

que son os países dominantes del planeta. Por esa razón es que suceden las guerras, son guerras de reparto del mundo, son guerras por la hegemonía mundial, lo cual efectivamente nos lleva al otro elemento que ayuda a caracterizar cuales son las tareas centrales de la etapa para el conjunto de la clase trabajadora, inclusive más allá del país.

América Latina por su formación económico-social, por su carácter dependiente, por su dotación de materia prima y también por la fisonomía de su formación económico-social, ya que es el continente más desigual del planeta, es un continente por su historia que se mueve de conjunto. Es decir, los procesos no son nacionales, ni siquiera por su forma, son muchas veces procesos de carácter continental.

Si analizamos la historia al influjo de la revolución cubana, que desarrollo todo un camino de lucha de los pueblos por su emancipación en todo el continente que se reflejó y desarrollo de manera diferente en los distintos países pero que fue desarrollado al mismo tiempo. Cuando a esa insurgencia latinoamericana se le desa66rrolló una respuesta del imperialismo norteamericano, tuvimos golpes de Estado en Brasil en el año 1964, frente al cual nuestra gloriosa CNT resolvió que si había golpes de Estado en Uruguay le íbamos a responder con la huelga general con ocupación de los lugares de trabajo, pero al poco tiempo después fue el golpe de Estado aquí en junio del 73, un poco después en Chile el 11 de setiembre del 1973 y nuestros hermanos argentinos sufrieron la dictadura desde marzo del 76. 

Es decir, fue un proceso el Plan Cóndor y la contraofensiva del imperialismo en América Latina que fue efectivamente simultáneo, más o menos al mismo tiempo se reconquistaron las democracias que fueron de baja intensidad por los gobiernos neoliberales. Mas o menos al tiempo fue el ciclo de gobiernos progresistas, más o menos al mismo tiempo se desplegaron los caminos de la contraofensiva del imperialismo en América Latina y hoy en día es un terreno de disputas, hay dos proyectos para nuestro continente, de un lado la gloriosa revolución cubana cada vez más asediada y atacada por el bloqueo de EEUU, el proceso bolivariano con sus problemas y contradicciones o el gobierno de Petro, de Lula, el cambio político que implicaron las elecciones en nuestro país que es significativo.

Pero, del otro lado la victoria que hace algunos años tuvo Bolsonaro en Brasil o la barbarie que implica para nosotros el gobierno de Milei en Argentina, y sepan compañeros y compañeras, hermanos argentinos que efectivamente desde el punto de vista del movimiento obrero y popular uruguayo tienen toda la solidaridad de nuestro pueblo porque también para nosotros esa fabula puede hablar de ti. Nada indica que esos procesos espantosos haya una vacuna aquí en Uruguay que no puedan ocurrir, dependerá de cómo se desenvuelve las contradicciones, de cómo avanzan o no los procesos populares, es también la defensa de la democracia una parte central de la orientación del movimiento obrero y de lo que está en juego en estos años que vamos a atravesar.

La encrucijada

Hay dos caminos para América Latina y aquí es donde nosotros nos queremos detener, porque es cierto que muchos procesos fueron sustituidos por gobiernos más o menos extremos de la derecha que tenemos que caracterizar de manera rigurosa las contradicciones en que nos movemos. El progresismo fue decayendo en América Latina porque la clase dominante, la derecha y el imperialismo hicieron lo que saben hacer, cascotear, boicotear, intentar neutralizar, oponerse a esos procesos, pero, también, y esto está en el análisis que hacemos los metalúrgicos, inclusive desde aquí lo estamos planteando a la propia vida del PIT-CNT, muchas veces si analizamos la integración profunda del continente o no que impulsaron esos procesos, muchas veces esos procesos históricos que capturan la ilusión y la esperanza de los pueblos se agotan por su rendimiento decreciente por los eventuales limites que presenta el propio progresismo para cambios de fondo en la estructura económico-social de nuestras sociedades y de allí es desde entonces con claridad una caracterización de la tarea central de la etapa, caracterizada por el movimiento obrero desde hace muchos congresos, cuando nos dábamos una caracterización que la labor histórica de la clase obrera organizada del conjunto de la clase trabajadora y los vastísimos sectores populares opuestos objetivamente a la política de las clases dominantes, nos dábamos. Decíamos nosotros luchamos por un país productivo, con justicia social y profundización democrática. Y decíamos también que este concepto era la síntesis entre nuestras tareas inmediatas y las tareas de alcance históricos, aquellas que nos plantea en un plano de la emancipación de la superación de la sociedad de la explotación capitalista.

Traemos esto a colación porque efectivamente toda América Latina ha visto como se primarizó su economía, como los agronegocios aumentan su peso en las exportaciones del continente y como a pesar de los discursos al no avanzar en la integración profunda de AL y en la complementación productiva en vez de una dependencia cada vez mayor del capital financiero. Esos gobiernos progresistas mostraron sus límites y rendimiento decreciente al no lograr abrir una agenda para el desarrollo del continente que permita superar la desigualdad, generar una buena vida para nuestros pueblos y avanzar rumbo a una sociedad distinta.

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