En estos días se han cumplido 93 años de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, la organización que nuclea a todos y todas las estudiantes de la Universidad de la República. Asimismo, se están eligiendo las nuevas responsabilidades que se ocuparán en los principales espacios de conducción política, como son la Mesa Ejecutiva y el Consejo Federal.
Pero, ¿qué es la FEUU? Podríamos empezar señalando que es la organización social más antigua del campo popular, fruto de las luchas unitarias de los diversos centros entendiendo que la unidad en la lucha es fundamental, con raíces en la “FEU de la Cumparsita”.
Podemos decir también que es aquella organización que en lucha, junto a los principales sindicatos, conquistó una Ley Orgánica que defiende una visión de una educación universitaria que tenga como referencia a la reforma de Córdoba, logrando autonomía y cogobierno para la UdelaR. La FEUU es también aquella organización de Liber, Hugo y Susana y tantos otros mártires que perdieron su vida luchando en defensa de la educación pública y de la democracia.
La FEUU es la organización estudiantil que obtiene la confianza una y otra vez en las elecciones universitarias, al punto que la dictadura tuvo que proscribirla por ganar elecciones al comienzo de esta.
La FEUU es la organizadora de la marcha del Franzini. La FEUU es aquella de las huelgas universitarias en los 90, cuando, como ahora, se recortaba sistemáticamente el presupuesto de la educación. La FEUU es aquella del impulso por la descentralización universitaria. La FEUU es también los compañeros y compañeras que hoy, todos los días, a pesar de la pandemia, vienen construyendo organización en cada servicio universitario, con poco dinero y mucho entusiasmo. Combinando tiempo de estudios con militancia para ser los mejores militantes y estudiantes también.
Las y los comunistas nos sentimos parte de esta rica historia, somos orgullosos participes de una de las organizaciones que más jóvenes aglomera en nuestro país. Creemos que nuestro aporte es valioso de cara a pensar a una organización que tenga una perspectiva de masas, que sea democrática y participativa, que promueva una producción científica vinculada a las necesidades que tiene el país para un desarrollo productivo con justicia social y, por supuesto, que se convierta en un actor político que se defina en favor de las grandes mayorías nacionales. Sin embargo, no concebimos una Federación en donde no se encuentren aquellos compañeros y compañeras que con sus diferencias y matices se han encontrado históricamente sosteniendo esta maravillosa herramienta. No mentimos cuando decimos que no queremos una herramienta estudiantil sólo para los comunistas, con nuestros aciertos y errores hemos trabajado históricamente para convertir a la FEUU en esa potente organización plural, dónde puedan existir todas las voces que pugnan por una educación pública emancipadora. Es por eso que creemos que debemos trabajar con un horizonte claro, porque la lucha es contra aquellos que intentan recortar nuestro presupuesto, mercantilizar la educación y brindarles menos oportunidades a las juventudes, así como también estigmatizar a la educación universitaria. Como dice el viejo, aunque vigente, slogan de nuestra Federación debemos trabajar “Por todo lo que nos une”.
Cómo toda organización que pretende transformar la realidad, la FEUU tiene desafíos en el presente que son ineludibles, a esos desafíos es que pretendemos aportar nuestro humilde grano de arena para que el estudiantado universitario tenga una herramienta cada vez más vigente.
La pandemia mostró que se necesita del Estado para poder abordar las principales necesidades de nuestra población, y la Universidad se convirtió en un actor preponderante para dar las respuestas necesarias a esa problemática. Frente a los intereses de mercantilización y privatización, que tienen los ricos y sus aliados del gobierno, debemos tener una mayor capacidad de movilización y participación más amplia en los espacios de decisión, para que la voz del estudiantado sea escuchada con claridad. Aún resta por construir en esa área, en particular después de un periodo donde los salones de clase estuvieron vacíos. Debemos salir a la búsqueda de aquellos y aquellas que tienen interés en construir una mejor facultad, de puertas abiertas, es decir la mayoría de nuestros compañeros y compañeras.
Para esto, debemos construir una FEUU que se encuentre organizada en cada rincón donde exista estudiantes universitarios. Tenemos que poder descentralizar una organización que no debe centrar su vida solo en Montevideo, permitiendo que cada vez más compañeros y compañeras se puedan apropiar de las reivindicaciones existentes, así como generar nuevas vinculadas a su realidad concreta. Una FEUU en todo el país es necesaria para acompañar los avances que se han dado en estos años en materia de acceso a los estudios universitarios. Como hemos señalado antes, la lucha por el referéndum no solo fue acertada porque permitió clarificar modelos de país en relación al papel que tiene la educación pública para los distintos actores políticos, sino que permitió generar instancias de acumulación organizativa que se deben sistematizar y profundizar.
Un tercer desafío que tiene la Federación depende de la concreción de los otros dos anteriores, y se trata de volver a ser referencia política, un actor social del campo popular con peso propio. La recolección de firmas, las barriadas, la participación en la comisión del referéndum, y especialmente las movilizaciones como la del 14 de Agosto o las elecciones universitarias dejan a las claras que en ocasiones especiales la FEUU tiene una capacidad de transformarse en un actor político relevante, con capacidad de reconocimiento y seguimiento por parte del estudiantado, así como con fuerza para instalar temas en la discusión pública. Estos hechos deben hacerse más duraderos en el tiempo, sistemáticos, dotados de mayor perspectiva y recursos financieros para poder actuar en todos los terrenos.
En definitiva, podemos decir, que en estos 93 años la Federación se ha convertido en una pieza indispensable del campo popular, en especial referencia juvenil, forjadora de cultura y libertad en muchos momentos relevantes de la historia de nuestro país. Es momento, frente a los embates de la derecha en toda Nuestramérica, volver a plantar cara a los fantasmas que nos quieren llevar al pasado y ser una usina de protagonismo popular para acompañar una alternativa unitaria del conjunto del bloque de los cambios.
Desde nuestro accionar como comunistas en el movimiento estudiantil llamamos a llenar las herramientas de pluralidad, militancia y perspectiva transformadora, siempre entendiendo que es en unidad que se dan las luchas.
Por eso saludamos, como fruto de este trabajo, a los nuevos compañeros y compañeras que tendrán la responsabilidad de conducir a la organización frente a los desafíos mencionados, y que han sido electos fruto de un trabajo que generó una lista unitaria en la Federación.
Hablamos de la lista 1929, la del año del nacimiento de la FEUU, que nos recuerda de dónde venimos y a donde vamos. Otra vez: “Por todo lo que nos une”.
UJC