Por Rolando Arbesún
Muchas veces se ha dicho que los efectos del bloqueo económico a Cuba son parte de una serie de argumentaciones creadas por la Revolución cubana y su gobierno, para evitar hablar de las problemáticas económicas del país fruto de una “supuesta” ineficiencia del sistema económico y social del país.
A pesar de los sucesivos rechazos que ha tenido esta medida unilateral de los Estados Unidos en Naciones Unidas y de las descripciones sistemáticas que se presentan de los efectos negativos de las mismas para la vida cotidiana de los ciudadanos cubanos, las principales agencias noticiosas evitan hablar sobre lo que ello significa, no solo para los cubanos, sino para otros ciudadanos de países que, por turismo o atención en salud, viajan a la isla.
La cuestión de los efectos negativos del bloqueo, ha incorporado una nueva evidencia.
En esta ocasión, la denuncia no procede de ninguna entidad gubernamental cubana, sino de una madre uruguaya.
“El gobierno de Estados Unidos bloqueó mi tarjeta internacional (tarjeta de procedencia uruguaya) porque quise hacer un pago online”, escribió en Twitter Cecilia Nazzari, madre de Aurora Sosa, una pequeña uruguaya de seis años que viajó a La Habana para recibir tratamiento por una enfermedad que le dificulta su desarrollo motor.
La pequeña uruguaya había arribado a Cuba el pasado 27 de junio, ocasión en que el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, le manifestó una calurosa bienvenida, cuando escribió en la red social de Twitter: “Bienvenida a Cuba, hermosa Aurora. Estás en buenas manos, nuestros médicos sabrán cuidarte mucho. Sigue contándonos cómo te va, ya queremos verte en la rehabilitación. ¡Un abrazo!”, escribió entonces, el mandatario cubano.
Actualmente Aurora está en proceso de estudios diagnósticos y está siendo atendida en el Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren).
Cada día y desde los inicios preparatorios del viaje, su madre, quien puede ser definida como activa twittera y militante social y feminista en Uruguay, ha ido dando cuenta en la red social de los diferentes momentos que van viviendo desde su llegada a la isla.
Al relatar cómo ha sido la recepción de los simples ciudadanos cubanos, Cecilia escribió: “Hay personas acá en Cuba que le escriben poemas a Aurora para que se recupere pronto y pueda llevar alegría a Uruguay. El amor de estas personas no tiene límites, son una caricia al alma”.
Otro de los mensajes se relaciona con el ingreso al centro hospitalario, en esa ocasión escribió: “Cinco años peleando contra la enfermedad. Cuatro años buscando un diagnóstico. Ocho meses esperando llegar al Ciren. Ya está. Ya estamos acá y todo lo que venga va a ser mejor, que no les quepa la menor duda”.
Dos días después de su arribo a Cuba, le bloquearon su tarjeta de crédito y a pesar de los intentos que ha realizado para poder alcanzar el desbloqueo de la misma, “el bloqueo se la sigue bloqueando”.
Si alguien quería un ejemplo duro y al mismo tiempo miserable, de lo que significa la extraterritorialidad del bloqueo, este es, probablemente, el mejor ejemplo.
A pesar de ello, la madre de Aurora resalta y contrapone, ante la acción mezquina del gobierno norteamericano que en esta ocasión se ensaña con una madre y una hija, la atención y el cariño que cotidianamente reciben en el centro hospitalario donde se encuentran.
“Acá todos los médicos que vienen a ver a Aurora le dicen a ella que va a mejorar. Ellos creen en su recuperación y nosotras creemos en ellos. Nada más lindo que un equipo médico comprometido y optimista, de verdad”.
Estados Unidos, puede bloquear muchas cosas y afectar a millones de personas, pero sus acciones no han podido conseguir que desaparezcan las esperanzas, mucho menos las de Cecilia y Aurora, una niña que, como su nombre indica, aún tendrá muchos hermosos amaneceres.