Basta de desigualdad

El paro parcial del PIT-CNT y la movilización realizada durante el mismo fueron enormes. En Montevideo, decenas de miles de trabajadoras y trabajadores desbordaron varias cuadras de Avenida del Libertador. Además, hubo concentraciones en todo el resto del país.

Es de enorme relevancia que la síntesis de dos meses de movilizaciones sindicales haya tenido la magnitud que tuvo. El PIT-CNT realizó un balance de la lucha contra la restauración conservadora del gobierno de coalición de derecha, y, en particular, contra los 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración. A pesar de no conseguir el objetivo de derogarlos tras la derrota en el referéndum, se destacó la obtención de 800 mil firmas y más de 1 millón de votos para el SI rosado. Se hizo énfasis en el nivel de unidad social y político alcanzado por el campo popular, el diálogo directo con nuestro pueblo, el avance en la organización y el estado de ánimo de la militancia. También se planteó que el gran desafío era como sostener ese nivel de acumulación de fuerzas y proyectarlo hacia el futuro, porque la LUC, siendo muy importante, no era toda la restauración conservadora.

Por eso el 1° de Mayo se hizo una gran movilización, con propuestas inmediatas para atender la crisis social que se mantiene, enfrentar el ajuste y levantar una perspectiva, iniciando el proceso de debate y lucha hacia el Congreso del Pueblo, una referencia de construcción de organización popular y de programa alternativo al de las clases dominantes.

El PIT-CNT propuso en el acto del 1° de Mayo 10 medidas urgentes para enfrentar la crisis social: 1) Subir las asignaciones familiares y la Tarjeta Uruguay Social. 2) Aumento del salario mínimo nacional. 3) Prórroga de los Jornales Solidarios. 4) Aumento de la inversión pública. 5) Plan de Vivienda con más inversión, que a la vez resuelva un problema social y genere empleo. 6) Plan de Compras Públicas para el armado de proveedores nacionales que generen trabajo para los y las uruguayas. 7) Recuperación del salario real. 8) Diálogo Social tripartito por un plan de creación de puestos de trabajo. 9) Diálogo Social con todos los involucrados, sobre la seguridad social. 10) Medidas tributarias para el financiamiento de las anteriores medidas: incremento de 10% del impuesto al patrimonio, exceptuando a las empresas con rentabilidad negativa; aumento del 10% del IRAE a las empresas con ganancias extraordinarias; impuesto a las empresas agroexportadoras que hayan tenido más de 20% de incremento del precio de sus productos y un 2% de impuesto a los depósitos de uruguayos en el exterior.

La central obrera aprobó un plan de lucha para pelear por estas propuestas y seguir acumulando fuerzas. El 20 de mayo, nuestro pueblo protagonizó una gigantesca pueblada contra la impunidad, un verdadero plebiscito en la calle por verdad y justicia.

Se concretaron una serie de enormes movilizaciones. Primero fue la Confederación de Sindicatos Industriales; luego la enorme Marcha Nacional Educativa; seguida de las marchas de las y los trabajadores de la salud, pública y privada; de COFE; de la Coordinadora de Sindicatos de ANCAP; de la Mesa Sindical Coordinadora de Entes y la enorme movilización del SUNCA, hace una semana.

Todo ese trabajo de proponer, dialogar con nuestro pueblo, organizar y movilizar, se sintetizó en el también enorme paro de este jueves 7 de julio.

Y el gobierno que iba a hacer, según palabras del propio presidente de la República, Luis Lacalle Pou, una Rendición de Cuentas “gasto cero o casi” tuvo que cambiar y dar “señales”, porque incluso las sacrosantas encuestas empezaron a reflejar el descontento popular, más de la mitad de la población opina que la situación económica está mal o muy mal.

La coalición de derecha en el gobierno expresa intereses materiales de clase. Es la expresión política de los sectores del agronegocio, el capital financiero, los propietarios de la tierra, de los grandes medios de comunicación y la gran industria. Por eso sigue adelante con su ajuste neoliberal y beneficia con el rumbo general y también con las medidas específicas a los “malla oro”.

Pero la movilización, la organización popular, el diálogo organizado de miles con miles, les crea problemas. No se puede excluir a la movilización popular, y los cuestionamientos en ella realizados, de las causas de los cortocircuitos que empiezan a hacerse costumbre dentro de los sectores que componen la coalición de derecha. La última expresión pública de estos es la negativa de un sector del Partido Colorado y de diputados de Cabildo Abierto a votar la derogación completa de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que restituye privilegios a los dueños de los grandes medios, habilita la concentración y extranjerización de la propiedad de estos y golpea a ANTEL privatizando completamente un sector estratégico como la venta de datos de internet.

Es el elenco más estrecho alrededor del presidente Luis Lacalle Pou, ni siquiera todo el Herrerismo, mucho menos todo el Partido Nacional y ni que hablar del resto de sus socios de la coalición de derecha, el que impone este rumbo fanático y auto referencial. Esta mirada exclusivamente de negocios sobre el acontecer nacional.

Lacalle Pou que gobierna con una concepción presidencialista extrema, promueve sus ideas, sus iniciativas, sin siquiera buscar el consenso de sus socios en el Poder Ejecutivo. Es Lacalle Pou en su mundo propio, donde maneja las perillas y nos lanza reflexiones como que la educación no necesita “dinero frío, sino dinero humano”, que además de confusa y falsa, porque en realidad le recorta rubros, expresa un fetichismo con el dinero que ya causa preocupación. Para Lacalle Pou, todo, absolutamente todo, se referencia al dinero. Esa concepción comienza a crearle problemas con sus socios de coalición. Además de hacerle perder terreno en la sociedad en su conjunto.

Por eso hace bien el PIT-CNT en movilizarse y cuestionar. En reclamar respuestas. En poner el centro en donde debe estar: la desigualdad. La ministra de Economía, Azucena Arbeleche y el todo poderoso director de la OPP, Isaac Alfie, intentan ocultar con tecnicismos de discurso lo mal repartido que está el crecimiento económico y lo mucho peor que lo estará en el futuro.

Las exportaciones anualizadas alcanzan un récord histórico: 13 mil millones de dólares. Los depósitos bancarios también alcanzan récord, en particular los que están en el exterior: 10 mil millones de dólares. Según las propias estimaciones de la Rendición de Cuentas el PBI crecerá al final del período un 8.5%. Mientras tanto 65 mil de los 100 mil uruguayas y uruguayos que cayeron en la pobreza en estos dos años, siguen en ella. En realidad, hay casi 400 mil uruguayas y uruguayos en situación de pobreza. Los salarios y las jubilaciones cayeron en estos dos años y su posible recuperación será al final del período y gracias a la lucha desplegada. Pero lo perdido ya no se recupera. En los números presentados en la Rendición de Cuentas se aprecia que, la caída de salarios y pasividades explica por sí sola el equivalente a aproximadamente 1 punto del PBI de la mejora fiscal, esa obsesión neoliberal fanática del gobierno. Eso significa unos 700 millones de dólares. De esa cifra estamos hablando.

En la Rendición de Cuentas el gobierno, en una decisión profundamente ideológica, ignora a la Universidad de la República. Presenta como incremento de gasto lo que no lo es. Todos los recursos que destina no alcanzan ni de cerca los recortes procesados en los dos años anteriores.

Uruguay es más desigual y menos libre, por eso es menos democrático. El PIT-CNT, con miles en la calle, reclama que se discuta lo central, las necesidades del hoy de nuestro pueblo: el hambre, el trabajo, los bajos salarios, la carestía que no cesa, las privatizaciones encubiertas y las explícitas, las escandalosas exoneraciones fiscales para los dueños de la tierra mientras aumenta la presión fiscal sobre los trabajadores, la reforma regresiva de la seguridad social.

El paro y la gran movilización del 7 de julio reafirmaron que la lucha contra la desigualdad y las políticas que la profundizan es un desafío que puede y debe concitar la unidad más amplia de los sectores populares. El camino es de unidad, organización, lucha y perspectiva.

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