Con un comunicado de prensa publicado la mañana de este viernes 7 abril, la cancillería brasileña comunicó oficialmente la decisión de ese país de volver a la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).
Este regreso se produce 4 años después de que el gobierno del neofascista Jair Bolsonaro retirara a Brasil de UNASUR, cosa que también hicieron prácticamente todos los gobiernos de derecha, especialmente el de Mauricio Macri, que retiró a Argentina, el de Iván Duque, que retiró a Colombia y el de Luis Lacalle Pou, que retiró a Uruguay.
El comunicado difundido por las redes sociales de Itamaraty dice textualmente: “En un momento de reanudación de sus principales alianzas internacionales, Brasil volverá a formar parte de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR). El Decreto N.º 11.475 , firmado por el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva y publicado en el Diario Oficial de la Unión este jueves 6 de abril, promulga el Tratado Constitutivo de la UNASUR, entra en vigor el 6 de mayo de 2023 y vuelve a colocar al país en el grupo creado durante el segundo gobierno del presidente Lula”.
En su comunicado la cancillería brasileña recuerda que “UNASUR se fundó originalmente a partir de un Tratado Constitutivo firmado en mayo de 2008 por los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. En 2010, la unión estaba compuesta por los 12 estados de América del Sur y con una población de casi 400 millones de habitantes. Desde entonces, algunos países se han retirado de la UNASUR, principalmente por diferencias políticas. La salida de Brasil se produjo en 2019 por decisión del gobierno anterior”.
“Al igual que Brasil, Argentina también anunció que regresará al bloque, que actualmente tiene como miembros a Bolivia, Guyana, Surinam y Venezuela, además de Perú, que está suspendido”, agrega el comunicado.
“El objetivo de UNASUR es promover la integración entre los países sudamericanos, en un modelo que busca integrar las dos uniones aduaneras del continente, MERCOSUR (Mercado Común del Sur) y CAN (Comunidad Andina), pero yendo más allá del ámbito económico, para alcanzar otras áreas de interés, como la social, cultural, científico-tecnológica y política”, indicó.
“La integración y la unidad suramericana son necesarias para avanzar hacia el desarrollo sostenible y el bienestar de nuestros pueblos, así como para contribuir a la solución de los problemas que aún afectan a la región, como la pobreza, la exclusión y la persistente desigualdad social”, indica una de las secciones del tratado fundante de UNASUR.
Como señalábamos los gobiernos de derecha fueron retirando a nuestros países de la UNASUR, lo hicieron Colombia, Paraguay, Chile y Ecuador, Uruguay dejó la UNASUR en 2020 decisión del gobierno de derecha encabezado por Luis Lacalle Pou.
Como hemos recordado en otras oportunidades, la política exterior del gobierno de la coalición de derecha, altamente ideologizada, la emprendió contra la integración regional y sus instancias, resaltó el papel de la OEA, denostó al MERCOSUR y privilegió una supuesta “estrategia” de inserción internacional basada en una también supuesta apertura al mundo en solitario.
En ese marco, antes de la pandemia, el entonces canciller Ernesto Talvi, anunció la salida de Uruguay de UNASUR, la re-adhesión al anacrónico Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) que nos subordina militarmente a EEUU y también, faltaba más, el voto favorable de nuestro país para la reelección del impresentable Luis Almagro en la secretaria general de la OEA.
Lula cuando asumió, y también durante su visita a nuestro país, dejó bien claro que la integración regional era el centro de su política exterior, que iba a fortalecer el MERCOSUR y relanzar UNASUR, de la cual es fundador. Está cumpliendo. Esta movida deja a nuestra cancillería prisionera de una posición ideológica irreductible contraria a la integración regional y cada vez más aislada en la región.
Lula dialoga con el presidente ucraniano
En otra acción más de su activa política internacional, el gobierno brasileño informó que Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvo una videoconferencia con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en la tarde del jueves.
Según informa el gobierno brasileño “ambos hablaron sobre la guerra y la búsqueda de la paz. El presidente Zelensky recordó que Lula ya había estado en su país (en 2004 y 2009) y le invitó a una visita a Kiev. Lula se mostró dispuesto a responder a la invitación, en el momento oportuno, y correspondió, esperando que el retorno de la paz facilite estos encuentros. El presidente brasileño reiteró su disposición a participar en cualquier esfuerzo por reunir a un grupo de naciones capaces de dialogar con ambas partes del conflicto para promover la paz”.
Lula subrayó que «Brasil defiende la integridad territorial de Ucrania» y por eso votó a favor de la reciente resolución de la ONU. También citó las conversaciones mantenidas al respecto con los líderes de Francia, Alemania y Estados Unidos, y su disposición a hablar igualmente con China, en su visita a Pekín, y también con Rusia.
Ambos líderes acordaron volver a hablar en un futuro próximo.
Esta conversación de Lula con el presidente ucraniano se da días después de la visita de Celso Amorim, asesor principal del presidente brasileño en relaciones internacionales, a Moscú, donde se reunió con Vladimir Putin.
También mientras el presidente de España, el de Francia y la de la Comisión Europea, viajaron a Beijing para reunirse con Xi Jiping y analizar el plan de paz para Ucrania de 12 puntos que China presentó.
Lula irá en los próximos días a China.
