Esta fue la imagen del 15 de noviembre en Cuba: las y los niños volviendo a clases. Foto Irene Pérez, Cubadebate

Con Cuba en el corazón.

El pueblo cubano con alegría retoma su vida habitual.

Rony Corbo

Con el denominado #15N la contrarrevolución cubana, con el financiamiento de los Estados Unidos, el día que Cuba reabría sus puertas al mundo, que decenas de aerolíneas llegaban de nuevo a la isla para reactivar el turismo, cuando millones de niños, niñas y adolescentes retomaban los cursos escolares, justo ese día la “gusanería pro yanqui” se quería movilizar en La Habana para desestabilizar la Revolución.
La respuesta en el mundo entero, y en América Latina y el Caribe en particular, fue el masivo respaldo a la patria de Martí y Fidel. Desde México a la Argentina concentraciones frente a las embajadas cubanas rodearon de solidaridad militante al pueblo cubano y su revolución.
En Uruguay, la Conferencia de la Departamental de Montevideo del PCU, al decidir denominarse “Yo Soy Fidel”, dejó en claro el mensaje de los revolucionarios uruguayos de no permitir ni un atropello más en la patria de Artigas contra Cuba soberana.
El Comité Uruguayo antimperialista y de solidaridad con Cuba donó 500.000 jeringas recolectadas con la solidaridad del pueblo uruguayo, en agradecimiento a la enorme solidaridad de Cuba hacia nuestro pueblo. Como parte de ella médicos y compañeros de la salud cubanos realizaron más de 100.000 operaciones que permitieron recuperar la vista a uruguayas y uruguayos, miles de prótesis para personas con discapacidad, entre otras actividades en el marco de los acuerdos de intercambio Uruguay-Cuba, que el gobierno multicolor de derecha por orden del amo imperial interrumpe.
Este medio millón de jeringas favorecerán el proceso de vacunación masiva en toda la isla, con sus propias vacunas, tres candidatos vacunales que en Cuba se han logrado desarrollar en medio de los más crueles y brutales actos enemigos del gobierno de Estados Unidos y de su estrategia imperial de dominación, en una nueva escalada de su agresión, de los planes para desestabilizar el país, buscando provocar una explosión social con la clara intención de promover un cambio de régimen político en Cuba.

El Canciller cubano: “Operación Fallida”

“Da la impresión de que Cuba es el único país del mundo en que una protesta que no existió se convierte en una noticia internacional”, se lamentó el canciller de la isla, Bruno Rodríguez. “Es evidente que lo que yo llamé una operación fallida, una operación político comunicacional organizada y financiada desde el gobierno de Estados Unidos con fondos millonarios y la utilización de agentes internos fue un absoluto fracaso”, dijo este miércoles en una entrevista con The Associated Press. El canciller Rodríguez indicó que en unos 50 días se habían producido 185 pronunciamientos de funcionarios de EEUU en apoyo a las protestas en Cuba . “Una densidad de pronunciamientos mayor que los de cualquier otro país”. De los miles de participantes y “usuarios” de Twitter involucrados en la promoción de las protestas “menos del 2 por ciento” estaban realmente en Cuba” dijo.

La alegría toma el control en La Habana
Al final, el lunes 15 de noviembre a las 3 de la tarde nadie se presentó vestido de blanco a la intersección de las calles Prado y Malecón como se había planeado, tampoco en otros lugares convocados en las provincias. No se escucharon aplausos ni cacerolazos, no se vio la colocación de sábanas blancas en las casas, todo ello sugerido desde las redes por los convocantes.
Lo que si se vio a lo largo del fin de semana fue al pueblo cubano, feliz en sus parques y plazas festejando la reapertura del país luego de 20 meses de pandemia y festejando con “cerveza de pipa” y ron “chispa de tren” el 502 aniversario de La Habana.
La “gran marcha” que llego a promocionarse a nivel mundial, contra el ultimo bastión comunista, solo existió en las cuentas de redes sociales de sus organizadores de Miami y sirvió para incrementar la financiación yanqui de los cubanos contrarrevolucionarios que residen en la mayor de las Antillas y que por cierto no están presos, sino en sus casas.
Cuando le tengan que informar al presidente Biden del resultado, ojalá no se lo falseen como le hicieron a Kennedy y eviten a los EEUU una nueva vergüenza como en Playa Girón. Y al pueblo cubano más agresiones y dolores.
Ojalá Biden escuche a quienes le recomiendan levantar el bloqueo, comenzando por la anulación de las 243 medidas adicionales aplicadas en plena pandemia por el gobierno de Donald Trump, para asfixiar por hambre a la Revolución Cubana.
Lo que si ocurrió, con nuestro país incluido, fue un inmenso tsunami de solidaridad con Cuba, porque como aprendimos con Martí y Fidel: Solidaridad con Solidaridad se paga.

Enlace con una nota previa de nuestro Portal:
https://elpopular.uy/yo-soy-fidel/

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