Por Rolando Arbesún
En un comunicado emitido el 30 de julio, los trabajadores/as señalan que la medida se dispone a partir de los cambios establecidos por la Dirección General de UTU en las condiciones laborales, entre ellas el “aumento de la relación en la cantidad de estudiantes del PLAN FPB – UTU por horas de trabajo”.
En el comunicado se señala que esta decisión unilateral genera que se trabaje con “emergentes de primer año de Ciclo Básico Tecnológico, sin límite de estudiantes, significando esto la realización de trabajo voluntario y no remunerado”.
El Colectivo denuncia que, “la decisión por parte de la Dirección General de UTU de retirar a lxs educadorxs de los Programas RUMBO y CEC a partir de marzo de 2021, sin argumentación pedagógica, lo que ha significado la pérdida de puestos laborales y la falta de acompañamiento socio educativo a niñxs y adolescentes”.
La comunicación señala la preocupación existente “acerca de la continuidad del área 274- educadorxs para el año 2022 y en caso de continuidad, las condiciones laborales”.
Hasta el momento ha habido por parte de la Dirección General de UTU una negación sistemática “de mantener el diálogo en instancias de negociación bipartita”, por lo que el Colectivo “teniendo en cuenta que esta Dirección General tomó la decisión de cambiar nuestras condiciones laborales a menos de 10 días de nuestra elección de horas, exigimos respuestas a la brevedad y por escrito sobre la continuidad del área 274 para el año 2022”, finaliza expresando el comunicado.
La medida ha sido apoyada por el Colectivo de Alfabetizadores afiliados de AFUTU, quienes se han declarado “en alerta”.
En documento enviado a nuestro portal de noticias, los trabajadores señalan que “desde que asumió la nueva administración se concretaron cambios que afectan nuestras condiciones y puestos de trabajo”.
“Somos 452 Alfabetizadores Laborales en todo el país”, explican, al tiempo que denuncian que en 2021 perdieron 920 horas que corresponde a 46 unidades docentes de 20 horas.
“Se realizaron cambios en nuestros contenidos y metodologías de trabajo de forma inconsulta, lo que no respeta la tradición institucional de acuerdos y trabajo junto a docentes y comunidad educativa”, señalan.
Tal y como han venido denunciando, desde el pasado año, los trabajadores recuerdan que se “está llevando a cabo una revisión del Plan FPB 2007 por parte de la Dirección General de Educación Técnico Profesional de forma hermética que amenaza nuestro perfil y continuidad de este Plan, lo que significaría pérdidas muy significativas de fuentes de trabajo, así como el empobrecimiento de una oferta educativa diversa que apunta a la inclusión de jóvenes en el sistema educativo formal”.
En declaraciones para nuestro portal de noticias, Victoria Torres, miembro del Colectivo de educadores/as de AFUTU, señaló que “el conflicto es parte de un conflicto generalizado que está viviendo la UTU en varios aspectos y que implican varios recortes”.
Como ejemplo de ello, Torres identificó a los trabajadores de Gestión y Servicios que “están luchando para que se les paguen las partidas y las horas extras por su trabajo”, así como a “los/as compañeros/as alfabetizadores laborales que son parte del Plan de Formación Profesional Básico (FPB), con los que se encuentran más unidos en esta lucha”.
“Tenemos desde el año pasado”, agregó Victoria Torres, “la quita del pago de las horas de coordinación en los grupos de FPB y las quita de becas de apoyo económico para los estudiantes de FPB”.
La integrante del Colectivo recordó que, en particular los educadores “comenzamos la lucha el año pasado luego de concretarse varios recortes en los grupos de FPB, donde se recortaron más de 80 grupos a nivel nacional, de ellos 50 en Montevideo”.
El FPB, agregó “se creó en el año 2007 como propuesta educativa en el marco de diversidad de propuestas educativas para la población para la realización del ciclo básico”.
En un comienzo, explicó “la propuesta era para personas de 15 años en adelante que no habían podido completar el ciclo básico y a partir de 2016, la propuesta se amplía a egresados de primaria, desde 2007 la matriculación ha ido claramente en aumento”, enfatizó.
La propuesta, de carácter integral, incluye además de materias del ciclo básico, talleres de diversos tipos para la formación laboral.
“Las materias y los talleres trabajan de forma integrada, es una propuesta educativa que integra ambos componentes, donde el educador tiene el rol de acompañamiento soicoeducativo de los estudiantes para promover su vinculación al sistema educativo y el sostenimiento de las trayectorias en el mismo”, resaltó Torres.
La educadora destacó que toda la propuesta se funda en el trabajo con la comunidad y sus demandas, algo que permite trabajar de forma grupal e individual, según sea la situación que se atienda.
Esta figura del educador, agregó, “es fundamental para poder sostener la continuidad educativa de los estudiantes”, actualmente y por la composición del tipo de estudiante con el que se trabaja, esta propuesta permite sostener su proceso educativo ya que, de no existir, no podrían sostener el proceso que realizan.
“Además de los recortes en los puestos laborales de los educadores y los docentes que se realizaron el año pasado, se suma, a partir de febrero, por parte de la Dirección General, un cambio en las condiciones de trabajo”, destacó Torres quien resaltó que las nuevas directivas afectan el perfil de trabajo que desarrollaban habida cuenta de su creación para la propuesta del FPB.
Las directivas de la Dirección General de UTU, enfatizó la integrante del Colectivo, producen “precarización del trabajo porque, por ejemplo, la no cuantificación de los estudiantes, implica que realicemos un trabajo “voluntario” y no remunerado, estamos en una situación donde cada vez se precariza más nuestra tarea, algo que ya empieza a afectar la calidad de atención a los estudiantes”, concluyó expresando Victoria Torres.