Lic. Victoria Alfaro (*)
La semana pasada el semanario Búsqueda informó que el ministro de Medio Ambiente, Adrián Peña, utilizó durante años (desde el 2015) un título que no tenía. Inmediatamente de conocida la noticia el ministro fue rápidamente a decirle al presidente de la república que se había equivocado, que era un error, etc…
Una perlita más en la actuación de un gobierno que dice una cosa y hace exactamente lo contrario sin medias tintas. ¿Qué pasó con el ministro Peña? nada, y estamos hablando de los mismos que crucificaron a Raúl Sendic por utilizar el título de licenciado sin tenerlo. El exvicepresidente renunció ¿y Peña? Nada.
Eso sí, ahí tenemos al ministro de Trabajo, Pablo Mieres, un consecuente vocero del gobierno, saliendo a decir que no tiene nada que ver el caso de Sendic con el de Peña. «Son conductas distintas», aclaró en una entrevista.
Y si, por supuesto que son conductas distintas, Sendic renunció, de Peña ni el asomo de una renuncia, aunque sea por vergüenza. Y como frutilla que corona la torta, la Universidad Católica del Uruguay (UCU), donde el ministro de Medio Ambiente estudió su carrera, acaba de anunciar que tampoco se recibió el año pasado, como dijo Peña, sino que le falta un curso para acceder al título.
El ministro que pertenece al Partido Colorado será recibido esta semana por la Comisión de ética de dicho sector, hasta la ex viceministra Carolina Ache salió a decir que «levantaron tanto la vara ética que pasan por abajo» https://twitter.com/CarolinaAche/status/1618741537118236673?s=20&t=-cAfNC2oiYRnQsccSfEuEA
Esta conducta de un miembro del gabinete del gobierno nacional no debería asombrar, hay otros ministros que siguen en sus puestos con situaciones mucho más graves que un título de licenciado y continúan inamovibles como estatuas de cera, atornillados a un sillón ubicado en la calle Mercedes y Julio Herrera y Obes.
Un jerarca que, sin el menor empacho, dice que su ministerio es un «éxito» mientras las uruguayas y uruguayos de a píe tenemos que tomar mil precauciones para salir a la calle y encima se jacta de haber encontrado sus auriculares robados en su casa de veraneo de Maldonado. Un Ministerio del Interior que anda a los tumbos, tirando planes sin fundamento alguno a diestra y siniestra, el último: contratar exdelincuentes para infiltrar en las organizaciones criminales. Insólito por donde se lo mire, primero es una mala señal para la policía, segundo, un plan como ese no se anuncia con bombos y platillos, es trabajo de inteligencia. Pero claro, capaz que inteligencia es mucho pedir.
(*) Directora de EL POPULAR.
Foto de portada:
Adrián Peña, ministro de Medio Ambiente, frente a la Torre Ejecutiva. Foto: Pablo Vignali / adhocFOTOS