Andrade: “Hay que intentar que la mayoría de la población pueda definir en base a ideas, a argumentos, a propuestas”
El senador y candidato de la 1001 y el Frente Amplio, Oscar Andrade, fue entrevistado este miércoles en “Más temprano que tarde”, de El Espectador, por el periodista Wilmar Amaral sobre cómo se para el FA en la campaña, los posibles escenarios, el proceso que coloca al FA como favorito y el plebiscito de la seguridad social.
Ante la pregunta de cómo se para en esta etapa de la campaña electoral, Andrade respondió: “Es la importancia que le das a la elección, con todo lo que tiene esta elección que además de elegir el gobierno hay plebiscitos que son muy importantes, intentar que la mayoría de la población pueda definir en base a ideas, a argumentos, a propuestas, me parece que es central. Es la forma que tenes de defender la democracia. Transitamos un problema si la definición electoral se mide más por el marketing, el jingle, la cantidad de carteles. Tenemos que preguntarnos: ¿la política qué es? Y nosotros que participamos de la idea de que la política expresa una forma de luchar contra las desigualdades, es bueno que la forma de hacer política se relacione con ese criterio”.
Consultado sobre cómo ve al FA en la campaña respondió: “El FA se pone de pie cuando toma una decisión histórica, que es participar de la campaña de recolección de firmas junto al movimiento obrero por la LUC. Cualquier análisis del estado del FA previo a esa decisión, es un análisis de un declive cada vez más pronunciado de la fuerza política, tanto en capacidad de organización, fuerza de liderazgo, relación con la sociedad, debate de ideas estratégicas, confrontación en el plano político con la derecha. La decisión, en la que tuvieron mucho que ver las bases frenteamplistas, de participar de la recolección de firmas y la propia recolección de firmas, las 800 mil firmas juntadas, le hizo retomar la ofensiva al FA, es el punto de inflexión. No hubiera existido “El Frente te escucha”, es más, no creo que hubiera existido Fernando Pereira presidente, sin ese proceso. Ese proceso cambia las condiciones del campo popular le dio otro tono a las fuerzas políticas y sociales”.
“Esto coincidió con dos cosas -agregó el senador-, los efectos de la política económica del gobierno ya sin pandemia, este resultado de que a 19 de cada 20 uruguayos les va mal, de 100 mil personas más cobrando menos de 25 mil pesos, el aumento de la desigualdad se hizo más difícil de justificar. Lo segundo es un conjunto de situaciones turbias en el gobierno, algunas muy graves, el episodio de Marset es muy grave, el episodio de Astesiano fue muy grave, la situación que rodeó al caso de Penadés, no el caso de Penadés, la situación que lo rodeó, que se llevó puesto la base de datos de la Corte Electoral, el sistema de gestión carcelaria, investigaciones en la DGI, a los efectos de encontrar a las víctimas, la presión del presidente del Directorio del Partido Nacional a Fiscalía alardeando de intentar encontrar un fiscal más afín para consagrar la impunidad. Y paso por alto Salto Grande, Vivienda y Artigas. Esto generó un deterioro muy fuerte en la coalición de gobierno”.
“Todo esto hace que el FA se presente como favorito, pero con escenario abierto. Si vos me preguntás hoy el escenario más probable es que el FA gane mayoría parlamentaria y que tenga que ir a una segunda vuelta. Pero perdes dos o tres puntos y tenés que ir a una segunda vuelta sin mayoría parlamentaria, lo que ya es una segunda vuelta más abierta. Y ganás dos o tres puntos y podés ganar en primera vuelta. Por eso este tramo de la campaña es tan importante porque se termina definiendo la elección en esa conversa mano a mano del domingo con el vecino, el amigo, del compañero que intentó convencer a aquel que estaba en duda que el programa, la propuesta del FA, es una propuesta más inclusiva, más profunda y con mejores resultados”, sostuvo Andrade.
Ante la consulta de su opinión sobre la designación de Oddone como ministro de Economía en un futuro gobierno del FA, Andrade indicó: “Primero, Oddone no fue sorpresa, me hubiera sorprendido si el nombre del ministro de Economía fuera otro. Oddone es el principal asesor del candidato a presidente en temas económicos y es el candidato a presidente el que elige”.
Luego Andrade abordó el plebiscito de la seguridad social y el debate en torno a la papeleta del SI y sus contenidos. “Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo de que el plebiscito (de la seguridad social) trascienda el debate del FA. No es un debate dentro del FA, es un debate de la sociedad uruguaya. Lo que tenés que tratar de explicar es si los contenidos que tiene la papeleta son extravagantes, exagerados. El primero es no innovar, recuperar los parámetros jubilatorios que el movimiento social conquistó después de dos años de diálogo social, del 2006 al 2008, en la ley 18.395. ¿Es razonable que el movimiento social reclame esto? Cuando empezamos el dialogo social 2006-2008 lo hicimos en medio de una tragedia, que era que 7 de cada 10 trabajadores ni a los 65 años generaban causal jubilatoria. Luego de esos dos años de discusión se consiguen un conjunto de cambios importantes, el Subsidio por Inactividad Compensada, el año por hijo para las mujeres, se adelanta la jubilación por edad avanzada. El resultado de estas medidas es muy importante. En los diez años previos a que se consiguiera la ley 18.395 por año había 15 mil actas jubilatorias, 60% de hombres y 40% de mujeres. La tasa de cobertura en Uruguay comenzaba a crujir, venía cayendo. A partir de 2008 saltamos a 30 mil actas jubilatorias por año. Hay más de 200 mil personas que pudieron jubilarse gracias a esa ley que hoy queremos que este en la Constitución. No parece un despropósito que el movimiento obrero defienda una norma que permitió un amplísimo nivel de cobertura. Me sorprende mucho cuando se cuestionan los aspectos de equidad de género porque 7 de cada 10 mujeres se pudieron jubilar gracias a esa ley. Lo que estamos diciendo es que este sea el piso, se puede mejorar, pero que este sea el piso”.
“El piso, que a los que critican la papeleta les parece mucho, es que un trabajador con 60 años de edad y 30 años de aporte acceda al 45% del promedio de sus últimos diez años de actividad. Que desde la referencia política coloquemos este pedido como algo extravagante no lo puedo compartir. Sinceramente no lo puedo compartir”, enfatizó.
Andrade dijo que “todos los estudios comparados demuestran que donde se aumentó la edad jubilatoria más de la mitad de los trabajadores no llegan a esa nueva edad trabajando. En Uruguay el mercado de trabajo para los mayores de 60 años es de una enorme hostilidad. Conseguir trabajo con más de 60 años en Uruguay es una hazaña. Y no solo el mercado de trabajo es hostil si no que los salarios son bajos, medio millón de trabajadores cobra menos de 25 mil pesos. Imaginemos ese trabajador que gana menos de 25 mil pesos, quedando sin trabajo a los 61 o 62 años, ¿de qué va a vivir? Eso es lo que queremos evitar. Planteamos recuperar los derechos conquistados antes de la reforma jubilatoria del gobierno de derecha, que es muy dura, recién a los 65 años tenés el 45%, pero no del promedio de los últimos 10 años si no de los últimos 20 años. Eso te obliga a trabajar hasta los 70, porque quién se va a jubilar con el 45% del promedio de sus últimos 20 años de actividad”.
Advirtió que “la discusión hay que darla con mucho respeto, toda, pero particularmente a la interna, porque tenés un día después. Lo primero que dice el documento de los 111 economistas frenteamplistas es que ni “las promesas del PIT-CNT”, ni la reforma del gobierno resuelven el problema del acceso a la jubilación. Es un profundo error porque el PIT-CNT no está prometiendo nada, está rescatando los parámetros jubilatorios de la 18.395. Con esa ley se alcanzó el nivel de cobertura más alto de la historia”.
Finalmente destacó que “decir que el Uruguay colapsa si un jubilado cobra 22 mil pesos, colocar ese mensaje, políticamente me parece que está muy mal. El FA, nosotros, reivindicamos cada año que hubo un ajuste a cuenta de las jubilaciones que el gobierno mantuviera el criterio que existía hasta el 2019 y que ese ajuste no se descontara en enero. Este gobierno cambió esa política y congeló las jubilaciones mínimas cuatro años, en realidad hubo tres años en los que deterioró las jubilaciones mínimas. Si se hubiera aplicado la política económica que el FA pidió que se aplicara la jubilación mínima estaría hoy en 21.150 pesos, a mil pesos del Salario Mínimo Nacional. Entonces no parece muy clara la cuenta para decir que esta medida genera un gran colapso económico cuando es una medida que estaría muy cerquita si se hubiera mantenido la política económica del FA”.
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Oscar Andrade entrevistado por Wilmar Amaral en El Espectador. Foto: Comunicación 1001.