“Presente, presente, fuera el presidente”, coreaban los manifestantes en las calles de la capital.
Transcurría así, la tercera jornada de paro nacional convocada por centrales obreras y sindicatos, luego de que la primera reunión del pasado lunes con el Gobierno terminara sin acuerdo.
Según la crónica de la Agencia EFE, a las principales vías de la ciudad llegaron “cientos de personas, con camisetas blancas, globos, instrumentos musicales y ondeando banderas de Colombia”, con el objetivo de participar “de la convocatoria que avanza de manera festiva pese al caos y la violencia que han dejado 15 días de protestas”.
“La finalidad del paro que estamos desarrollando desde el 28 de abril es exigirle al Gobierno nacional la negociación del pliego de emergencia que le radicamos en junio del año 2020 y garantías para la protesta social”, expresó a la agencia española, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés.
Desde hace dos semanas, las movilizaciones de protesta son el escenario cotidiano de la vida en Colombia.
Iniciadas por la reforma tributaria impulsada por Iván Duque, las movilizaciones no cesaron luego que la iniciativa fuera retirada.
La toma de las calles por los ciudadanos tiene, actualmente, un fuerte componente de protesta debido a los abusos y represiones policiales que han provocado varias muertes, centenares de heridos y desaparecidos.
Durante el tercer día de Paro Nacional, añade EFE, “las voces de los protestantes arrastran otros reclamos como los carteles con los que han salido a manifestarse en los que se pueden leer consignas como “No al proyecto 010 (de la) reforma a la salud” y “No a la reforma pensional o laboral”, impulsadas por otros partidos políticos”.
Los congregados en el Parque Nacional de Bogotá, lanzaron “arengas en contra de la brutalidad policial que reprime las movilizaciones y piden al Gobierno una negociación en la que, contrario a lo que sucedió con los diálogos del paro nacional de 2019, los acuerdos se cumplan”, destaca el diario Últimas noticias.
“Estoy en el paro porque creo que ninguna de las reformas que se han hecho ni las que se piensan hacer en cuanto a lo laboral, lo pensional, la reforma a la salud, favorecen al pueblo”, declaró a EFE, una de las manifestantes, quien agregó, “estamos viviendo una serie de masacres, de asesinatos, simplemente por no tener un derecho a la protesta cuando en realidad lo que estamos pidiendo es garantía para todo”.
La Defensoría del Pueblo ha recibido informes sobre 42 muertos, fruto de la represión contra los manifestantes en diferentes ciudades del país, entre las que sobresalen, Cali, Pereira e Ibagué, todas ellas producto del accionar represivo de las fuerzas de seguridad.
Sobre la represión desatada, el mandatario colombiano Iván Duque dijo el pasado martes “que las autoridades han iniciado 65 acciones disciplinarias, entre ellas 8 por homicidio, 27 por abuso de autoridad, 11 por agresión física y 19 por otras conductas”.
Mientras esto acontece, se informó que la minga (marcha) indígena continuaba concentrada en la Universidad del Valle, en Cali.
En declaraciones a la agencia española, Aida Quicué expresó que la minga “acompaña a los jóvenes y la ciudadanía movilizada porque nos estaban masacrando”.
En Cali, capital del Valle del Cauca, la violencia desatada contra los manifestantes ha dejado la mayor cantidad de los muertos durante los días que llevan activas las protestas, en dicha ciudad, que fuera militarizada por orden del presidente Duque, continúan algunos bloqueos y enfrentamientos, aunque con menor intensidad a la registradas durante los primeros días de las movilizaciones.