China se prepara para enfrentar las agresiones externas corrigiendo sus principales debilidades.
Eduardo Lorier
Hasta ahora hemos analizado en anteriores artículos las perspectivas de Europa y de Estados Unidos. Ahora toca considerar la situación de China, que además de impulsar un peculiar proyecto de cambio económico-social de transición sin antecedentes históricos, es nuestro primer socio comercial. (1)
Como vimos, Europa pretende salir de su estancamiento con un enorme gasto militar bajo el pretexto del peligro ruso, mientras Estados Unidos intenta hacerlo mediante el establecimiento de aranceles recíprocos, o sea, barreras proteccionistas que procuran restablecer la menguada base manufacturera de dicho país.
Si bien no son las únicas medidas, puede decirse que son las principales. En uno y otro caso, consideramos que a sus característicos “capitalismos” deformados dichas medidas no los salvaguardan del inexorable declive. Por el contrario, pueden acelerar sus contradicciones político-sociales a escala nacional y agravar el clima bélico que tiñe peligrosamente las relaciones interestatales.
En el caso de China, el análisis debe partir de las definiciones adoptadas por su máxima dirigencia en la reunión anual, denominada colectivamente como “las dos sesiones”. (2)

Lo anunciado en ellas en marzo de 2025 brinda una oportunidad para obtener una visión crítica de la dirección que seguirá la nación durante este año y más allá y su papel en el mundo, lo que importa mucho, por el grado de peligrosidad e inestabilidad de la situación global donde el país se ha vuelto objeto de un creciente ataque por el gobierno de Trump.
China aprovechará su margen de maniobra para avanzar en un paquete de estímulos que impulse los avances tecnológicos y el consumo nacional que contrarresten el impacto de la guerra arancelaria de Trump.
En estas sesiones el papel protagónico lo tuvo el primer ministro Li Qiang, quien informó de las principales metas de China para el convulsionado año en curso, que, por otra parte, es el último del 14 Plan Quinquenal.
La síntesis de lo resuelto es la siguiente:
1) Expansión del gasto fiscal
Para impulsar la economía, China se endeudará y emitirá este año una considerable suma en bonos del tesoro a ultra largo plazo. El déficit fiscal subirá a un entorno del 4 por ciento, un incremento de un punto porcentual respecto al 2024 y el porcentaje más alto en 30 años. Se rompe la línea roja del 3%. El déficit ampliado que incluye el gasto militar se eleva al 9-10 por ciento.
Dicho porcentaje equivale a US$782.000 millones. O sea, aumentará su endeudamiento para estimular la actividad productiva y el consumo.
En cuanto a la inflación, China está reduciendo su objetivo anual a alrededor del 2% por primera vez en más de dos décadas, por debajo del 3% anterior. Entonces, con un aumento de los salarios del más del doble de esa tasa, los ingresos reales promedio seguirán aumentando.
También señaló que el objetivo de crecimiento económico es de 5% para el 2025, similar al de 2024, aunque no dejó de prevenir que llegar a ese monto sería un desafío por el entorno internacional cada vez más complejo y severo.
2) Se fomenta la inversión extranjera
Li dijo que sin importar cómo cambie el entorno externo, China se mantendrá persistentemente en su política de apertura. Agregó que los sectores de internet y la cultura se abrirán de manera ordenada y se ampliará el acceso a sus industrias de telecomunicaciones, salud y educación.
3) Empresas privadas
Igualmente, el gobierno se comprometió a apoyar mejor la economía privada y a reforzar la confianza empresarial. El primer ministro expresó que Beijing fortalecerá las protecciones legales y el apoyo político a las empresas privadas, garantizando sus derechos legítimos.
4) Industrias futuras
Li expresó que China liberará la creatividad del sector de alta tecnología e impulsará la Inteligencia Artificial (IA), las terminales inteligentes y la Internet de las cosas, mientras que la tecnología 5G se aplicará a gran escala.
También señaló que se establecerían mecanismos para las “industrias futuras” para apoyar los campos de alta tecnología, incluida la fabricación de biomateriales, la tecnología cuántica, la inteligencia incorporada y el 6G.
5) Nuevo papel para Hong Kong y Macao
El Primer ministro dijo que Beijing persistirá con el principio de “un país, dos sistemas” y apoyará a Hong Kong y Macao para mejorar sus economías.
También afirmó que se los apoyará en la profundización de los intercambios y la cooperación internacionales. Esta es nueva incorporación al informe de trabajo de este año, que señala un nuevo papel para las ciudades mientras se preparan para afrontar los obstáculos externos.
6) El gasto militar se mantiene sin cambios
El gasto militar se expandirá en un 7,2 % en 2025, similar porcentaje al de los años 2023 y 2024, alcanzando un total de 245 mil millones de dólares.
7) Empleo y consumo
El primer ministro reconoció que el consumo era particularmente lento, ante lo cual el gobierno se comprometió a impulsar vigorosamente la demanda de los hogares.
Con relación al empleo se anunció la creación de más de 12 millones de empleos urbanos. Se estableció un compromiso a brindar ayuda a los recién graduados, trabajadores migrantes y personas con mayor necesidad.
Se calcula que el desempleo urbano rondará en 2025 el 5,5%.
También se continuará con las medidas tendientes a estabilizar el mercado inmobiliario y el mercado de valores.
8) Compatriotas y amigos internacionales
Li sostuvo que el mundo estaba experimentando cambios acelerados nunca vistos en un siglo. Agregó que el entorno externo se estaba volviendo cada vez más complejo y potencialmente impactaría en el comercio, la tecnología y otros sectores del país. En la inauguración de la APN, Li expresó su sincera gratitud a los amigos internacionales y prometió una mayor apertura, incluso unilateral, para atraer inversión, talento y otros recursos de otras partes del mundo.
Dos proyectos globales contrapuestos
Como vemos, a escala global se enfrentan dos proyectos. Mientras China a través de las palabras de su primer ministro Li Qiang prometió un gasto más agresivo para impulsar el crecimiento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió reducir el gobierno federal para equilibrar las cuentas.
Mientras Trump anunciaba con bombos y platillos una guerra arancelaria global contra “amigos y enemigos” a partir del 2 de abril, Li expresaba que China se abriría más al mundo y defendería el orden global multilateral, oponiéndose “al hegemonismo y a la política de poder, al proteccionismo en todas sus formas y defenderemos la equidad y la justicia internacionales”. (3)
China, nos dice un documentado analista marxista, Michael Roberts, (4) “se prepara para la guerra comercial de Trump. El aumento de los aranceles de Trump a las exportaciones chinas a Estados Unidos y las sanciones a la tecnología china representan importantes amenazas para los objetivos de crecimiento del país. China está diversificando sus socios comerciales, pero Estados Unidos sigue siendo su mayor mercado de exportación (15%).
JPMorgan estima que la contracción de las exportaciones chinas a Estados Unidos debido a los aranceles de Trump reducirá el crecimiento del PIB en 0,6 puntos porcentuales entre 2025 y 2027.
Dado que las empresas estadounidenses buscan producción nacional para sustituir importaciones, esto podría frenar aún más el crecimiento del PIB chino entre 2028 y 2029”.
De ahí, entonces, la necesidad de adoptar medidas flexibles y nuevas que impulsen tanto la inversión en las nuevas fuerzas productivas como el consumo interno, aumentando fundamentalmente el salario mínimo, las pensiones y la seguridad social, además de avanzar en el “salario social”, es decir, los servicios públicos, estableciendo un sistema de subsidios para el cuidado infantil, fortaleciendo la educación, los servicios médicos, etc.
También se han adoptado medidas para reactivar el turismo extranjero tras la pandemia, para lo cual se ha ampliado la exención de visado a decenas de países.
Posteriormente, el domingo 16 de marzo los principales órganos del gobierno chino y el gobernante Partido Comunista publicaron conjuntamente un plan de 30 puntos para impulsar el consumo interno. Puede decirse que dicha estrategia es la más integral desde la década de 1970.
Un artículo del South China Morning Post analiza dichas medidas y en relación con la demanda establece que “el plan se centra en la flexibilización del gasto mediante el aumento de los ingresos familiares y la reducción de la carga financiera que enfrentan muchas familias”.
Los objetivos del plan de aumentar los salarios y reducir las cargas financieras de los hogares permitirán aumentar la confianza de los consumidores, haciendo que los trabajadores estén más dispuestos a gastar en lugar de acumular ahorros.
Las autoridades promoverán el “crecimiento razonable” de los ingresos de los trabajadores, impulsando el empleo, elevando el salario mínimo y reforzando la aplicación del sistema de vacaciones anuales pagadas.
El plan también incluye medidas para estabilizar los mercados bursátiles e inmobiliarios. “Mientras tanto, continua el artículo, la directiva describió medidas enérgicas contra prácticas comerciales ‘irrazonables’, como las estrategias de precios agresivas, ampliamente utilizadas en el mercado chino de comercio electrónico de transmisiones en vivo.
También inauguró una política innovadora para impulsar nuevos tipos de consumo, especialmente aquellos relacionados con la economía digital y las tecnologías emergentes de inteligencia artificial.
El gobierno cree que el lanzamiento de nuevos productos revolucionarios en industrias como los vehículos autónomos, los wearables inteligentes (5), las interfaces cerebro-computadora y la robótica conducirá a un aumento a largo plazo del consumo.
Igualmente, se incentivará el gasto de los consumidores más jóvenes al agilizar el proceso de aprobación de eventos culturales y deportivos”. (6)
A destacar es la reducción los costos del cuidado infantil, estableciendo un sistema de subsidios y aumentando la oferta de servicios pediátricos.
En segundo lugar, se mejora el apoyo a las personas mayores, con el aumento de la pensión básica para los residentes, tanto rurales como urbanos, y se promoverán las cuentas individuales como un tercer pilar del sistema de pensiones.
Anteriormente se habían lanzado programas a gran escala que ofrecen subsidios para que las empresas mejoren sus equipos y para que los consumidores gasten en artículos de gran valor, como automóviles eléctricos y electrodomésticos, además de entregar vales para bienes y servicios de uso diario.
China todavía tiene otra arma para defenderse de los ataques de Trump, como relajar la política monetaria recortando el coeficiente de reservas o la baja de la tasa de interés, pero seguramente esperaran unos meses para elegir el mejor momento para hacerlo.
El plan “Hecho en China 2025”
La Asamblea Popular Nacional también supervisó el último año del plan económico decenal “Hecho en China 2025”, cuyo objetivo era lograr la autosuficiencia, la innovación y la fortaleza de la industria manufacturera de China en sectores industriales clave.
El 2025, agregamos, es también el último año del actual (14°) plan quinquenal que los organismos estatales y la industria privada deben seguir para alcanzar los objetivos económicos y sociales. (7)
Respecto al plan Hecho en China 2025, un informe del periódico South China Morning Post sobre la base de libros oficiales publicados hace una década y otras fuentes fidedignas, permitieron al Post recopilar más de 260 objetivos propuestos previamente en el marco del plan, que abarcan diez áreas claves.
“El análisis confirma, concluye el Post, que se ha alcanzado más del 86% de estos objetivos, y es probable que otros se completen a finales de este año o el próximo. Mientras tanto, algunas metas, como la de vehículos eléctricos (VE) y la producción de energías renovables, se han superado con creces.
Como resultado directo de la persistencia y el avance del plan Made in China 2025 se han producido cambios profundos en la sociedad china: la cantidad de vehículos eléctricos comprados ha superado la de vehículos de combustible fósil, siendo los más populares las marcas locales; el avión de pasajeros C919, fabricado en China, ha comenzado a prestar servicio en algunas de las rutas más transitadas, la adopción generalizada de la tecnología 5G permite a los pasajeros de ferrocarril en China disfrutar de Internet de alta velocidad incluso cuando pasan por túneles; China tiene más fábricas inteligentes y terminales automatizadas que cualquier otro país; los teléfonos de alta gama que utilizan chips y sistemas operativos nacionales se han convertido en los más vendidos y la capacidad de producción de los astilleros chinos ha superado a la de Estados Unidos en más de 200 veces, entre otros logros”.
Sin embargo, algunos objetivos siguen sin cumplirse, como la fotolitografía, utilizada en la fabricación de circuitos, los aviones intercontinentales y las redes satelitales de banda ancha.
Este año, el gobierno ha propuesto otro ambicioso plan para desarrollar “nuevas fuerzas productivas”, considerado una continuación de la iniciativa “Hecho en China 2025”.
Por otra parte, en el sector aeroespacial, a pesar de ser uno de los que lleva más tiempo sancionado en China por Estados Unidos, ha logrado casi todos sus objetivos, incluyendo la exploración del aterrizaje en Marte, el sistema global de navegación por satélite BeiDou, una estación espacial, el aterrizaje en la cara oculta de la luna y la construcción de la red comercial de observación satelital más grande del mundo para la observación de la tierra.
Varias compañías espaciales chinas también planean lanzar cohetes reutilizables a finales de este año o el próximo, por lo que ese objetivo podría alcanzarse a tiempo.
Sin embargo, la velocidad de construcción de una constelación gigante de satélites de internet para competir con Starlink, ha sido menor de lo previsto. Además, el plan de exploración de asteroides, originalmente programado para su lanzamiento en 2023, se ha pospuesto hasta 2025 […]”. (8)
Estos sólidos avances en la modernización industrial han generado nuevas alarmas en Washington, y un panel del Congreso la utilizó para advertir que Estados Unidos corre el riesgo de quedarse atrás a medida que China da pasos inesperados en los ámbitos de la inteligencia artificial y la robótica humanoide.
“Pekín ha destruido el mito que prevalecía en Washington hace uno años de que China no puede innovar, que solo puede tomar prestada y robar la tecnología”, dijo Liza Tobin, directora general de Garnaut Global, una firma de asesoramiento sobre riesgo geopolítico, durante la audiencia.
En su testimonio escrito ante la comisión advirtió: “No estamos preparados para sostener un conflicto prolongado con nuestro principal rival estratégico. La base industrial de defensa de Estados Unidos depende ahora de un adversario potencial para obtener insumos cruciales, desde tierras raras hasta electrónica avanzada e incluso los materiales energéticos utilizados en explosivos para armas”.
“Corremos el riesgo de perder la próxima revolución industrial, que se está desarrollando a medida que la IA converge con la industria física para transformar la forma en que se fabrican las cosas”, añadió Tobin. (9)
Y la verdad, los congresistas estadounidenses tienen razón en alarmarse. China ha tenido el sector manufacturero más grande del mundo en términos de producción durante 15 años consecutivos, alcanzando los 5,58 billones de dólares el año pasado y contribuyendo con el 36% del PIB mundial.
En contraste, la manufactura estadounidense representa solo el 10% del PIB, o 2,93 billones de dólares.
La economía china ahora está impulsada por inversiones tecnológicas, ya no por inversiones improductivas en bienes raíces, lo que los estrategas económicos chinos llaman las “nuevas fuerzas productivas de calidad”.
Recordemos un hecho no menor, que puede dar idea de la capacidad de resistencia de la economía china frente a la guerra comercial del gobierno de Estados Unidos: China fue la única gran economía que evitó una recesión durante el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2007-2009 que provocó la “gran recesión global” y también cuando la crisis pandémica de 2020 y logró crecer un 5% el año pasado, en comparación con Estados Unidos, la economía del G7 con mayor crecimiento, con un 2,8%.
La razón debemos buscarla en que China posee el mayor sector estatal de cualquier economía importante, sector que abarca las finanzas y sectores clave de la manufactura y la industria, con un plan nacional que guía y orienta tanto a las empresas estatales como al sector privado (radicado este último fundamentalmente en los sectores de bienes de consumo y servicios) sobre dónde invertir y qué producir.
Cualquier recesión en su sector privado se compensa con un aumento de la inversión y la producción en el sector estatal, donde no impera el lucro, sino los objetivos sociales. (10)
Citas bibliográficas:
(1) Desde 2013 China se posicionó como primer socio comercial de Uruguay, manteniendo tal posición hasta hoy día. Uruguay XXI, Informe: China, el primer socio comercial de Uruguay, 25/04/2019.
(2) Las “dos sesiones” (o lianghui) del 4 y 5 de marzo se refieren a dos importantes reuniones políticas de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, un comité asesor político y de la Asamblea Popular Nacional (APN), el máximo órgano legislativo de China.
(3) Seminario web del South China Morning Post y el Centro de Análisis de China del Instituto de Políticas de la Sociedad Asiática, Conclusiones clave de “Dos sesiones” para 2025: perspectivas sobre la estrategia económica de China, 11/03/2025.
(4) Roberts Michael, Blog, China: “Dos sesiones”, 8/03/2025.
(5) Se trata de dispositivos electrónicos inteligentes incorporados a la vestimenta.
(6) Mandy Zuo, South China Morning Post, 17 de marzo de 2025, El último plan de China para impulsar el consumo es el “más completo” desde la década de 1970.
(7) El próximo plan (2026-2030) se presentará en la APN del próximo año.
(8) Zhang Tong, Dannie Peng, South China Morning Post, Hecho en China 2025: China cumple la mayoría de los objetivos del plan de fabricación, lo que demuestra la ineficacia de los aranceles y las sanciones estadounidenses, 30/04/2024.
(9) Mia Nulimaimaiti, South China Morning Post, “Hecho en China 2025” pone a EE. UU. en “riesgo de perder la próxima revolución industrial”, 07/02/ 2025.
(10) Roberts Michael, opus cit.