Esta semana las y los trabajadores de la construcción realizaron varios paros por zonales.
Victoria Alfaro
“En el día de hoy (por ayer jueves) se realizó en el zonal de La Costa, con una concentración en Luis Alberto de Herrera y 26 de marzo. Estuvimos anteriormente en el zonal de la Costa de Oro, así como también en el zonal de Carrasco, en el marco de una situación donde más del 50% del mundo del trabajo tiene problemas”, dijo a EL POPULAR el responsable de conflicto del SUNCA, Javier Díaz.
Entre los bajos sueldos y la informalidad
“Ayer se informaba sobre la última Rendición de Cuentas, la misma da cuenta que en Uruguay en el mundo del trabajo, según la política llevada adelante por el gobierno, el resultado no solo es una mayor desigualdad, sino que se expresa en números tremendos. Hay más de 550.000 trabajadores y trabajadoras que ganan menos de 25.000 pesos y los niveles de informalidad están arriba del 20% y si te vas a los departamentos de la frontera están entre el 45 y el 50%. Además, crece la desocupación en Uruguay, en medio de otras medidas que ha tomado el gobierno, como, por ejemplo, a través de una modificación como el no control de los laudos básicos o mínimos”, denunció el dirigente sindical.
“Lo que tiene que ver con el fondo de insolvencia patronal, creado justamente para atender empresas que no tengan solvencia y sin embargo el resultado es que no entran los créditos concursables. Por ejemplo, los trabajadores de Balsa y Asociados donde hace siete meses de un día para el otro cerraron la obra y están sin cobrar las quincenas y los créditos laborales y también sin perspectiva de trabajo”, agregó.
“En medio de esto un conjunto de acciones y medidas que vienen tomando como lo que fue la modificación en la ley de negociación colectiva, claramente generándole un mejor campo de orégano a los empresarios que a los trabajadores. Tan es así que, si ves el resultado, por ejemplo, de lo que fueron las mesas de los consejos de salarios, en la mayoría de los casos el gobierno voto con los empresarios contra los trabajadores”, criticó Díaz. “Muchos empresarios se han envalentonado con la situación y la han aprovechado”, agregó.
“Todavía está esa parte del empresariado que cree que el mejor sindicato es el que no existe y se ve envalentonado a partir de estas oportunidades que se le generan producto de una política del gobierno e ir un paso más allá y ver si pueden hacerse algún derecho de los trabajadores”, advirtió el dirigente del SUNCA.
En la calle y sin nada en el bolsillo
“En este escenario la construcción no escapa a los problemas y las consecuencias que viene generando esta política gubernamental. En ese sentido hay más de 420 trabajadores de Balsa despedidos de un día para el otro, sin perspectivas y sin poder cobrar sus créditos laborales”, recordó.
Luego agregó que en otras empresas se intenta hacer “firmar a fórceps una renovación de contrato para que renuncien al cobro del viático, o la empresa Norte Construcciones donde buena parte de las movilizaciones están desarrollándose en estos días tiene que ver no solo con solidarizarse, sino pelear junto a los trabajadores para que la empresa reconozca un derecho que tienen de haber desarrollado tareas en más de un lugar, por lo tanto tener derecho a la permanencia y por lo tanto una vez que son despedidos se les pague lo correspondiente”.
“Las movilizaciones de los trabajadores en estos días de la construcción tienen que ver con eso y en definitiva seguir enfrentando una política llevada adelante por el gobierno y una buena parte de los empresarios que pretende arrebatarle derechos a los trabajadores, generar condiciones de desregulación y precarización del trabajo”, añadió.
Sin lucha sería peor
“Es más, si no está más precarizado el trabajo es por la lucha de los trabajadores, si la desigualdad no es mayor es por la lucha de los trabajadores. Si fuera por la política salarial del gobierno recién el año que viene se podría recuperar algo, sin embargo, una parte de los trabajadores no está peor que en el 2019 gracias a la movilización”, afirmó.
“La lucha de los trabajadores y trabajadoras de la construcción en estos días en los zonales tiene que ver con eso. No solo con la solidaridad para los compañeros en conflicto, sino, en definitiva, es parte del conflicto estar en contra de esta política regresiva que se viene promoviendo de parte del gobierno y los empresarios, en el marco de una pelea (donde también por parte del gobierno), se promovió y se votó en el Parlamento una ley arrebatándonos también un derecho, una conquista del 2008 como tiene que ver el jubilarse con 60 años de edad y 30 años de trabajo”, recordó Díaz.
“Esos son los principales motivos de estas movilizaciones, así como todo lo que tiene que ver con los aspectos de seguridad: seguimos teniendo un MTSS que no es imparcial y que claramente le está haciendo la vista gorda a los empresarios y eso viene generando dificultades en el mundo del trabajo. El hecho que no se fiscalicen los laudos básicos o mínimos genera claramente la posibilidad de una mayor precarización en el mundo del trabajo que cada vez se nota más generando problemas en la seguridad laboral”, añadió.
“Si uno mira los siniestros laborales de la industria de este año, en la mayoría de los casos ha sido donde no hay organización sindical y tampoco delegados de seguridad e higiene, y donde, por lo general, se trabaja en la informalidad absoluta”, denunció.
Movilización de las trabajadoras y trabajadores de la construcción en uno de las tantas asambleas y paros zonales de esta semana. Foto SUNCA.