Por Rolando Arbesún
“El tiempo está a favor de los pequeños, de los desnudos, de los olvidados. El tiempo está a favor de buenos sueños y se pronuncia a golpes apurados”, Silvio Rodríguez.
Tal y como se había previsto y adelantado, el paro general convocado por el PIT-CNT, acompañado por los sindicatos y los trabajadores de todo el país, concitó una gran adhesión y configuró una nueva instancia, en la patriada histórica por la recolección de firmas para convocar al Referéndum derogatorio de la Ley de Urgente Consideración (LUC).
Las imágenes sobre los puestos de recolección de firmas se fueron sucediendo y diseminando, con el correr del día en las redes sociales, un “lugar” donde trabajadores y militantes sociales, despliegan diariamente una verdadera batalla ideológica contra aquellos que buscan denigrar y/o descalificar las herramientas de luchas de sindicatos y movimientos sociales.
Aunque la movilización fuera anunciada desde hace varios días, la derecha vernácula se dedicó en el correr de las últimas 72 horas a mostrar con sus “valoraciones” sobre el objetivo del paro, su obsecuente sumisión a los intereses de un gobierno que desarrolla una política contra los más desposeídos.
Pero la derecha, en sus declaraciones, algunas más desembozadas que otras en su peregrinar hacia las poses de los nuevos derroteros del discurso fascista, mostraba, una vez más, diría la tozuda historia, el profundo desconocimiento que tienen acerca de las potencialidades de los movimientos obreros.
Esto último, fue claramente sintetizado en la conferencia de prensa de la central sindical del miércoles, en dicha ocasión y rechazando, directamente, algunas de las expresiones de los agoreros de la derecha, Fernando Pereira, presidente de la central sindical, subrayó que, en efecto, el paro era también contra la LUC, pero que la gesta contra la LUC era anterior al paro.
“Paramos contra la LUC porque es regresiva en derechos laborales, por ejemplo, en el derecho de huelga, porque afecta empresas públicas y porque queremos dar ese debate en la sociedad. Decir que la LUC es el único punto es obviar lo que se discutió en la Mesa Representativa y es subestimar la inteligencia del movimiento sindical. Si nuestro único objetivo hubiera sido juntar firmas hubiéramos votado un paro de 10 a 14 horas que es el horario en que vamos a juntar firmas. A ninguno de nosotros nos gusta que nos descuenten un jornal, ahora todos los que estamos parando que somos de la actividad formal, estamos parando por los que no tienen laburo, por los que no tienen ninguna formalidad, por los que no tienen vivienda digna, por los que no tienen servicios públicos adecuados. Ese es el paro del PIT-CNT, algunos lo comprenderán y otros no, algunos compartirán la medida y otros no, lo que no se puede es interpretar lo que no decimos”, resaltó el dirigente sindical.
Lo que desde las filas del gobierno no se pudo ocultar fue lo que pasó en esta jornada de lucha, en la que, tal y como fuera organizado, los trabajadores se fueron concentrando en tres puntos de la capital departamental, Plaza Lafone, en La Teja, Plaza Huelga General, en Unión y desde Plaza Colón, en Belvedere, desde estos puntos de concentración y sobre las 15:30 horas, la confluencia de las caravanas se dirigió hacia la Torre Ejecutiva, instancia en la que se entregó la plataforma de reivindicaciones de la central sindical uruguaya.
Si la Torre Ejecutiva ha sido hasta ahora la sede de las fríamente calculadas “conferencias de prensa” de un Poder Ejecutivo a cubierto de todas las distancias de los más afectados por sus políticas regresivas y sus ausencias de apoyo y asistencia, las calles de Montevideo hoy fueron el amplísimo megáfono de sus trabajadores en lucha.
No hubo hoy, en esas calles de la capital, donde los trabajadores redoblaron los esfuerzos para acceder a un objetivo de interés básico para la democracia en el país, ni coloquialismos, ni frases grandilocuentes, hubo sí y por doquier, sonrisas, confianza, voluntad de lucha y claridad en el objetivo de hacer del país un escenario donde las discusiones no excluyan y los intereses de la mayoría no queden avasallados por la acción mezquina de quienes solo piensan mirándose el ombligo.
Cuando mañana se relate esta gesta, comenzada sobre fines de diciembre y desplegada sobre un cúmulo incesante de obstáculos, los que la consignen no deberían olvidar, mal que les pese a quienes, una y otra vez, intentan sepultar su existencia, que esta ha sido una batalla que define lo que se denomina “lucha de clases”, porque de eso se trata todo esto, de impedir que una clase a la que nunca le ha faltado nada, intente convencer a los que siempre han luchado por todo, que ellos son sus representantes.
Por todo ello y por lo que vendrá: a los/as trabajadores/as, salú, porque la historia siempre ha sido y será de ustedes.