Este jueves se realizaron dos grandes movilizaciones obreras, el paro con movilización en todo el país del SUNCA y la movilización de la FOEB. En ambos casos el centro del planteo fue la defensa del trabajo y de su dignidad.
El SUNCA denunció que el incumplimiento del gobierno de ejecutar las inversiones que anunció para obras públicas y vivienda, junto con el recorte presupuestal en Educación, a lo que se une la conducta aventurera e irresponsable de algunos inversores privados, ha llevado a la pérdida de fuentes de trabajo, miles y también al intento de precarizar el mismo, violando la legislación laboral y lo acordado en el Convenio Colectivo de la rama.
La FOEB se movilizó en defensa de las fuentes de trabajo de las y los trabajadore de la bebida de la planta de la Fábrica Nacional de Cerveza en Minas, Lavalleja, cuyo cierre fue anunciado por la poderosa trasnacional que ahora es su propietaria, dejando 150 trabajadores en calle e impactando duramente a un departamento que ya tiene un índice de desempleo por encima de la media nacional.
El SUNCA realizó una gran marcha en Montevideo, con miles de obreras y obreros y más de 20 actos en todo el país. La FOEB concretó una importante movilización y el día anterior había realizado una multitudinaria marcha en Minas, rodeada de la solidaridad de todo el movimiento sindical y de la población de la capital de Lavalleja.
El SUNCA denunció la política laboral del gobierno, que tiene como resultado que 550 mil trabajadores y trabajadoras ganen menos de 25 mil pesos y que concentra la riqueza en el 1% más rico de la población.
También denunció que hay empresarios que se benefician de exoneraciones del Estado para su inversión y que luego de recibirlas despiden trabajadores y violan la legislación laboral.
En estos días se ha anunciado el cierre de varios emprendimientos productivos lo que implica la pérdida de cientos de puestos de trabajo. La Cámara de Industria, en un comunicado público en el que no plantea ninguna salida, atribuye esto a “la falta de competitividad” y, como si fuera poco, amenaza que vendrán nuevos cierres.
En la movilización del SUNCA se dijo con claridad, esta situación no es fruto de ninguna casualidad, es el resultado de una política económica en general y salarial en particular, que solo ha construido desigualdad, que apostó a una mayor primarización de la economía, que no priorizó el desarrollo industrial y productivo, que recortó la inversión pública y que favoreció al capital sobre las y los trabajadores.
Esa política económica y salarial hizo crecer la desigualdad y dejó las manos libres a inversores y empresarios para que impongan sus condiciones y prioridades. Este gobierno ha gobernado para los privilegiados de siempre y en su beneficio. Ahora se están viendo las consecuencias de esas políticas.
Pero las y los trabajadores uruguayos no somos de resignarnos y menos de rendirnos. La respuesta, la única efectiva, es fortalecer la organización sindical, la unidad de las herramientas populares y que esto se exprese en movilización y lucha. Ese es el camino.
En medio de una situación compleja y difícil para miles de trabajadoras y trabajadores, esa ha vuelto a ser la respuesta. Miles de obreras y obreros en la calle, movilizados con sus sindicatos.
En el acto del SUNCA en la puerta del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se denunció, se reclamó respuestas al gobierno, se expresó solidaridad con todas las luchas obreras y también se levantó perspectiva. Se vinculó con claridad la organización y la lucha por el trabajo y su dignidad a la necesidad de construir una victoria popular en el plebiscito por la Seguridad Social, ventana abierta a punta de militancia y 430 mil firmas, para frenar uno de los componentes centrales del ajuste neoliberal contra nuestro pueblo y del modelo de la desigualdad, la regresiva y antipopular reforma jubilatoria de la coalición de derecha en el gobierno.
El avance de la perspectiva popular en nuestra sociedad requiere iniciativa, capacidad de propuesta, mirada amplia, pero siempre, siempre, tendrá como factores fundamentales la construcción de los niveles necesarios de organización, unidad y movilización de las organizaciones populares y siempre tendrá como columna vertebral a los sindicatos y a la clase trabajadora.
Por eso es tan importante la jornada de este jueves, que es continuidad de las luchas que se han librado en estos meses, de la campaña de firmas y del gran 1° de Mayo.
Las políticas de ajuste del gobierno de la coalición de derecha, las amenazas y el lobby de las grandes patronales se responden con lucha obrera.
El trabajo y la perspectiva transformadora se defienden y se construyen con lucha. Y eso se expresó este jueves, unidad, organización y mucha lucha.