Militantes votando en las elecciones internas del Frente Amplio el domingo 5 de diciembre pasado.

Elecciones del FA: primeras lecturas

El FA crece un 40% con respecto a 2016, en 16 departamentos y en todos los barrios de Montevideo.

Fernando Zas y Gabriel Mazzarovich

Las elecciones internas del Frente Amplio (FA) constituyeron un hecho político de enorme relevancia, para todo el movimiento popular, y, dado que estamos hablando de la principal fuerza política del Uruguay, para todo el país.

Este artículo no es un balance, no pretende ni puede serlo. El balance es un proceso político que debe realizar el propio FA, sus distintos sectores y las bases, es decir sus protagonistas. A esa razón política fundamental se le une que las elecciones aún no culminaron, faltan los votos de Argentina y España, y, además, el escrutinio final, donde se dilucidarán la presidencia del FA, las presidencias de las 19 departamentales, la representación de los sectores y de las bases en el Plenario Nacional y en los departamentales. Todo ello es parte fundamental del balance, que, insistimos, es un proceso político que deben hacer sus protagonistas. Por lo tanto, lo que sigue, es solamente una primera aproximación, en base a los datos generales de cantidad de votantes, nacionales, por departamento y en el caso de Montevideo por Coordinadora.
Los datos en los que nos basamos son los brindados por el FA y un ejercicio comparativo realizado por un equipo del PCU. En los cuadros que acompañan esta nota se comparan los datos primarios y generales de 2021 con tres elecciones diferentes: a) las elecciones internas del FA de 2016, b) las elecciones internas del FA de 2012 y c) las elecciones nacionales de 2019.
El comparativo con las internas del 2016 es por razones obvias, son las últimas realizadas y marcan si se avanzó o no con respecto a 5 años. La comparación con las internas del 2012 obedece a dar una dimensión más real del avance, ya que las de 2016 fueron las de menor participación de la historia y es recomendable medir también la votación de 2021 con una elección mejor para el FA y ver cuánto terreno se recuperó y dónde. La comparación con las nacionales de 2019, que claramente son otro tipo de elección, con voto obligatorio, otro tipo de candidatos y candidatas y de cargos en disputa, es para medir el porcentaje de votantes del FA que se logró convocar para que participen en las internas.
En el trabajo realizado por el PCU para comparar con el 2016 se calculó el número de votos y el porcentaje de crecimiento que se tuvo en esta elección de 2021. En el caso de 2012 se tomó qué porcentaje de la votación de aquel año implican los votos logrados en 2021. En el caso de la comparación con las nacionales de 2019 solo se hace con departamentos porque las Coordinadoras del FA no coinciden con las series electorales.

Mucho más que números

La primera conclusión para establecer es que estamos ante una buena votación. Tiene un doble efecto: rompe la tendencia descendente que arrastraba el FA en las elecciones internas, en 2006 habían votado 227.795 personas, en 2012 lo hicieron 170.770 y en 2016 fueron 94.183. Ahora se crece con respecto a 2016.
Ese hecho es muy importante, pero además se alcanzan los 130 mil votos, un 40% más con respecto a 2016, en los cuadros se toma el dato del FA de 129.723, pero ya se pasaron los 130 mil y además faltan los votos de Argentina y España. Entonces, primera conclusión, se rompe la tendencia decreciente histórica de las internas y se crece con respecto a 2016. Pero además una elección no es solo un conjunto de números, es un hecho político. En las elecciones del domingo se mostró una gran disposición militante. El estado de ánimo de la militancia es un factor de enorme relevancia y no es mensurable, las colas bajo lluvia fueron la mejor imagen de una decisión individual y colectiva de enorme valor.
Una consideración más, estas elecciones, por más que sean internas del FA, no están aisladas del conjunto del proceso político y social de nuestro país, de la dialéctica de la lucha de clases. Este crecimiento de la votación del FA se inscribe en la tendencia de las victorias electorales que muestran el fortalecimiento de otras expresiones del movimiento popular. Nos referimos a las del SMU, de la UDELAR, de representantes docentes en el CODICEN y las ATD y estudiantiles en el Consejo de Formación en Educación y de representantes sociales en el Directorio del BPS. A lo que hay que sumar la hazaña democrática de las 800 mil firmas para habilitar el referéndum y derogar los 135 artículos de la LUC. El FA, como expresión política del bloque histórico, político y social de los cambios, reafirma la tendencia de fortalecimiento de las distintas expresiones del mismo.
El resultado general, los 130 mil votos, son mucho más destacables, tomando en cuenta el poco tiempo de campaña y que esta se hizo en medio de la campaña por el Referéndum para derogar 135 artículos de la LUC, de intensas movilizaciones y de una seguidilla de elecciones, las últimas las del BPS, que fueron la semana anterior. Todo ello demandó atención y esfuerzo de la militancia. La campaña hacia estas internas fue más acotada en el tiempo que las anteriores y casi no tuvo presencia en los medios. De hecho, se estaban presentando listas hasta la semana anterior a las elecciones. En ese contexto es más valorable aún la votación alcanzada. Pero, además, es necesario insistir en que hay un cambio en el estado de ánimo de la militancia del FA. La votación del domingo expresa un respaldo al FA, en un contexto político de ofensiva de la derecha, ataques permanentes y, es necesario no olvidarlo, de que se viene de una derrota electoral, en la que se perdió el gobierno nacional luego de 15 años. Todas estas consideraciones contextualizan los datos de la votación y le dan más valor.

Una elección de crecimiento

La primera comparación, con respecto a 2016 y departamento por departamento (cuadro 1), arroja las siguientes pistas, el total en 2016 fue 94.183, en 2021, sin los votos de Argentina y España, es de 129.723, lo que implica un crecimiento del 40%. Esto va a aumentar con los votos del exterior, en la elección pasada fueron 1.447, en esta van 200, pero faltan los dos lugares donde más se vota: Argentina y España, igualmente la variante no será fundamental.
Con respecto a 2016 se crece en 16 departamentos y en todas las Coordinadoras de Montevideo. Se baja la votación con respecto a 2016 solo en tres departamentos: Rivera, Artigas y Cerro Largo, confirmando dificultades políticas allí, ya percibidas en las elecciones nacionales de 2019 y confirmadas en las elecciones de la Enseñanza y en las del BPS.
Montevideo crece un 48%, pasa de 38.413 en 2016 a 56.840 en 2021, es muy importante. Canelones crece un 72%, en 2016 tuvo 12.358 y ahora logró 21.535, un crecimiento muy importante en un departamento estratégico. Salto crece un 71%, pasa de 4.893 en 2016 a 8.347, un gran crecimiento y una gran votación.
Estos tres departamentos, que además son los tres en los que hay intendencias frenteamplistas, implican el 67% del total de votos de todo el país, aumentan el peso con respecto a 2016 en casi 7 puntos. Para decirlo de otro modo, en los tres departamentos con gobiernos departamentales frenteamplistas se concentra casi el 70% de los votos.
Esta concentración del voto también se da si se toma por separado Montevideo y Canelones y el resto del país. En 2021 los votos sumados de Montevideo y Canelones significan el 60 % del total, 5 puntos más que en 2016 donde fueron el 55%.
Este proceso de concentración del voto, que refleja, sin duda, el impacto de los gobiernos departamentales del FA, no debe opacar que la recuperación del voto en el interior del país con respecto a 2016 es muy importante y relevante políticamente, dada la pérdida que se había dado en las elecciones nacionales de 2019.
Hay 5 departamentos que superan el promedio nacional de crecimiento del 40%: Durazno con un 115%, Canelones con un 72%, Salto con un 71%, Montevideo con un 48% y Flores con un 45%.
Luego vienen 4 con más de 30% de crecimiento: San José con 38%, Maldonado con 33%, Lavalleja con 32% y Rocha con 31%. También con buen crecimiento vienen Río Negro con 28%, Paysandú con 25%, Soriano y Colonia con 22% y Tacuarembó con 18%. Treinta y Tres y Florida tienen un crecimiento de 5% y 3%.
Es muy importante, por su peso específico y por la recuperación política que implica, el crecimiento en Maldonado y San José. Maldonado supera los 6 mil votos.
Si comparamos la votación por departamentos con el 2012 (cuadro 2), la conclusión es que solo dos departamentos superaron la votación obtenida ese año y se recuperaron completamente de la caída de 2016: Durazno y Salto. Canelones y Río Negro estuvieron en el 90% de los votos obtenidos hace 9 años. Maldonado, Rocha, Flores, Paysandú y San José estuvieron arriba del 80% de los votos que lograron en 2012. Colonia, Rivera, Montevideo y Lavalleja estuvieron sobre el 70% de los votos de 2012. Tacuarembó, Soriano, Florida y Treinta y Tres estuvieron en el 60% o más. Artigas en el 42% y Cerro Largo en el 38%.
En síntesis, solo dos departamentos superaron la votación del 2012. En cuanto al total, el FA estuvo en el 78% de los votos que logró en 2012, la recuperación es importante, pero todavía no se llega a lo que se tuvo hace 9 años, ni a recuperar por completo lo que se perdió en 2016.
En cuanto al porcentaje de votantes de la elección del 2019 que se logró convocar (cuadro 3), Salto logra un 24,8%, con un desempeño realmente formidable. Canelones y Montevideo logran un 13%. El promedio general es justamente un 13.7% de los votantes del FA que van a participar en las internas.
Estos números no empañan la importancia de la elección, insistimos el balance es político, tampoco que lo central es que se creció con respecto a 2016, pero dan una idea de la dimensión real de ese avance y de los desafíos planteados hacia el futuro.
No es menor que se logre convocar 130 mil personas, el 13% de la votación en elecciones nacionales, para una elección de voto voluntario y donde se eligen las direcciones y no están en juego ni intendencias, ni municipios, ni lugares en el Parlamento.

El FA crece en todos los barrios de Montevideo

El análisis de la votación en los barrios de Montevideo, Coordinadora por Coordinadora, determina una conclusión central: el FA creció en la votación en todas las Coordinadoras y barrios de Montevideo con respecto a 2016 (cuadro 4).
Otra particularidad es que el mayor crecimiento se da en los barrios más humildes de la periferia de nuestra capital, en particular en el Oeste.
Las 2 Coordinadoras que más crecen son la G (Paso de la Arena, Santiago Vázquez) con un 98%, casi duplica la votación, y la F (Cerro) con un 88%.
La Ñ (Cerrito, Parque Posadas) crece un 76%. La J (Curva de Maroñas, Villa García) y la H (Colón, Lezica) un 63%. Más de un 50% crecen la D (Capurro, Prado), la Q (Unión, Villa Española), la O (Marconi, Casavalle, Borro) y la E (Paso Molino, La Teja). Crecen más de un 40% la N (La Blanqueada, Tres Cruces), la K (Carrasco Norte y Sur, La Cruz, Malvín Norte) y la P (Sayago, Peñarol). Más de un 30% la C (Aguada, Villa Muñoz, Goes), la L (Buceo, Malvín), la B (Palermo, Parque Rodó) y la M (Pocitos, Punta Carretas). Más de un 20% la I (Manga, Piedras Blancas) y la A (Ciudad Vieja, Barrio Sur).
Si comparamos con la votación de esas mismas Coordinadoras en 2012 (cuadro 5) vemos que ninguna llegó a recuperar esos votos, tres estuvieron arriba del 95%, la C, la F y la G.
Es muy importante rescatar esa recuperación en los barrios populares de la capital, que obviamente solo puede medirse porcentualmente.
También poner la mira sobre otra dimensión, la de los votos. Las Coordinadoras B con 5.776 votos, M con 5.042, F con 4.554, B con 4.316, E con 3.900, P con 3.537 y Q con 3.500, muestran un peso específico muy relevante, que debe ser leído más allá de las comparaciones porcentuales. Pesan más que varios departamentos por sí solas. La explicación de este peso tiene que ver con densidad de población, en algunos casos, y en todos con nivel de organización del FA y del movimiento popular, con tradición histórica. Pero es una realidad que no puede obviarse.
En síntesis, una buena votación en general, por dimensión, 130 mil votos, y porque rompe la tendencia decreciente de las elecciones y el FA crece con respecto a 2016. Crecimientos muy importantes en algunos departamentos, Durazno, Canelones, Salto, Montevideo y Flores. Aumento del peso y participación en la votación del FA de los tres departamentos con gobiernos frenteamplistas. Recuperación y crecimiento en todo el interior, salvo tres departamentos. Crecimiento en todos los barrios de Montevideo, en particular en la periferia y las zonas más populares. Con todo lo positivo de esto aún no se llega, salvo en Durazno y Salto a los niveles de votación del 2012 y se convoca a un porcentaje reducido de los votantes a participar de la elección interna. Un elemento adicional para incorporar al balance y a la comparación con las elecciones de 2012 y 2016 es el despliegue territorial efectivo antes y durante la elección, es decir, el número de Comité de Base y de circuitos habilitados y trabajando. Quedó la sensación el domingo de que podía haber votado más gente todavía, hay que resaltar que se tuvo que extender el horario de votación por las colas.
Como elemento final el estado de ánimo de la militancia frenteamplista está marcadamente reafirmado. Hay una gran potencialidad para desarrollar en todo el Uruguay, la dirección que emerja de estas elecciones, junto con la tarea principal de contribuir a un triunfo del SI en el referéndum, tendrá que encabezar el proceso de fortalecimiento político y organizativo en todo el país que haga que esta tendencia de recuperación y crecimiento se consolide, parte de una buena base.

Compartí este artículo
Temas