Elecciones en Estados Unidos

Por Rony Corbo

Con 264 votos en el Colegio Elector y a seis de ganar, Joe Biden aventaja a Donald Trump en la carrera por gobernar los Estados Unidos de América, cuyo imperio comienza a perder la hegemonía que mantuvo dese la década de los 90 cuando cayó la URSS y se desmoronó el socialismo real.

El ex vicepresidente de Obama (Biden) revirtió este jueves los resultados en los estados cruciales del “cinturón industrial” de Michigan y Wisconsin, lo que le dió 264 votos del Colegio Electoral, a seis de ganar, frente a los 214 de Donald Trump. Resta resolver Pensylvania.
Biden elogió una participación histórica de alrededor de 150 millones de personas, lo que lo podrá convertir en el presidente más votado en la historia de los EEUU.
Donald Trump denuncia fraude electoral y amenaza disputar las elecciones hasta la Corte Suprema, donde detenta la mayoría, alegando que hubo votos fuera del tiempo legal para votar y cuestionando parte de los 100 millones de votos por correo.
Desatando una ofensiva legal planificada desde hace mucho tiempo, Trump exigió un recuento en Wisconsin y pidió que se detuviera el recuento en Michigan con el argumento de que sus representantes no tenían «acceso significativo» al conteo. Cientos de partidarios de Trump gritaron: «¡Detén la cuenta!» dentro del TCF Center en Detroit, donde se manejaban las boletas, mientras el presidente tuiteaba: “Nuestros abogados han pedido ‘acceso significativo’, pero ¿de qué sirve eso? El daño ya se ha hecho a la integridad de nuestro sistema y a la propia elección presidencial. ¡Esto es lo que debería discutirse!”.
En otros lugares de EEUU partidarios de Trump armados, protestaron frente al departamento de elecciones del condado de Maricopa en Phoenix, Arizona, y corearon «¡Cuenta los votos!» y «¿Dónde están los votos?».
La campaña de Trump también presentó una demanda para detener el conteo en Georgia, alegando que un observador republicano de la encuesta había presenciado la adición ilegal de 53 boletas de Biden.
FreedomWorks, el grupo financiado por “conservadores adinerados” que ayudaron a lanzar el Tea Party, organizaron la protesta con el apoyo del Ku Klux Klan y los “supremacistas blancos” en todo el territorio norteamericano encabezados por los propios tuits del presidente norteamericano.

El sistema electoral norteamericano

Hasta el momento se han contado más de 140 millones de votos. Biden encabeza el conteo general con más de 73 millones. Pero en EEUU rige un sistema de voto indirecto, conocido como Colegio Electoral, que son un conjunto de representantes elegidos por los ciudadanos en cada estado y que a su vez son los encargados realmente de escoger al presidente de la nación, en lo que se llama el «voto electoral», para distinguirlo del voto popular. Son 538 miembros electores, número que se corresponde con la suma de los 435 diputados de la Cámara de Representantes, 100 senadores y 3 delegados de Washington D.C.
Por cada estado hay un número determinado de electores, que va desde los tres que tienen los menos poblados hasta los 55 de California. Veamos hasta ahora quienes ganaron en cada Estado y cuales quedan en disputa.
Estados ganados por los Demócratas con Biden (264 votos): Washington (12), Oregon (7), California (55), Colorado (9), Nuevo México (5), Minnesota (10), Illinois (20), Virginia (13), New York (29), Vermont (3), New Hampshire (4), Massachusetts (11), Rhode Island (4), Connecticut (7), New Jersey (14), Delaware (3), Nebraska (1, segundo distrito), Maryland (10), Distrito de Columbia (3), Hawai (4), Maine (3, dos por ganar el estado y uno por ganar el primer distrito; pendiente el segundo distrito), Wisconsin (10), Arizona (11), Michigan (16).
Estados ganados por Trump (214 votos): Idaho (4), Montana (3), Wyoming (3), Utah (6), Texas (38), North Dakota (3), South Dakota (3), Nebraska (4, 2 por ganar el estado y uno por el primer distrito y otro por el tercer distrito), Kansas (6), Oklahoma (7), Iowa (6), Missouri (10), Arkansas (6), Louisiana (8), Mississippi (6), Tennessee (11), Alabama (9), Florida (29), South Carolina (9), Kentucky (8), Indiana (11), Ohio (18), West Virginia (5), Maine (1, segundo distrito)
Estados en disputa: Alaska (3), Nevada (6), Pennsylvania (20), North Carolina (15), Georgia (16).
El sistema electoral norteamericano permite que un candidato resulte elegido presidente con la mayoría de los votos electorales, aunque no gane en el voto popular. En la historia de EEUU, cinco presidentes han ganado las elecciones sin mayoría popular: Benjamín Harrison, Rutherford Hayes, John Q. Adams, George W. Bush y el propio Donad Trump.
En conjunto con esta peculiar manera de elegir presidente se eligen las cámaras del Congreso, las cuales continuarían con mayoría republicana en el Senado y demócrata en la Cámara de Representantes.
La Cámara Alta en el Congreso, de mayoría republicana previo a las elecciones, estaría manteniéndose de esta manera: Partido Republicano: 48 bancas; Partido Demócrata: 46 bancas. Independientes: 2 bancas.
La Cámara Baja, de mayoría demócrata, apunta a que lo seguirá siendo: Partido Demócrata: 209 escaños ganados. Partido Republicano: 190 escaños ganados.

Una lectura de clase

Donald Trump se impone en los Estados del Sur, históricamente liderados por la ideología del supremacismo blanco. Trump es un republicano multimillonario blanco que se presenta como el defensor de los trabajadores blancos de capas bajas y medias, contra el avance chino y contra los inmigrantes. Ellos aplaudieron entusiastas los cambios en el código fiscal, las luchas comerciales con China y la inclinación hacia la derecha emergente de la Corte Suprema. Trump “vendió” así sus supuestas peleas contra las élites e instituciones, contra las amenazas al orden social preferido de los conservadores, contra enemigos compartidos del “estilo de vida americano”. Por ello es apoyado por los sectores sociales más conservadores y por ello sus partidarios incitados por él acuden a la violencia, en donde se está disputando la elección en los Estados que restan definir. Por ello lo apoyan sus amigos de la “Asociación del Rifle” y el Complejo Militar. También los industriales que rearmaron sus fábricas financiados con impuestos subsidiados y con los altos impuestos a los productos chinos. Y sus trabajadores por supuesto, el yanqui blanco promedio (con su bandera norteamericana en la puerta) que es la base del electorado de Trump.
Biden y los demócratas son apoyados por Wall Streets, el sector financiero, los grandes beneficiados con la globalización neoliberal. Lo apoyan los sectores más avanzados de la aristocracia estadounidense, las capas medias universitarias, los negros, los latinos, los sectores de inmigrantes que con Trump vieron endurecidas sus condiciones de vida.
Como apreciamos son bases electorales diferentes pero ambos presidentes no ponen en riesgo el statu quo estadounidense.
A nivel de política internacional se esperan maneras “más diplomáticas” de ejercer la actividad política, una mayor apuesta al multilateralismo, pero en términos de estrategia política no se pueden esperar grandes cambios ya que Biden fue factor fundamental en las guerras de Yugoslavia o Medio Oriente.
Para nuestra región si se confirma el triunfo de Biden, esperamos más dialogo con Cuba, Venezuela y Nicaragua, pero una misma necesidad de mantener su hegemonía en su patio trasero.
Por último, el gobierno de Uruguay midió mal. Su visita a Pompeo y la incondicionalidad con Trump deberán dejar paso a un acercamiento a Biden. Pero en el arte del “equilibro” los multicolores de Lacalle Pou son maestros.

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