El análisis de un experto uruguayo-israelí sobre lo que sucede en Gaza.
En la sede del PIT-CNT se realizó el pasado martes una charla con la palabra de Gerardo Leibner, historiador israelí/uruguayo y activista por la paz israelí-palestina, el reconocido experto ha escrito artículos para La Diaria y para EL POPULAR. Abrieron la actividad el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala y el secretario de Relaciones Internacionales del movimiento sindical, Jorge Bermúdez.
“Considero esta casa como mía a pesar de la distancia”, fue lo primero que afirmó Leibner. “No soy portador de buenas noticias, podría aplicarse el verso: es amarga la verdad y quiero echarla de la boca”, agregó.
“El pueblo palestino en Gaza se encuentra en uno de los momentos más dramáticos de su existencia y vaya si ha conocido momentos dramáticos en su historia. La situación actual es desesperante y peligrosa como nunca y quiero empezar por eso que es lo más urgente y esto es que en estos momentos cientos de miles de personas se encuentran al borde de la muerte y que solo presiones externas por fuera de Israel y Palestina pueden frenar eso. Es mi obligación decirlo de esa manera tan tajante”, afirmó.
“Estos son días duros, trágicos y peligrosos también para los palestinos en Cisjordania ocupada, también para el pueblo israelí, también para los libaneses y para todos los pueblos de Medio Oriente. Están en riesgo de que esto se convierta en una guerra regional, lo más urgente en estos momentos es la movilización más amplia y enérgica posible alrededor del mundo para obtener algo muy simple que va mucho antes que las soluciones políticas: un alto al fuego, el ingreso inmediato de ayuda humanitaria a Gaza que permita salvar la vida de cientos de miles que están en estos momentos en grave peligro. La liberación de rehenes y de prisioneros de todo tipo de ambos lados. El regreso de cientos de miles de gazatíes, la reconstrucción de sus viviendas y de sus vidas. El regreso de decenas de miles de israelíes y libaneses que también han sido desplazados en estos meses de sus hogares. Eso es lo urgente”, afirmó Leibner.
Unificar fuerzas
“¿Qué se necesita para eso? Creo y me permito recomendar que es necesaria la movilización, lo más amplia posible, por encima de ideologías, por encima de banderas, por encima de opiniones divergentes que pueden haber sobre el mismo conflicto. En este momento la gravedad es tal que se necesita unificar a todas las fuerzas que estén dispuestas a bregar por un alto al fuego”, opinó. “Simplemente es urgente, es una cuestión de vida o muerte”, agregó.
“A diferencia de lo que sucede algunas veces donde solidariamente pueblos de distintos lados se movilizan por una causa lejana, que generalmente tiene un valor moral y educativo, en estas circunstancias actuales en las cuales dentro del gobierno de EEUU hay intereses contradictorios y Estados Unidos es el único, por ser el principal abastecedor de armas hacia el Estado de Israel , que puede poner freno a esto de forma enérgica, la movilización internacional presionando y acusando al gobierno de EEUU por su complicidad, puede volcar la balanza en un sentido positivo y obtener un freno en el envío de armamentos y eso obligaría al cese al fuego”, afirmó Leibner.
“Dentro del gobierno de EEUU, dentro del establishment del imperio hay opiniones en tal sentido y por lo tanto es posible conseguirlo y es urgente hacerlo”, agregó. “¿Cuál es la otra opción? Estamos en un momento muy delicado, muy peligroso, porque por razones políticas internas y por la misma dinámica del conflicto, esto que puede pararse mañana y hasta hace dos semanas había casi un acuerda de tregua e intercambio de rehenes trayendo un alto al fuego, fue frustrado por la falta de voluntad del primer ministro israelí, esto, puede convertirse al mismo tiempo en una guerra regional de incalculables resultados y desastroso para todos los pueblos de la región”, afirmó.
“Estamos en una situación al borde, al borde del alto al fuego y al borde de una guerra regional, estados dos cosas pueden suceder mañana. Por eso creo que es urgente movilizarse de todas las formas posibles para conseguir un alto el fuego y el resto de las demandas. Por todo eso esta urgencia la pongo por delante de cualquier otra consideración”, reafirmó el experto.
Hamás
“Ahora a lo más profundo, porque las intervenciones en el mundo deben basarse en cierto conocimiento de la materia que no siempre se tiene. La actual ronda del conflicto israelí-palestino que cuenta con varias rondas y ya tiene varias décadas, fue iniciada por el movimiento de resistencia islámica (Hamás), en el ataque sobre poblaciones israelíes el 7 de octubre pasado. Fue un ataque militar sorpresivo desde el punto de vista operativo de quien lo orquestó, que no solo se limitó a objetivos militares, que los hubo. Lograron en ese ataque conquistar varios puestos militares importantes en la frontera entre Israel y Gaza, sino que incluyo premeditadamente, eso está muy claro, el ataque a poblaciones civiles, matar civiles y tomar otros como rehenes. Por eso creo que ese ataque si responde a la definición de un ataque terrorista y hay que decirlo porque es importante”, afirmó Leibner.
“El asesinato de civiles israelíes fue filmado, en muchos casos, por las cámaras que portaban los milicianos de Hamás. ¿qué significa que uno va a una acción militar con cámaras y filma algo en directo que en otro contexto puede parecer aberrante? Es un mensaje político hacia la población de Israel y fue un mensaje aterrador que tuvo el efecto de aterrorizar y de volcar hacia la derecha intransigente a buena parte de la población israelí”, apuntó.
“No me gusta aplicar las dicotomías para definir a las organizaciones. Entiendo que Hamás practica el terrorismo pero también es un movimiento político, social, religioso con fuertes raíces dentro del pueblo palestino, que compite con otros movimientos como Al Fatha que es mucho más moderado, con otras organizaciones de izquierda palestina que también existen y compiten por la hegemonía dentro del pueblo palestino”, explicó.
“Ahora al igual que sectores israelíes, religiosos o laicos, nunca se han privado de utilizar la violencia terrorista para proseguir sus objetivos y tienen un efecto de retroalimentación las acciones de unos y otros”, agregó.
“Ahora, la respuesta de Israel a ese ataque ha sido, efectivamente, totalmente desproporcionada. Lo que, tal vez al principio, se inició con la motivación de defenderse, pasó a los pocos días a dar un fuerte golpe con un mensaje que asuste a todos los enemigos potenciales de Israel y a otros posibles agresores y se mezcló con la sed de venganza al sentirse humillados por el éxito militar del 7 de octubre de Hamás y se convirtió en una reacción, que no creo tenga otro calificativo, que convertirse en un Terrorismo de Estado de parte de Israel”, opinó Leibner.
“Es un Estado el que practica el terrorismo, la inmensa mayoría de las víctimas palestinas no son milicianos de Hamás sino que son civiles. Estratégicamente Israel decidió destruir Gaza, y desplazar a la inmensa mayoría de su población. Hubo algunos políticos de Israel que dijeron en los primeros días que Gaza tenía que desaparecer como tal, la intención era aterrorizar a los gazatíes y empujarlos hacia el sur, hacia Rafah que ahora está siendo atacada, pero antes Israel les marcó a los palestinos que si iban a Rafah iban a estar seguros. Pero la esperanza del gobierno de Israel era que, como ha sucedido en ocasiones anteriores, la población se siguiera desparramando mas allá y se fuera por la frontera de Egipto hacia el desierto del Sinaí. Esas son cosas que fueron dichas en el fragor de la sed de venganza en Israel por parte de algunos ministros israelíes antes que empezaran las críticas internacionales”, afirmó.
“Era una oportunidad histórica, como pasó en el año 1948 cuando Israel se independizó y en la Nadqa palestina cuando cientos de miles de palestinos desplazados se desparramaron por las fronteras hacia el Líbano y hacia Siria huyendo despavoridos de la guerra, pensaron que era lo que iba a suceder en la frontera entre Rafah y Egipto y que de esa manera el problema palestino en Gaza iba a desaparecer o a disminuir, con esa nueva generación que se iba diseminar y se iban a convertir en una nueva generación de refugiados palestinos”, explicó.
Muerte y demolición
“¿Qué cambió en esta ocasión? Egipto lo impidió, reaccionó de forma inmediata, mandó tropas y tuvo una política muy cruel porque no dejó pasar ni a los heridos palestinos para que reciban atención médica en Egipto. Una política muy cruel pero que impidió que estos cientos de miles de personas se desparramen por el desierto terminando en una situación de hambre y se convirtieran en un problema de Egipto, que era lo que los gobernantes israelíes pensaban”, explicó Lebnier.
“Cuando quedó claro que Egipto no iba a permitir eso, la estrategia israelí pasó a ser un poco más modesta, para llamarla de alguna manera: estrechar la de por sí muy estrecha franja de Gaza. La franja de Gaza es bastante más pequeña que el departamento de Montevideo y viven en ella 2.200.000 personas. Esto significaba que en la zona donde están los Kibutz que fueron atacados el 7 de octubre, del lado de Gaza se iba a arrasar dos o tres kilómetros, demoler todas las viviendas arrasar con esa zona y convertirla en una zona muerta, en la que no pueda ingresar nadie bajo peligro de muerte y eso en la concepción israelí, es lo que va a permitir el regreso de los habitantes de los kibutz que fueron desplazados como resultado del ataque de Amás”, informó.
“En estos momentos no se atreven a mostrar las cartas como así lo hicieron en las primeras semanas de la guerra cuando tenían la legitimidad por haber sido agredidos. Ahora las manifestaciones en el mundo que obligan a gobernantes de distintos países, que en otras condiciones habrían mirado para otro lado, a ser observadores de lo que sucede en Gaza. Eso no le permite al gobierno israelí mostrar sus posibles planes”, opinó el experto.
“Pero está claro que con la hambruna que hay en Gaza, con la falta de medicación, la insuficiencia de servicios médicos, la falta de agua potable, la falta de electricidad, las condiciones tan precarias que viven cientos de miles de personas en tiendas o amontonados en lugares muy precarios es claro que mucha gente va a morir, aun sin bombardeos masivos”, agregó.
“Para entender lo que sucedió hay varios contextos históricos y acá me pongo en el papel de historiador. El primero es el más inmediato el del siglo XXI, cuando se desbarataron las negociaciones de paz entre la OLP e Israel en el año 2000 y estalló lo que se conoce la segunda Intifada, Israel empezó a utilizar una política para separar y así debilitar a la Autoridad Palestina, que de socio de la Paz se convirtió en enemigo, cuando no se llegó a un acuerdo que permitiera establecer un Estado palestino, Israel comenzó a tener una política de separar entre Gaza y Cisjordania. Gaza, desde el punto territorial es muy pequeño y es el 40% del pueblo palestino que esta bajo ocupación militar israelí desde 1967 y no tiene continuidad territorial con Cisjordania por eso es tan difícil la negociación de Paz que facilite un arreglo”, explicó Leibner.
“Luego que fue reprimida exitosamente por el ejercito israelí la segunda Intifada, Ariel Sharon en aquel entonces ministro de Israel, hizo una jugada que fue considerada moderada y pragmática, que fue retirar las colonias israelíes que estaban en la Franja de Gaza y retirar al Ejército israelí de Gaza y convertirla en una especie de enclave palestino autónomo. ¿Por qué lo hizo? Eso que fue leído desde afuera como el viejo Sharon que era un guerrero de la ultraderecha, criminal de guerra en el Líbano en los años 80, fue considerado como el viejo Sharon que se está moderando fue una obra maestra para culminar la separación del territorio palestino en enclaves separados y debilitar a la Autoridad Palestina”, afirmó el experto uruguayo-israelí.
“Gaza siempre ha sido uno de los bastiones de los sectores mas extremistas palestinos, por la simple razón que ahí vive la población más empobrecida, más reprimida, descendientes de refugiados palestinos desde 1948, con menos esperanza de vida, con menos condiciones con menos oxigeno para vivir. El movimiento Hamás fue creado en Gaza, tiene alguna fuerza en Cisjordania, pero Gaza es su fortaleza y la idea de Sharon, que luego la prosiguió Netanyahu en su política sistemática, era permitir que Hamás se apodere de la Franja de Gaza, que fue lo que sucedió en 2006, y se separe del gobierno moderado palestino que está en Ramala, el gobierno de la Autoridad Palestina que es el reconocido internacionalmente y con el cual Israel debería negociar”, explicó.
Un enemigo perfecto
“¿Y por qué eso? No porque Hamás sea simpático, ya que es un enemigo irreductible a diferencia de la Autoridad Palestina que está dispuesta a conocer el derecho a la existencia del Estado de Israel, pero por eso mismo, para quienes desde el lado de Israel no quieren negociar es el enemigo perfecto y así lo han dicho distintos voceros de la ultraderecha israelí, como por ejemplo el actual ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich que dijo antes del conflicto actual, que el gobierno de Hamás servía para poder bloquear las negociaciones de paz, rechazar las presiones internacionales y seguir avanzando en el proceso de colonización en Cisjordania”, agregó Leibner.
“Es el enemigo perfecto. ¿Qué significa esto? Que cada tres, cuatro o cinco año, había una ronda de hostilidades entre Gaza e Israel que eran funcionales a Hamás y a Netanyahu. Mas de una vez en 2011 y 2012 hubo importantes movilizaciones sociales en contra de las políticas neoliberales del primer ministro, el tema de la vivienda, el encarecimiento de la vida. Esas movilizaciones iban teniendo un efecto político que iban debilitando a Netanyahu. La guerra del 2014 sirvió para retomar la iniciativa política y dejar de lado la inquietud. Algunas de las ofensivas bélicas están ligadas estrechamente con las necesidades internas políticas de la subsistencia del gobierno a lo largo del tiempo”, afirmó.
“Y Hamás lo mismo, cada vez que la Autoridad Palestina obtenía algún avance, con medios pacíficos, en la obtención de un Estado palestino, Hamás la emprendía con Israel. O sea, había una especie de acuerdo tácito. A mi no me gustan las interpretaciones demasiado maquiavélicas de la historia, pero hay algo que es muy claro y público. No estoy diciendo cosas que son de entretelones que no puedo probar o demostrar”, indicó.
“En determinado momento lo único que le quedaba de influencia al gobierno legitimo de la Autoridad Palestina en Gaza era que era quien pagaba los sueldos de los empleados públicos. Hamás no se hacía cargo de eso. Netanyahu decidió como represalia, porque el gobierno palestino en Ramala lo demandó ante La Haya hace unos años por las colonizaciones ilegales, bloquear el traspaso de dinero entre Ramala y Gaza y ¿cuál fue la solución? Qatar, empezó a entrar dinero qatarí a Gaza para pagarle a los empleados públicos a través de las milicias de Hamás, es así que se apoderaron de la administración civil. Ahi hay una complicidad muy clara”, afirmó.
“La popularidad de Netanyahu está muy baja, tanto por el fracaso del 7 de octubre como la permisividad en la creación con ese dinero qatarí de esa infraestructura de guerra de Hamás”, afirmó. “Eso está en la discusión israelí cotidiana, lo traigo aquí porque se que en los análisis internacionales eso no aparece tanto”, agregó. “Es importante para entender esa complicidad que han tenido durante varios años”.
1948
“Yendo para atrás es imposible no hablar de la creación del Estado de Israel en el año 1948. cuando se creo en medio de una guerra civil e internacional en lo que era la Palestina que se libraba del gobierno colonial británico, cientos de miles de árabes palestinos fueron desplazados por las fuerza en esa guerra y sobre los territorios desde donde esa gente fue desplazada se estableció el Estado de Israel. En ese momento la población judía era el tercio del total y la población árabe el dos tercios”, explicó.
“Rápidamente llegaron inmigrantes de Europa, luego judíos de otros países árabes que fueron expulsados e Israel fue la solución para esos problemas y al mismo tiempo se genero el problema de los palestinos desplazados. Gaza se convirtió en uno de los territorios receptores de los desplazados palestinos. Gaza más que duplicó su población, hoy se calcula que alrededor del 60% de la población de Gaza son descendientes de refugiados palestinos que fueron desplazados del territorio donde se erigió Israel en 1948”, contó.
“Es el caso claro de como los procesos de desplazamiento proletarizan en forma brutal a masas humanas y esa gente se constituyó en la población más pobre de Gaza. Había otra población en Gaza, había un sector terrateniente en Gaza, una pequeña burguesía que hasta hace poco tenían propiedades. Pero existieron estos desplazados que se convirtieron en mano de obra barata. Gaza estuvo entre 1948 y 1967 bajo dominio egipcio. Egipto tampoco se esforzó mucho en solucionar el drama de los refugiados palestinos ni aportó demasiado en ningún sentido”, agregó.
“En 1967 en la guerra de los seis días Israel reconquisto Gaza y conquisto la península del Sinaí y Cisjordania y mas que duplicó su territorio y ahí se creo el tema actual de los territorios palestinos actualmente ocupados”, explicó el historiador.
“Entre 1968 y 1998 con los acuerdos de Oslo Gaza estuvo bajo ocupación militar israelí directa. Esa ocupación fue muy cruel y violenta. Enfrento distintos intentos de sublevación palestina, popular y armada, muchas veces de forma simultanea. Hubo entonces un desarrollo israelí en su economía e industria que permitió que cientos de gazatíes se convirtieran en mano de obra barata sin derechos”, afirmó.
“La inmensa mayoría de los edificios en Tel Aviv en los años 70 fueron construidos por obreros de Gaza. El edificio donde vivo que fue construido en 1975 fue construido por obreros de Gaza. Ahora ese edificio esta ubicado donde era un poblado agrícola palestino. Eso creo todo tipo de relaciones entre israelíes y gazatíes”, explicó. “primero relaciones humanas, aun en situación de ciudadanos y no ciudadanos pero también se crean recelos”, añadió.
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Foto PIT-CNT