Desde este martes organizaciones campesinas y de pueblos originarios de Guatemala llevan adelante un paro que demanda la renuncia de diversos funcionarios.
La medida se realiza luego de conocerse que el presidente electo Bernardo Arévalo, presentara un amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) con vistas a “frenar las acciones del Ministerio Público”, que han sido catalogadas por diversos sectores del país “como un golpe de Estado en curso”.
El amparo interpuesto por Arévalo, consignó Prensa Latina (PL) exige se ponga fin a las interferencias de diversos actores judiciales que ponen en riesgo el proceso de traspaso de mando.
El recurso fue presentado por el presidente electo quien acompañado de la vicepresidenta electa Karin Herrera e integrantes del Movimiento Semilla se personaron en la sede de la Corte Suprema, con el apoyo de “decenas de simpatizantes que se concentraron en la plaza de los Derechos Humanos en la capital guatemalteca”.
El recurso interpuesto se agrega a las sucesivas denuncias realizadas por Arévalo respecto al accionar de “un grupo de funcionarios” que haciendo uso de su “autoridad” traicionan al pueblo que expresó su voluntad en las pasadas elecciones presidenciales.
Haciendo suyas las denuncias de Arévalo y en apoyo a las acciones del mandatario electo, organizaciones campesinas y de pueblos originarios realizaron un llamado apara desarrollar, desde esta jornada, “un paro plurinacional”.
Según consignó la agencia de prensa, habrán cerca de 20 puntos de protesta en todo el territorio para exigir se respeten los resultados electorales y demandar la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras.
La jornada de movilizaciones, no ha establecido un tiempo de duración y durante la misma se demandará la instalación de una asamblea constituyente que permita avanzar hacia la construcción de “un Estado popular y plurinacional”.