Un documento donde se realizan apreciaciones sobre la reforma curricular impulsada por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) fue enviado a dicha institución por la Academia Nacional de Ciencias del Uruguay (ANCIU).
En el documento, reseñado por la diaria, la ANCIU expresa “inquietud y preocupación” por dichas modificaciones.
Se considera que “la reducción horaria o la fusión de disciplinas no se encuentran debidamente justificadas” previstas en el nuevo incluyen “modificaciones sin analizar los defectos de lo actual ni las virtudes de lo nuevo”, ello conduce, se agrega a que las novedades que se anuncian “podrían incluso significar mayores retrocesos en relación con la situación presente”.
Otro de los elementos que se incluyen en la preocupación de la Academia refieren a “la fusión” propuesta “de asignaturas de conocimiento fundamental con asignaturas de conocimientos tecnológicos”, el carácter “pedagógico-didáctico” puesto “en juego”, así como en “los objetivos fundamentales que se pretende transmitir” y la “forma en que se asegurarán las competencias que se aspira garantizar” con estas modificaciones.
Con respecto a las materias optativas, el documento resalta se trata de un espacio que “puede resultar engañoso, ya que no es el alumno el que decide cuál optativa cursar, sino que la decisión queda, al parecer, en manos del liceo”.
Al tratar la cuestión el papel que la formación docente juega en el proceso de reforma, se enfatiza que la misma “debe ser fortalecida, también a nivel presupuestal”, pensándose “en consonancia con los cambios curriculares de la educación obligatoria”.
Es necesario, agrega el documento pensar incentivos “para asegurar la formación de docentes en áreas especialmente debilitadas y para la formación específica en tecnología, de tal manera que quienes se formen sean capaces de transmitir e incluir genuinamente estos conocimientos en las unidades curriculares”.
Tal y como han expresado otros actores educativos, el documento de la Academia critica “la forma en que se debería haber procesado los cambios” y reafirma la importancia que debe adjudicarse al “diálogo con actores académicos”.
En ese sentido se recuerda que el país tiene “una amplia red de ese tipo de instituciones” que debieron ser consultadas.
Los procesos de transformación educativa, se subraya “deben ser de larga duración y permanentes” y “las urgencias que tiene la vida política” del país “no deberían ser un obstáculo para la aplicación incremental y consistente de estos procesos de construcción colectiva orientados a asegurar lo mejor para el país y su sistema educativo”.
El texto de la Academia de Ciencias, señala el medio de prensa, “fue elaborado por un grupo de trabajo” de la institución en el que participaron “académicos de distintas disciplinas científicas, tanto de las ciencias naturales como de las sociales y las humanidades, que mantuvieron reuniones con integrantes de la ANEP”.