Dos días con miles de explosiones de aparatos busca personas y walkie-talkies, provocados en forma remota, en una operación sin precedentes contra Hezbollah.
El martes el Líbano se conmovió con una primera oleada de explosiones en aparatos busca personas de Hezbollah que causaron, al menos doce muertos y 2.800 heridos.
El miércoles, mientras la Asamblea General de la ONU adoptaba una resolución exigiendo la retirada de Israel de los territorios ocupados a Palestina, la operación continuó con la explosión de varios aparatos de comunicación, walkie-talkies, en distintos puntos del Líbano controlados por el grupo chií libanés Hezbollah. El número de muertos por la nueva oleada de explosiones ascendió a 14, según el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud Pública libanés. En esta nueva oleada de explosiones más de 400 personas resultaron heridas.
Las primeras investigaciones apuntan a que los aparatos tenían cargas explosivas introducidas previamente. Tanto el Líbano como Hezbollah responsabilizaron a Israel. Por su parte Israel no ha reconocido la autoría de la operación que tiene todas las características, aunque en una dimensión nueva, de las que realiza el Mossad.
El Consejo de Seguridad de la ONU tendrá una reunión de urgencia el viernes para tratar sobre esta mortal serie de explosiones. La reunión fue solicitada por Argelia.
Según varias agencias de noticias y medios internacionales, tanto los aparatos busca persona como los walkie-talkies, usados por Hezbollah, estallaron en zonas bajo su control en el sur de Beirut, capital del Líbano y en el sur y el este del país. Incluso según lo publicado en Público.es, en base a un reporte de la agencia AFP, varias explosiones del miércoles se dieron donde se realizaban los funerales de miembros de Hezbollah que murieron el día anterior al estallar los busca personas de miembros del grupo proiraní.
Los walkie-talkies explotaron al mismo tiempo. Las detonaciones provocaron el pánico, según testimonio de un fotógrafo de la AFP que cubría los funerales.
Gúterrez: Riesgo de guerra mundial
Los «objetos civiles» no deberían ser transformados en armas, dijo este miércoles el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en reacción al letal ataque con buscapersonas o bíperes contra miembros del movimiento proiraní Hezbollah.
«Es muy importante que haya un control eficaz de los objetos civiles para no transformarlos en armas. Esto debería ser una regla para todos en el mundo, que los gobiernos deberían ser capaces de aplicar», dijo Guterres a la prensa.
«Lo que ha ocurrido es especialmente grave, no sólo por el número de víctimas que ha causado, sino por los indicios existentes de que esto se desencadenó, diría, adelantándose a una forma normal de desencadenar estas cosas, porque existía el riesgo de que se descubriera», señaló.
«La lógica de explotar todos estos artefactos es hacerlo como un ataque preventivo antes de una operación militar importante. Esto es la indicación que confirma que existe un grave riesgo de una dramática escalada en el Líbano, y hay que hacer todo lo posible para evitarla», afirmó Guterres durante una rueda de prensa en la sede de la ONU.
«La relación entre lo que ocurre en el Líbano y lo que pasa en Gaza es obvia desde el principio. Es decir, Hezbollah ha sido muy claro al decir que ha lanzado sus operaciones debido a lo que está ocurriendo en Gaza y que se detendrá cuando haya un alto el fuego en Gaza», añadió.
Durante su intervención, Guterres repitió que la comunidad internacional vive hoy una situación donde «se han multiplicado los conflictos y reina la sensación de impunidad» y en la que «los riesgos de una nueva guerra mundial son mayores».
Irán ha calificado como «un acto terrorista y un asesinato en masa» la operación contra Hezbollah, aliado de Teherán.
La Casa Blanca aseguró este martes que no tenía conocimiento previo de esta operación y negó cualquier tipo de implicación de Estados Unidos.
Las primeras hipótesis
Los analistas internacionales, militares y de inteligencia, coinciden en destacar que se trata de una operación sin precedentes, por su sofisticación y magnitud.
Aunque Israel mantiene silencio sobre la autoría del ataque, todo el mundo da por supuesto que es obra suya.
Según reportes de agencias de noticias, el ministro de Telecomunicaciones libanés aseguró el martes que los dispositivos que explotaron formaban parte de un cargamento que llegó «recientemente» al Líbano. «A lo mejor se activó a distancia», dijo. El funcionario indicó que, según las informaciones preliminares, «las baterías de los buscapersonas se calentaron», por lo que incluso algunas personas tiraron esos aparatos antes de que explotaran.
Según el diario The New York Times, que cita fuentes anónimas de Inteligencia, Israel habría colocado los explosivos -algunas informaciones señalan que entre 28 y 56 gramos- en un lote de dispositivos buscapersonas que fueron vendidos a Hezbollah en el Líbano. Los explosivos habrían sido implantados junto a la batería con un mecanismo para poderlos detonar de forma remota.
La información agrega que Hezbollah encargó a la empresa taiwanesa Gold Apollo unos 3.000 aparatos que fueron manipulados en origen por Israel antes de llegar al Líbano. La empresa taiwanesa ha tratado de desligarse con un comunicado en el que explicó que los dispositivos fueron fabricados por otra compañía con sede en Budapest. El gobierno húngaro se apresuró a señalar que esta firma actúa como intermediaria comercial y no posee fábricas en el país.
El gobierno libanés dijo que los aparatos pertenecían a un cargamento reciente.
Según los reportes periodísticos, expertos señalaron una nueva posibilidad: que los dispositivos no se importaran directamente al Líbano, «sino que se detuvieron en un país cercano durante tres meses, donde Israel implantó el explosivo».
Varios expertos informáticos respaldaron la teoría de que, para que se produzcan esas explosiones, los aparatos tendrían que haber sido manipulados, señalando que los fabricantes de los componentes de esos mensáfonos son los que deberían responder ante ello. Por ahora, nadie ha asumido la responsabilidad de su fabricación.
Aunque los aparatos busca personas quedaron obsoletos con la llegada de los teléfonos móviles, Hezbollah los utiliza entre sus miembros como medio de comunicación para evitar ser geolocalizados por Israel a través de los celulares.
Israel habitualmente realiza asesinatos selectivos contra miembros de Hezbollah.
Esta operación de inteligencia, aún no reconocida y quizás nunca lo sea, es de una enorme magnitud, muestra el grado de sofisticación tecnológica de Israel, su capacidad logística para implantar miles de explosivos en miles de aparatos y detonarlos remota y simultáneamente.
Lo que si confirmó Israel es que prepara operaciones militares a gran escala contra el Líbano y movilizó tropas para la frontera. Mientras tanto en Gaza las y los palestinos asesinados ya superan los 40 mil.
El operativo israelí en el Líbano, que puede determinar una escalada de la guerra en toda región, se dio al mismo tiempo que la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó por mayoría, con 124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones, una resolución que exige el fin de la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel y fijó un plazo de un año para que se concrete.
(Público, Página 12 y agencias internacionales)