Jaime Saavedra (INISA) quiere «menos privación de libertad», más medias alternativas y confía en potenciar vínculos de adolescentes con el mundo del trabajo a través de proyectos con el movimiento sindical

El presidente del Instituto Nacional de Inclusión Social y Adolescente (INISA), Jaime Saavedra, impulsa una transformación profunda en la atención a adolescentes en conflicto con la ley. “Menos privación de libertad y más medidas alternativas que priorizan el vínculo familiar, la educación y el trabajo”. Con una ética centrada en el amor y el compromiso personal, y con el respaldo activo de sindicatos como la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (UNTMRA) y de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), proyecta una institución “echando humo” de actividad y oportunidades reales antes de fin de año.

En diálogo con el Portal del PIT-CNT, Saavedra afirmó que al asumir el cargo en abril pasado se encontró con una institución “muy estabilizada” y con “muchísimos profesionales altamente capacitados, comprometidos con la institución, con ganas de crecer profesionalmente y asumir nuevos desafíos”.

Saavedra destacó el fuerte sentido de pertenencia de los funcionarios y funcionarias del organismo. “Quieren y defienden al INISA, lo cual representa un valor enorme y poco frecuente en este tipo de instituciones, tanto en Uruguay como en la región. Ese fenómeno de adhesión institucional es realmente excepcional”, subrayó.

Asimismo, valoró positivamente el manejo presupuestal del organismo y agradeció la transición que calificó como ejemplar. “He contado con la colaboración total del Directorio saliente, recibí toda la información de forma oportuna y fui recibido de manera extraordinaria por el personal, por el sindicato del SINAU y por sus autoridades”, señaló.

“Estoy muy ilusionado, muy entusiasmado y, sinceramente, un poco sorprendido, porque me pasó lo mismo que probablemente les pase a quienes escuchan o leen las noticias, uno tiene una imagen del INISA que no coincide con lo que realmente encontré”, confesó.

Desafíos y planes

No obstante, Saavedra reconoció que existen importantes desafíos por delante. En ese sentido, identificó dos grandes áreas de mejora. En primer lugar, la dimensión organizativa. “INISA es una institución con una estructura muy anticuada. No existe una carrera funcional ni administrativa, y se mantiene una organización muy discrecional. Esto genera dificultades tanto para el Estado como para el propio funcionamiento interno. Es un aspecto que debemos corregir”, afirmó.

Por eso, propuso la creación de una carrera funcional clara, donde los trabajadores conozcan sus roles, las formas de desempeño, los mecanismos de ascenso y las instancias de capacitación, que se traduzcan luego en concursos transparentes, tanto internos como externos. “Es necesario realizar un esfuerzo importante para modernizar la institución y optimizar los tiempos organizativos”, sostuvo.

En segundo lugar, señaló un “problema severo” en materia de infraestructura. “El INISA no ha sabido adecuar sus estructuras para albergar adecuadamente a los adolescentes sometidos a medidas socioeducativas, tanto en privación de libertad como en las alternativas. Tampoco se han garantizado condiciones laborales dignas para el personal, que realiza una tarea compleja y exigente. No podemos permitir que sigan trabajando en estas condiciones”, remarcó.

Subrayó la importancia de una adecuada gestión presupuestal para alcanzar los objetivos trazados. “Debemos gestionar el presupuesto del INISA de forma tal que nos permita trabajar mejor de lo que se ha hecho hasta ahora”.

“Tenemos dos grandes objetivos: la modernización de la institución y un impacto real en la infraestructura”, reafirmó.

En relación con los contenidos programáticos vinculados a las medidas socioeducativas, el presidente del INISA valoró el camino que viene recorriendo el país, señalando que se avanza sin grandes titulares, pero en la dirección correcta de priorizar las medidas alternativas por sobre la privación de libertad. “Es algo que muy poca gente conoce, pero que está ocurriendo con los adolescentes que están sometidos a estas medidas. Hoy tenemos unos 360 adolescentes en privación de libertad y más de 400 cumpliendo medidas en la comunidad”, destacó.

Saavedra subrayó el respaldo del sistema judicial a este enfoque. “Contamos con jueces muy responsables, especializados, que recorren permanentemente nuestros servicios, nos ayudan y con quienes mantenemos un diálogo fluido. Están dadas todas las condiciones para seguir profundizando esta línea de trabajo, en la que la privación de libertad quede reservada para los casos más extremos, cuando no hay otra forma de intervención posible”.

Entre las principales medidas alternativas mencionó la revinculación con la familia, la reincorporación al sistema educativo, los programas de abordaje de consumos problemáticos y el acceso al trabajo. “Estas son cosas fundamentales, porque trabajamos con adolescentes que muchas veces inician su proceso siendo menores, pero cumplen parte de la medida como mayores de edad. Y ahí se abre el campo del mundo adulto, donde el trabajo es clave”, explicó.

“Como es sabido, la mayoría de estos gurises y gurisas provienen de contextos muy vulnerables. Por eso el tema laboral cobra una importancia especial. Si no estás estudiando, volvés a estudiar; si no tenés trabajo, te ayudamos a encontrarlo. Todo eso para que salgas del mundo del delito, que fue lo que te trajo hasta acá”, afirmó.

Saavedra enfatizó la importancia de la responsabilidad individual como parte del proceso de cambio. “Es algo que no me canso de repetir, que hablo todos los días con los gurises, con las gurisas, con los educadores, que no están acá por casualidad. Están acá porque hicieron las cosas mal. Y lo que corresponde es empezar a hacer las cosas bien”.

“Si estás en la dirección correcta, hay toda una institución y una comunidad que te va a acompañar. Pero tenés que dejarte de macanas, portarte bien. Así de sencillo. Y eso el vecino y la vecina lo entienden perfectamente. Si hacés las cosas bien, te ayudamos. Si no, te va mal. No porque estés privado de libertad o en una medida alternativa, sino porque a todos nos pasa, si hacemos las cosas mal, nos va mal”, enfatizó.

Apoyo sindical 

Por otro lado, Saavedra destacó con emoción el respaldo recibido desde distintos sectores sociales al asumir su nueva responsabilidad. “Lo del movimiento sindical realmente es hermoso. Me han pasado una cantidad de cosas maravillosas y estoy profundamente agradecido. Apenas comenzó a circular mi nombre, representantes del movimiento sindical, de organizaciones de la sociedad civil, de cámaras empresariales e industriales se pusieron en contacto conmigo para ofrecer colaboración”, relató.

En ese marco, recordó especialmente las primeras señales de apoyo. “Las dos primeras llamadas que recibí, en diciembre, fueron de la Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y Ramas Afines (UNTMRA) y de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB)”.

Con la UNTMRA, señaló, ya se ha comenzado a avanzar en un ambicioso convenio de largo aliento, que incluye propuestas de capacitación y emprendimientos productivos con el respaldo del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP). “Con las autoridades del INEFOP ya nos hemos reunido, y venimos trabajando desde hace más de un mes y medio. Espero que pronto podamos compartir novedades”, anticipó.

Respecto a la FOEB, también valoró el respaldo inmediato. “Richard Read se comunicó enseguida conmigo y puso todo a disposición. Seguramente también tengamos noticias en breve. Así que estoy muy, muy contento”, expresó.

Un INISA en marcha

Por otro lado, Saavedra destacó el potencial de la Colonia Berro, donde se ubica uno de los principales complejos del sistema socioeducativo. “Son 246 hectáreas con infinitas posibilidades. Me propongo aprovechar hasta la última de ellas. Quiero transformar ese espacio en un gran pulmón democrático de convivencia, con oportunidades laborales, educativas, religiosas y de vida comunitaria. Todo eso ya está en marcha y estamos muy ilusionados. Mi aspiración es que en diciembre el INISA esté echando humo… en paz, pero echando humo”, enfatizó.

En ese sentido, Saavedra explicó que recientemente se completó la integración del nuevo Directorio, lo que permitirá comenzar con la toma de decisiones fundamentales. “Nos faltaba una pieza clave, el representante de la oposición, Ángel Facchinetti, que aún no había sido designado. Por suerte, en estas semanas se concretó su nombramiento y ya se integró al trabajo. La próxima semana tendremos nuestra primera sesión de Directorio, y a partir de ahí empezaremos a concretar. Hay mucho trabajo por delante”, remarcó.

Según explicó, algunas acciones vinculadas a la modernización institucional ya están en marcha, y el resto de las líneas programáticas serán presentadas públicamente en breve. “Todo lo que comenté, la modernización, los convenios laborales, la generación de oportunidades para los adolescentes, el trabajo en Colonia Berro, todo eso tiene que estar en pleno movimiento a fines de diciembre. No hay ninguna razón para que no sea así. Y si no lo logramos, como ya he dicho públicamente, que me golpeen la puerta y me jubilo”, afirmó.

“Si no se avanza, no será culpa de Yamandú Orsi, ni de Lacalle Pou, ni del Parlamento, ni del Vaticano. Si las cosas no son como las estoy relatando, entonces el problema soy yo. Porque estoy cansado de que nunca haya responsables cuando las cosas salen mal”, sentenció Saavedra.

La única respuesta es el amor

Por otro lado, Saavedra también reflexionó sobre el momento actual que atraviesa la sociedad, marcado por vínculos cada vez más exacerbados y por una creciente hostilidad en el espacio público. “Para mí, la única respuesta posible es amor y más amor. No voy a intentar convencer a nadie. Lo que puedo hacer es predicar con el ejemplo, invitarte, si querés, a ver lo que hago y las cosas que florecen a partir de eso. Si eso te alcanza, bárbaro. Y si no, te ofrezco la otra mejilla. Ese es el único antídoto que encuentro frente a esta prédica un poco virulenta”, afirmó.

Saavedra contó que ha adoptado como frase de cabecera una expresión del expresidente José Mujica: “No se cansen de ser buenos. No porque sea útil, porque puede no serlo, sino porque es necesario”. 

Según el jerarca, “eso es lo que hay que cultivar. No hay que cansarse de ser bueno. Yo abro INISA a las siete de la mañana y soy el último que se va. Trabajo muchísimo para que las cosas funcionen. Y cuando salgo de acá, sigo trabajando, a veces me voy a reuniones y otras sigo conectado”, dijo.

“Trabajo desde la primera hora del día. Recibo a todo el mundo con calidez, con fraternidad. Trato de colaborar en todo lo que esté a mi alcance para que a todos les vaya bien. Le deseo el bien a todo el mundo. Para mí, eso es tener un proceder amoroso. Y eso es lo que hay que sembrar. No sé si esta actitud sirve en el corto plazo, no sé si ganaría una elección con este discurso. Pero no me importa. Porque la batalla final se gana con esta actitud”, expresó con convicción.

Saavedra subrayó que esa ética amorosa guía todos los aspectos de su vida. “Del mismo modo que soy con mi señora, con mis hijos, con los vecinos, con el almacenero o con cualquiera en la calle, con esa misma paciencia, con esa misma fraternidad, soy en el trabajo. Especialmente con los gurises y gurisas que están bajo mi responsabilidad. Porque no están acá por casualidad. Algunos han cometido crímenes que, en términos humanos, parecerían no tener perdón de Dios. Pero incluso así, merecen de nosotros la mayor disposición espiritual y emocional para que puedan reencauzar sus vidas. Para que no vuelvan a hacerle daño a nadie. Y para que tampoco se dañen a sí mismos. No es una discusión con alguien. Es una actitud de vida”.

Fuente: Portal Pit-CNT

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