Tanto la candidatura de Fernando Pereira para la presidencia del Frente Amplio, como la fórmula unitaria de Marceo Abdala, Joselo López y Elbia Pereira, a la presidencia, vicepresidencia y secretaría general del PIT-CNT, muestran una tendencia creciente de afirmación y crecimiento de las ideas centrales de los trabajadores.
¿Por qué se da esto hoy? Durante varios años han sido precisamente los trabajadores organizados quienes han marcado el rumbo por donde debe marchar el pueblo uruguayo en la construcción de un país renovado, justo, equitativo, próspero.
La izquierda tiene un debe inocultable y es el hecho de que una de sus principales banderas que le dan sentido a su existencia, la eliminación de la pobreza, se redujo, sí, pero no se pudo lograr en los tres períodos de gobierno.
El actual gobierno, lejos de dar solución a este grave problema social, ha incrementado los pobres, no reduce el déficit fiscal, no cumple con sus cálculos inflacionarios porque la inflación está muy por encima de los porcentajes anunciados, no reduce la desocupación, la violencia sigue siendo un flagelo más allá de números eventuales, se incorpora a una “nueva normalidad” la existencia de ollas populares, entre otras cosas.
Frente a la debilidad de las expresiones políticas de la izquierda y la ofensiva retrógrada de los partidos de derecha, primero con una propaganda difamatoria de los logros reales conseguidos por la izquierda, luego con la LUC y ahora, nuevamente, con una forma de hacer política que tergiversa la realidad y miente, han sido los trabajadores organizados quienes han dado las mejores argumentaciones, los que han dado la lucha franca y clara, los que han proyectado dirigentes nacidos del seno mismo de la lucha y la experiencia sindical.
Fernando Pereira reúne las mejores condiciones personales y políticas para presidir el FA. No solamente viene de una larga experiencia de tejedor de la unidad sindical, de negociador para adentro y para afuera de filas, sino que, al momento cuenta con el apoyo de la mayoría de las fuerzas políticas del FA y gran parte de la militancia frenteamplista.
Abdala, López y Pereira conforman también un equilibrio entre las diversas corrientes en el seno del PIT-CNT lo que demuestra un alto grado de madurez donde no se priorizan ni perfiles, ni posturas individualistas, sino, antes que todo la unidad, la organicidad, la preparación para continuar afrontando tiempos difíciles donde habrá que ofrecer ideas, propuestas, organización, democracia, participación y lucha para todos los que mueven el país: los trabajadores y las trabajadoras, los verdaderos malla oro de la República. Creo que es casi de sentido común: los trabajadores y las trabajadoras sin patrones pueden hacer andar las fábricas, el agro, las escuelas, los sanatorios y todos los resortes productivos y de servicios del país. Lo patrones sin trabajadores deberán cerrar las puertas. Alguien podrá decir “Ah sí, pero sin capital la cosa no camina” y es verdad si el capital está en manos egoístas y especuladoras de los sectores minoritarios de un país, pero si el capital está en las manos colectivas de un Estado, de las cooperativas, de un pueblo organizado, lo único que hay que hacer es ponerse a trabajar.
Por eso, desde estas modestas líneas saludo el crecimiento y el afianzamiento de las ideas y de los representantes de los trabajadores en la escena política y sindical de nuestro país. Tal vez, más temprano que tarde, tengamos que convocar otra vez a un gran Congreso del Pueblo para que se reúnan junto a los trabajadores sectores imprescindibles como los estudiantes, los jubilados, los pequeños y medianos comerciantes, productores, emprendedores, la cultura en fin, las fuerzas que hacen andar la nación.