20200910 /URUGUAY / MONTEVIDEO / Movilización de la Intersocial en el marco de las reivindicaciones por presupuesto, en el Palacio Legislativo. En la foto: Movilización de la Intersocial, en el Palacio Legislativo. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS

La Educación Pública se defiende

UJC

Al cierre de esta edición de EL POPULAR y bajo la consigna «Que no te dé lo mismo, defendamos la educación pública», la coordinadora de Sindicatos de la Educación Pública en conjunto a movimiento estudiantil, desbordaron con miles de personas las principales arterias de Montevideo. Todo el sistema educativo ha estado sumamente convulsionado por los ataques constantes que se han desarrollado en los últimos años y no es un hecho de mera casualidad que los actores fundamentales de la educación pública, sus trabajadores y estudiantes, se declaren en conflicto y se dispongan a defender las conquistas y avances que han construido e intenten ponerle un alto al desmantelamiento de la educación del pueblo. Desde la asunción del gobierno de coalición de derecha, en marzo del año 2020 y la llegada de la pandemia por COVID – 19, la educación pública en nuestro país viene siendo amedrentada. Podríamos enumerar cientos de hechos, pero se ha destacado la incertidumbre de las familias de miles de niñas, niños y adolescentes, de las maestras, de las docentes y funcionarias de educación media y terciaria en cómo continuar la educación a distancia, mientras que veían como miles de estudiantes quedaban por el camino al no tener las herramientas necesarias, ni el apoyo y contención de las aulas; a la vez que miles de familias perdían sus puestos de trabajo y la inseguridad alimentaria crecía al mismo tiempo que la solidaridad de las ollas populares. Esta situación al día de hoy sigue dejando marcas en nuestra sociedad, aumentando la brecha entre un país para unos pocos y las mayorías se ven sumergidas al hambre, es así que hoy tenemos la triste y alarmante cifra de 380.000 personas pobres. Al momento que las y los uruguayos atravesaban la emergencia sanitaria por la pandemia el gobierno de forma exprés nos puso sobre la mesa la Ley Urgente Consideración, que, entre otras cosas, vino a cambiar la educación pública tal y como la conocíamos pasando por arriba la Ley de Educación del 2008 y todo lo acumulado en los últimos años bajó los gobiernos del Frente Amplio. En pocos días recortaron espacios de participación de los docentes, además de perseguir y amedrentar con sumarios a aquellos que se organizaban, bajo una falsa excusa de incumplimiento de la laicidad. Mientras que, sin perder ni un minuto para aplicar su plan de gobierno, nos inyectaron una Ley de Presupuesto para el período que presentaba una peligrosa disminución de los recursos del Estado. Este breve resumen de encuentros y desencuentros, y lamentablemente, más de desencuentros, es que vuelve a tener a toda la educación pública en jaque. Con una Rendición de Cuentas que está terminando su proceso de aprobación en el Senado y que saca de abajo de la alfombra una reforma educativa inconsulta, concentrada en la Educación Media, teniendo el visto negativo de su implementación por parte de las Asambleas Técnico Docentes (ATD), sin dar la más amplía y democrática discusión con la ciudadanía, ni con los actores de la educación, es decir, las y los estudiantes y trabajadores. Tenemos sobre la mesa una reforma de la educación que exigen implementar en pocos meses, y que en vez de ser una política de Estado para trazar lineamientos a largo plazo hacia dónde debe caminar y avanzar el sistema educativo a nivel nacional, esta reforma es una política del gobierno que no pasó por los procesos necesarios y pone en riesgo los procesos de aprendizaje y aprehensión, los puestos de trabajo de los docentes, y sobre todo, responde a intereses ajenos a los de nuestro pueblo, ya que no piensa en la vida y desarrollo de las personas como el centro desde donde generar políticas educativas, si no que pone en el centro las necesidades del mercado.
La Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP) no es la única golpeada en este período, la UTEC y la Universidad de la República también vienen sufriendo la política agresiva del gobierno. La primera, con la modificación de su Ley orgánica, lo cual representa un grave retroceso, ya que, no solo no se avanza en instaurar el cogobierno y rever la situación del Consejo provisorio, si no que va más allá de eso. Se disminuye la incidencia de las docentes y estudiantes en las decisiones y se vuelve de nuevo a lo mismo, la educación dependiendo del gobierno de turno, teniendo entes que no logran tener la suficiente autonomía política. Desconociendo, además, el modelo de Universidad latinoamericana, como un elemento de democratizar la educación y el conocimiento producido, que pone en el centro los colectivos que son parte de la misma, y no los requerimientos del mundo laboral y empresarial, que incluso en la nueva ley de la UTEC se introduce su participación.
Por último y no menos importante, la Udelar viene pagando altísimos costos por sus definiciones políticas en el marco de su cogobierno, ese cogobierno que siempre fue criticado por el actual gobierno, cuando la Udelar ponía sus recursos para generar aportes sobre las discusiones que se daban en el seno de la sociedad. El recorte del presupuesto a la Udelar no es más que una señal de autoritarismo, de intentar encorsetar a la Universidad en sus definiciones políticas para que deje de lado su esencia crítica, y con ello su capacidad transformadora y democratizadora, porque desde el gobierno saben bien que mientras más la Universidad se vista de pueblo significa que no tendrán el poder del conocimiento al servicio de sus intereses .
Las y los trabajadores de la educación y gremios estudiantiles llegan a esta primavera redoblando la esperanza, buscando con diferentes medidas ser escuchados, y se han hecho escuchar con miles en las calles. Viene aumentando, golpe tras golpe que da el gobierno, más y más la participación y agitación, demostrando que ante el avasallamiento de nuestros derechos la perspectiva ha de ser dar la lucha desde el diálogo con las y los vecinos, porque la defensa de la Educación Pública no es únicamente desde los gremios, es desde el campo popular todo y así ha quedado demostrado.
La huelga declarada por la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR), la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República (AFFUR) y la FEUU, y en los siguientes días, otros sindicatos de trabajadores y gremios estudiantiles montevideanos, nos demuestran una verdadera disposición a encontrar las soluciones que forjen un mañana mejor, porque no hay lugar en nuestra democracia para permitir el avasallamiento político. Hace varios días que la principal institución terciaria del país paralizó todas sus actividades, pero con el fiel compromiso de sostener las vinculadas con el barrio desde la extensión universitaria y todos aquellos servicios esenciales, como nuestro Hospital de Clínicas. La Universidad no solo será un orgullo para nuestro país por sus valiosos médicos, investigadores, científicos y más, si no que será un orgullo porque “con el arriba nervioso, y el abajo que se mueve” está forjando más unidad con todo el campo popular, porque levanta las banderas de la Universidad de puertas abiertas, un futuro más nuestro y un mañana de libertad.

Foto de portada:

Movilización de la Intersocial, en el Palacio Legislativo. Foto: Santiago Mazzarovich / adhocFOTOS.

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