El XIV Congreso del PIT-CNT fue un gran Congreso, un aporte sustancial para enfrentar el ajuste neoliberal de las clases dominantes y el gobierno y, al mismo tiempo, construir las condiciones para que el movimiento popular retome la ofensiva política y programática.
Se reunió la organización social más importante del país, por cantidad de afiliados, por capacidad organizativa y de movilización; por ser la expresión de la clase social que representa la perspectiva popular en la contradicción central de nuestra sociedad: entre el capital y el trabajo. Fue un Congreso de gran representación, casi 1.200 delegados, de más de 60 organizaciones sindicales y de los 19 departamentos del país.
El Congreso, es, en sí mismo, una formidable demostración de ejercicio democrático. Fortalece al movimiento sindical, pero también, por su peso e influencia, al movimiento popular todo y a la propia democracia, la materializa, la hace real.
El documento de Balance y Perspectiva planteaba cuatro desafíos para el Congreso: “establecer una orientación de lucha en defensa de los intereses inmediatos e históricos de nuestra clase, en épocas de contraofensiva del capital contra el trabajo a escala universal; definir el arco de alianzas y el programa de las grandes mayorías del pueblo laborioso; montar la organización capaz de llevar a la práctica dicha estrategia de lucha y construir la dirección que encabece la conducción de todo el proceso”.
El Congreso, en medio de intensos y profundos debates, logró procesar una síntesis unitaria. El citado documento, de importancia sustancial, fue aprobado con el respaldo de más del 60% de las delegadas y delegados, otros documentos más particulares tuvieron un respaldo superior al 80% y hubo muchos, y variados, que recibieron apoyo unánime. El documento aprobado por el Congreso caracteriza el momento que vivimos como de ofensiva del bloque de poder, hegemonizado por los sectores del capital financiero y el agronegocio, aplicando un ajuste contra nuestro pueblo, provocando la concentración de la riqueza y el poder. Para enfrentar esto, el Congreso se propuso construir la más amplia unidad de pueblo, trabajando con todos los sectores que no integran el bloque de poder, el de las clases dominantes. Con todos los sectores que, potencialmente, pueden conformar el bloque histórico, político y social de los cambios, esa construcción dialéctica, por lo tanto contradictoria, de la que el movimiento sindical es parte. También se propuso ir “desde el pie” a la construcción de un programa para los sectores populares con la convocatoria de un Congreso del Pueblo. Este programa implica: una estrategia de desarrollo, que diversifique la matriz productiva, la redistribución ya no solo del ingreso si no de la riqueza y la profundización democrática.
Pero el programa también incluye construir la fuerza social que pelee por él y lo haga realidad. Para ello es fundamental la unidad. La unidad del movimiento sindical es una conquista estratégica, además de generar mejores condiciones para la lucha reivindicativa, permite que la clase trabajadora pese más como tal en la sociedad. Es garantía de democracia y de construcción contra hegemónica. Es condición de la independencia de clase y su realización plena.
La independencia de clase es la conquista de la autonomía, ideológica, organizativa, social y política, con respecto a las clases dominantes y el poder.
Por todo eso la unidad del movimiento sindical, rara avis en el mundo, es parte fundamental y orgánica de la unidad del movimiento popular, de la construcción democrática, de su avance y de la perspectiva revolucionaria.
En todos esos planos la unidad es decisiva. Y no es un mandato esculpido en piedra, ni se conquista de una vez y para siempre. Es una construcción consciente, contradictoria; debe adquirir expresiones organizativas, lucha en común y demostrar su potencialidad transformadora en la dura prueba de la realidad.
Y este Congreso del PIT-CNT, en medio del ajuste neoliberal, se hizo con la experiencia de la hazaña democrática de las 800 mil firmas; con el paro general del 15 de setiembre; con los 1° de Mayo enormes en plena pandemia; con la Intersocial; con las luchas y las conquistas en los Consejos de Salarios; con la victoria en las elecciones de la Enseñanza. He ahí el valor de la unidad demostrado en la práctica.
Por eso el principal logro del Congreso, que tuvo muchos, fue la síntesis unitaria alcanzada. Para defender los derechos conquistados, hoy asediados por la restauración conservadora; para ganar el referéndum con el SI y anular los 135 artículos de la LUC; pero también para abrir una perspectiva de avance popular y de emancipación social.
Porque la unidad es parte sustancial de la estrategia. Es su corazón. Gran Congreso del PIT-CNT, para felicidad de todos los sectores populares. Los sectores del poder demostraron con notas, opiniones e intentos de descalificación, que están preocupados. Hacen bien en estarlo. La principal expresión social del movimiento popular está unida y más fuerte que nunca. Casi nada.
Enlace con el saludo del PCU al Congreso del PIT y otras notas relacionas:
https://elpopular.uy/el-pcu-saluda-al-xiv-congreso-del-pit-cnt/