Las prioridades del FA para gobernar

El Frente Amplio, a través de su fórmula presidencial, Yamandú Orsi y Carolina Cosse, presentó 48 medidas concretas a implementar en el gobierno nacional que atienden a las prioridades y los problemas que enfrentan nuestro país y nuestro pueblo.

La presentación tuvo varias dimensiones que le dieron fuerza política. El lugar elegido, la capital departamental de Colonia, y más específicamente la Plaza de Toros Real de San Carlos, hermosa de por sí y más bella aún por el marco que le dieron miles de frenteamplistas locatarios y llegadas y llegados de los departamentos más cercanos, estableció un marco diferente y una señal política. 

Las medidas no fueron presentadas ni en un local, ni ante público especializado, ni ante los medios, ni por las redes. Las prioridades para gobernar del FA fueron presentadas de cara al pueblo, en un acto público, ante miles. 

Eso, que obviamente entra en el terreno de lo simbólico, marca una diferencia sustancial con la derecha en la manera de entender y de hacer la política. Importan siempre la forma y el contenido, se alimentan y se potencian. Esta vez la forma complementó el contenido, le dio sustancia y potencia al mensaje.

Hay que decir que las 48 propuestas planteadas se inscriben en un marco más amplio y abarcativo que es el Programa de Gobierno del FA, elaborado por cientos de técnicos y miles de militantes, debatido a lo largo y ancho del país y aprobado, con un importantísimo nivel de consenso, en el Congreso de diciembre del año pasado.

Estas 48 propuestas constituyen entonces prioridades para la acción de un gobierno nacional del FA, pero deben referenciarse al Programa, que, en cada tema, las profundiza, complementa y les da perspectiva.

Las 48 propuestas presentadas en Colonia estuvieron precedidas por definiciones, tanto de Yamandú como de Carolina, que les dan densidad política.

“Uruguay pide a gritos ser más justo, solidario y productivo”, dijo Orsi y agregó en referencia a las y los uruguayos: “por sobre todas las cosas quieren que existan más y mejores oportunidades. Más salario y más trabajo para aquellas personas que no llegan a fin de mes. Resguardar a esa niñez desprotegida que tanto nos duele. Somos los que venimos a cambiar este país que hoy está chato, desigual, inseguro”.

Orsi abordó los tres ejes en los que estructuran las 48 propuestas. En lo económico sostuvo: “Vamos a tener un Uruguay con estabilidad económica, pero por sobre todo enfocado en el crecimiento con inclusión y bienestar. Dejemos de mirar solo las tablas de Excel y entendamos de una vez por todas que atrás de esos números hay uruguayos que no la están pasando bien. Vamos por un crecimiento económico sostenido que nos incluya a todos”.

En cuanto al segundo eje, el de la protección social, indicó: “Tenemos que reformar el sistema de protección social con un enfoque especial en la infancia para garantizar que ningún niño o niña, adolescente y joven se quede afuera o que sienta que el país le dio la espalda y lo dejó sin oportunidades. Es honesto reconocer que hoy el Estado no está cuidando a su gente y hay un Uruguay en donde muy pocos festejan y muchos sufren. Esto es lo urgente y prioritario”.

Y, en tercer lugar, la seguridad: “Es hora de implementar políticas efectivas que fortalezcan la convivencia y enfrenten de una buena vez y con todo al crimen organizado. A la porosidad de nuestras fronteras y por otro lado que ponga el foco en la integración social. Tenemos que ser duros con el delito y duros con las causas”.

Carolina precisó el lugar de las propuestas presentadas: “Tenemos un gran Programa que marca el rumbo, las prioridades le darán ritmo y el marco conceptual, se estructuran en tres planos, el plano de lo inmediato, el plano de lo estructural y el plano del futuro. En la intersección de esos tres planos están las personas, porque nuestro proyecto es humanista”.

En Colonia el FA se expresó hacia nuestro pueblo de la mejor manera, en unidad, con entusiasmo y compromiso militante y con 48 medidas que explicitan las urgencias a atender y como hacerlo. 

La derecha, que de coalición solo tiene el nombre, no tiene programa, ni tiene medidas específicas para atender urgencias. Los une solo el espanto al movimiento popular y al FA, solo han presentado iniciativas de marketing político, promesas de cosas que ya prometieron y no cumplieron y en otros casos se han dedicado a campañas personalistas y populistas, sin una sola idea.

En estos 30 y pocos días que faltan se trata de dialogar con nuestro pueblo, en todo el país, escuchar y proponer, porque estas 48 medidas y todas las que están en el Programa, no son promesas, ni se harán solo desde el gobierno. La transformación social necesaria para un Uruguay mejor tendrá al pueblo organizado como protagonista o no será. Ese es el desafío político y empieza a resolverse llenando las urnas de votos frenteamplistas.

Un Senado que exprese al pueblo


Este miércoles se presentó el Senado Común que encabezan Óscar Andrade, Constanza Moreira, Juan Castillo, Susana Muñiz y Rafael Michelini, una expresión unitaria y profundamente frenteamplista respaldada por un amplio abanico de partidos, sectores y listas, nacionales y departamentales.
En primer lugar, es una construcción unitaria y profundamente frenteamplista, en el marco del sublema “Unidad para la esperanza” y busca contribuir a la victoria popular con el Frente Amplio el 27 de octubre.
El Senado Común está respaldado por el Partido Comunista de Uruguay, Casa Grande, el Espacio Socialdemócrata Amplio, el Frente Izquierda de Liberación, el Encuentro 18 de Agosto, Identidades, la lista 810 de Flores, el Partido Obrero Revolucionario, el Movimiento de Integración Frenteamplista, el Congreso del Pueblo, la lista 1971 de Durazno y un amplio conjunto de listas y acuerdos departamentales en todo el país.
Este respaldo, en sí mismo, habla de una construcción unitaria, de la confluencia en un acuerdo de tradiciones distintas, de historias largas y recientes, de identidades ideológicas diferentes. Es retomar en el presente la larga historia de construcción de unidad, la de hace décadas de los trabajadores, de los estudiantes, de la que luego construyeron entre sí y que permitió alumbrar la unidad de la izquierda, con los sectores progresistas de los partidos tradicionales, primero en el FIDEL y luego en el Frente Amplio. Es la reivindicación de la construcción unitaria.
El aporte que pretende realizar este acuerdo político a la victoria del FA es, en primer lugar, logrando una gran votación que la cimente. Pero también es, como se dijo a texto expreso, aportar a esa victoria popular con un Parlamento fuerte, porque sabemos que será decisivo.
Por eso integran el Senado Común compañeras y compañeros que expresan la histórica construcción de la unidad política y social del pueblo, las luchas de las y los trabajadores, de los estudiantes, del feminismo, del cooperativismo, de la ciencia y la Universidad, de la cultura y también de la gestión de gobierno. Es una contribución para que estén expresadas en el Parlamento todas las luchas populares contra la desigualdad. Para que se exprese en el Parlamento, con fuerza, la unidad política y social de nuestro pueblo.
En el Senado Común hay quienes vienen del movimiento obrero, como Andrade, Castillo, Laura Alberti, Flor de Liz Feijoo, Marcelo Abdala, Daniel Diverio y referentes del movimiento sindical a la salida de la dictadura como Oscar Groba. Hay quienes vienen de la lucha contra la impunidad, como Rafael Michelini, Graciela Montesdeoca, Lille Caruso, Irma Correa o Gerardo Bleier. De la academia, como el ex rector de la UDELAR, Roberto Markarian. De la cultura, como Pepe Vázquez, Eduardo Larbanois o Jorge Denevi. Del feminismo como Constanza Moreira, Lilián Abracinskas o Margarita Percovich. De una larga trayectoria en la izquierda como Marcos Carámbula o Alberto Couriel. De la experiencia del gobierno como Ana Olivera, Susana Muñiz, Marcelo Metediera o Federico Graña. Hay quienes militan en Montevideo y militantes de todos los departamentos del país. Todo eso se expresa en este acuerdo político que se presentó.
Óscar Andrade lo definió con precisión en su intervención, se trata, dijo “de mostrar el compromiso de la lista que se hace impostergable al otro día de la conquista del gobierno, que es el vínculo que va a tener ese gobierno con la cultura, el vínculo que va a tener ese gobierno con la academia, con las juventudes, con el territorio, con los trabajadores, con los movimientos feministas, con los colectivos de los derechos humanos, o sea, con el tejido social que permita poner el tamaño de pueblo suficiente para hacer posible el programa del FA”.
Andrade, en su intervención, hizo otra definición precisa del aporte que se pretende dar: “El gobierno que se viene tiene que ser un gobierno profundamente artiguista. Y tiene que reivindicar la vigencia de qué es la pública felicidad hoy”.

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