Este 25 de Agosto el Frente Amplio organizó un nuevo Día del Comité de Base. Una vez más fue un día de fortalecimiento de la democracia interna y de aporte democrático hacia toda la sociedad, fue una gran movilización política, expresión genuina de militancia popular organizada.
Lo primero es destacar la participación de las y los militantes frenteamplistas; se realizaron 270 asambleas de Comité de Base, de las que participaron más de 15 mil militantes frenteamplistas. Estas cifras, de por sí elocuentes, adquieren más valor si se toma en cuenta que se dio en el marco de un fin de semana largo. Hay que agregar que, por esa misma razón, no son cifras finales, ya que muchos Comité realizarán sus asambleas este fin de semana, por lo que estos números se superarán con creces. Un dato adicional nada menor: todas las asambleas convocadas superaron el número requerido para constituirse y elegir las direcciones de cada Comité.
Este 25 de Agosto, con el aporte fundamental de su militancia, el Frente Amplio demostró en los hechos, no en el relato, ni en las encuestas, que es la principal fuerza política del Uruguay. La que tiene más militancia, más organización y mayor presencia en barrios, pueblos y ciudades de todo el país.
También demostró que es, con luz, la fuerza política más democrática, en un doble sentido. El primero, porque miles, reunidos en asambleas de sus Comité de Base, eligieron democráticamente a las y los compañeros que asumieron la tarea, tanto de encabezar las principales responsabilidades políticas de su conducción cotidiana, como de representar a las bases en los organismos intermedios de conducción del Frente Amplio. En toda la estructura del Frente Amplio las y los compañeros que asumen responsabilidades de conducción son electos por votación democrática de la militancia. El segundo, porque las asambleas de este 25 de Agosto fueron el inicio formal de una etapa crucial de la construcción del Programa de Gobierno del Frente Amplio, su discusión por parte de toda la militancia en los Comité de Base y, también, a través de ellos, con el conjunto de nuestro pueblo.
¿Qué otra fuerza política del Uruguay puede mostrar una democracia así? Ninguna. La derecha habla mucho de la democracia, pero la práctica poco y nada en su funcionamiento real y cotidiano. Las decisiones las toman unos pocos y los famosos “Clubes de amigos de…”, son, en general, espacios de práctica clientelar, usando el Estado y sus recursos para fines electoreros, de la peor manera. Y sobre el programa de gobierno ni hablar; en el mejor de los casos es una tarea encargada a un reducido grupo de técnicos, sin participación ninguna de la militancia, y en el peor, un texto más o menos armado por asesores de campaña, para esgrimir en la campaña y luego incumplir flagrantemente.
No se trata de hacer autobombo y decirnos a nosotros mismos que somos los mejores, esa es una práctica que conduce al inmovilismo, nos aleja de nuestro pueblo y es ajena a la identidad de izquierda, que supone la autocrítica como método permanente de avance.
De lo que sí se trata es de valorar lo que colectivamente construimos, porque no hay forma de avanzar si no se asumen en su real dimensión los pasos concretos que vamos dando y desde allí se sigue trabajando por lograr lo que falta.
Esta comparación también es necesaria porque en la práctica democrática y en la manera de hacer política, que de eso se trata el 25 de Agosto, también se expresan los dos proyectos de país. Y el de la izquierda, el del Frente Amplio, demostró en los hechos, su carácter profundamente democrático y democratizador de la sociedad.
Lo anterior es de una enorme relevancia, sin embargo, está muy lejos de ser todo lo que se expresa en el Día del Comité de Base.
Los Comité de Base del Frente Amplio son un componente fundamental de su identidad. Al decir del general Líber Seregni son “el lugar mágico donde se juntan la utopía y la realidad”. Son el lugar de encuentro y militancia del pueblo frenteamplista. En realidad, antecedieron a la fundación formal del Frente Amplio, como expresión genuina de unidad popular.
El Frente Amplio es un caso único en el continente y en el mundo, porque es a la vez coalición de partidos y sectores y movimiento popular organizado en sus Comité de Base. Su unidad está cimentada en un programa común, en principios comunes, en su vocación transformadora de la realidad, en su raigambre artiguista, recogida en su propia bandera, pero también en su definición de una fuerza de acción política permanente, de militancia.
Las y los fundadores del Frente Amplio tuvieron especial cuidado en respetar las identidades de los partidos y sectores que habían decidido participar de esta experiencia unitaria. Ese cuidado ha seguido hasta el presente y debe hacerlo hacia el futuro.
Pero la unidad es un hecho poderoso, desencadena nuevos procesos, no suma, multiplica y por eso el Frente Amplio es mucho más que la suma de sus partes es algo nuevo. Es así como surgió una nueva identidad política en la izquierda uruguaya: el frenteamplismo. Y en esa construcción política fueron decisivos los Comité de Base, porque la unidad no es solo el resultado de prolijos documentos y pacientes caminos para construir consensos, es, esencialmente, lucha en común, militancia en común, sueños compartidos cotidianamente. Y en eso el papel de los Comité de Base es insustituible.
Los Comité de Base han sido fundamentales en la fundación del Frente Amplio, en su consolidación, en la lucha contra la dictadura fascista, fueron el corazón del apoyo a la Huelga General, en la recuperación democrática, en la lucha contra el neoliberalismo, en la conquista del gobierno de Montevideo, las intendencias de varios departamentos y los gobiernos nacionales. Lo fueron para encabezar la autocrítica práctica, la que más vale, de los errores cometidos y su superación, lo demostraron contundentemente en la segunda vuelta de las elecciones de 2019 y, muy particularmente, en la epopeya democrática de la recolección de firmas contra la LUC, en plena pandemia.
Serán fundamentales en la construcción programática de cara a nuestro pueblo y en el gran desafío de las elecciones nacionales del año que viene, que serán un momento central de síntesis política e ideológica de toda la sociedad.
Síntesis que queremos resolver recuperando para el pueblo el gobierno con el Frente Amplio y haciéndolo con un peso mayor del bloque histórico, político y social, democrático y radical de los cambios.
Para esa tarea son fundamentales los Comité de Base, como expresión del pueblo frenteamplista organizado y como vínculo principal con todo nuestro pueblo, sus organizaciones, sus reclamos y propuestas.
Por todo eso el 25 de Agosto fue tan importante, porque celebramos los Comité de Base, raíces profundas y populares de la unidad.